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via mulata Las zonas bajas o propensas a ser dañadas por las lluvias exigen el tiro de material de relleno. Foto: Jorge Luis Merencio

Por un trayecto de más de 200 kilómetros, atravesando montañas, vadeando ríos, cañadas y enormes precipicios del macizo Sagua-Baracoa, se abre paso la Vía Mulata, una de las carreteras más importantes construidas en las serranías cubanas.

Su recorrido por zonas intrincadas y de  abrupto relieve, sometido en no pocos lugares a un elevado régimen de precipitaciones,  provocan al vial socavamientos, derrumbes, el surgimiento de zanjas, baches con presencia perenne de agua y otros daños que en ocasiones han afectado la transitabilidad en diferentes tramos.

Trabajadores de la Unidad Empresarial de  Base (UEB) Viales de Montaña Guantánamo, pertenecientes a la Empresa Constructora M­i­litar Número Uno, tienen entre sus tareas ga­rantizar la reparación de esta monumental carretera, la cual inicia en el poblado Julio An­tonio Mella (provincia de Santiago de Cu­ba), atraviesa varias comunidades de Hol­guín, los municipios guantanameros de Ma­nuel Ta­mes, Yateras y San Antonio del Sur, has­ta finalizar en Mabujabo (cerca de la ciudad de Ba­racoa), donde se entronca con el vial que co­munica a la Ciudad Primada de Cuba con Moa.

Gracias al empeño y la productividad de ese colectivo en lo que va de año se han reparado más de 120 kilómetros de la Vía Mulata, de los 141 planificados para el periodo. Las acciones constructivas contemplan la rehabilitación y mantenimiento, siendo la primera más exigente, a partir de la envergadura de las operaciones.

Las dos brigadas de la UEB que acometen los trabajos ya dejaron listos los tramos La Zona-Bernardo-Palenque hasta las proximidades de La Tagua (en la provincia de Guan­tánamo), Mayarí Arriba-Cuatro Veredas hasta cerca de La Güira (Santiago de Cuba) y laboran en los trechos Pinalito-Mayarí Abajo (Hol­guín) y en las cercanías de Mayarí Arriba.

El ritmo de trabajo impuesto por los constructores, de 12 horas o más diarias, debe permitirles concluir septiembre con la reparación de los 141 kilómetros previstos. Una vez finalizada esa faena las cuadrillas se enfrascarían entonces en la reparación de los viales Minas-Cruce Prieto y Matías-Santa Úrsula (en el Ter­cer Frente Oriental Frank País), con el propósito de terminarlos antes de finalizar el año, aseguró a Granma el coronel de la reserva Hor­nedo Vega de los Ángeles, director de la UEB Viales de Montaña Guantánamo.

PRIORIDAD Y PROYECCIONES

Expresó que la prioridad de trabajo en la Vía Mulata ha estado dirigida a resarcir este año los tramos más dañados y más próximos a los principales asentamientos poblacionales, lo que ha garantizado una evidente mejora en la transportación de pasajeros, de productos agrí­colas y la seguridad vial. En cada uno de los trechos rehabilitados es posible, incluso, la circulación de autos.

via mulata2De los 1 100 metros de largo de la Loma de la Bandera ya están hormigonados 800. Foto: Jorge Luis Merencio

Cuenta Hornedo que este año el colectivo que dirige también reparó 24 kilómetros de La Mulatica, carretera serrana que enlaza a las co­munidades de Guaibanó con Alto de Co­ti­lla, al noreste de Guantánamo, además de otros 15 kilómetros del acceso a la Vía Mulata comprendido entre Sabanilla y Seboruco, en predios de Santiago de Cuba.

Para el 2015, significó, se tiene planeado remediar los tramos de la Vía Mulata que restarían, es decir, Mabujabo-Alto de la Zona, La Tagua-Mayarí Arriba y una parte que quedaría entre Pinalito y Mayarí Abajo, los cuales (so­bre todo los dos primeros) también demandan un alto volumen de trabajo. En ese año la UEB debe rehabilitar además los 37 kilómetros de la vía Jamal-La Tinta-Cantillo, la cual comunica a Baracoa con Maisí por el sureste.

De los más de 200 kilómetros que conforman la Vía Mulata solo 30 están pavimentados hasta el momento. La prioridad, en este sentido, se ha otorgado a las lomas más peligrosas, como la de la Bandera, en las cerca­nías de Mayarí Abajo.

Ochocientos metros, de los 1 100 de esa en­demoniada cuesta, ya están cubiertos con hormigón hi­dráulico, y se prevé que entre octubre y no­viembre de este año quede pavimentada to­talmente, lo que incrementaría la seguridad del tránsito en esa pendiente, que quedará favorecida además con la rehabilitación de sus paseos.

LOS PROTAGONISTAS

Los abrecaminos de Viales de Montaña Guan­­tánamo están dotados de camiones de vol­teo, motoniveladoras, buldóceres, cargadores frontales y otros potentes medios que les ga­rantizan desarrollar su tarea con calidad y eficiencia.

Las extensas jornadas de trabajo expresan por sí mismas la tenacidad de estos hombres, quienes en los tramos en que actúan viven en condiciones de campaña, durmiendo en albergues cafetaleros, forestales y hasta en casas de campesinos cuando ha sido nece­sario.

“En no pocas ocasiones, y ante la falta de campamentos en algunas zonas, son los cam­pe­sinos quienes voluntariamente nos dan cobijo en sus casas”, relata Carlos Rafael Bri­zo, jefe de la brigada número uno, la cual fue contactada por este diario mientras laboraba en el entronque que da acceso a la Villa Tu­rís­tica Pinares de Mayarí, en el tramo Pi­nalito-Mayarí Abajo.

Otras veces la colaboración ha sido de las cooperativas o de los Consejos Populares, tercia el camionero Jorge Luis Acosta, vecino de Contramaestre y con 18 años de experiencia en su brigada.

“Este es un trabajo fuerte, de mucha intensidad, y que se realiza distante del hogar, pero tiene el aliciente de estar bien recompensado con el pago, que es a destajo”, interviene Ce­cilio Martínez Maure, un guantanamero con 32 años como operador de motoniveladora. Él, junto a todos sus compañeros, nos pidió no dejáramos de reconocer la faena de la cocinera Martha Elena Nápoles, quien a lo largo de 11 años ha seguido a su colectivo por los más recónditos parajes y, como cada uno de sus in­tegrantes, se ha ajustado al régimen de 12 días de trabajo, con tres de descanso, o 24 jornadas de labor con seis de asueto.

PROYECTO HECHO REALIDAD CON LA REVOLUCIÓN

De acuerdo con un reportaje del periódico Prensa Libre, aparecido en la edición del 23 de diciembre de 1950, el proyecto original de la Vía Mulata contemplaba la construcción de un vial de 200 kilómetros entre Santiago de Cuba y Baracoa, el cual partía de Boniato y atravesaba varios tramos de la actual carretera Santiago de Cuba-Guantánamo, entre ellos Songo, La Maya, Yerba de Guinea, Cabañas y Río Frío.

Una vez llegada la carretera a la Ciudad del Guaso debía seguir al noreste rumbo a Vega Grande, en el actual municipio de Manuel Ta­mes, y de ese sitio atravesar las montañas y otros exigentes obstáculos hasta llegar a Ba­racoa.

Su construcción, iniciada en 1947 y reiniciada en 1984, fue un intento incumplido por va­rios gobiernos pseudorrepublicanos de rom­per el aislamiento de siglos sufrido por Bara­coa, el cual fue hecho realidad con la Revolución.

Fuente: Granma