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La cooperativa Reinaldo Góngora Lara despunta en Monte Verde, pero está distante de lograr los rendimientos que se esperan en esa zona de Yateras. Medidas de la Delegación de la Agricultura contribuyen al ordenamiento de la contratación y comercialización de los productos agrícolas

alimentos produccion yateras3Gerardo González Pichardo, presidente de la CCS Reinaldo Góngora Lara, dijo que deben entregar el 80 por ciento de sus producciones a la Empresa municipal de Acopio para abastecer los Mercados Agropecuarios Estatales y los puntos de venta (placitas) de la ciudad de Guantánamo. Fotos: Leonel Escalona Furones

La Cooperativa de Créditos y Servicios (CCS) Reinaldo Góngora Lara destaca entre las demás formas productivas del Consejo Popular de Monte Verde, intrincada zona del municipio de Yateras, por sus resultados productivos y el vínculo que mantiene con los habitantes e instituciones de su entorno.

 

Eso, aseguraron directivos de la Asociación de Agricultores Pequeños (ANAP) en Guantánamo, cuando propusieron a Lomerío reflejar el quehacer de esa CCS que, desde la creación de la nueva organización de base, en enero pasado, perfecciona su funcionamiento con el propósito de producir más cultivos varios, café y ganado, temas que constituyen su encargo social.

Al paso, pero distantes de la realidad

 

Gerardo González Pichardo, presidente de la referida cooperativa, cuenta que sobrecumplieron lo planificado en 2015: frijoles negros y colorados, la col, el pepino, ají. “Sólo el tomate quedó por debajo de lo contratado por afectaciones de la sequía y enfermedades”, precisó.

 

Explicó que las áreas de café comenzaron a recuperarse luego de que la mayoría se convirtiera en vegas para producir vegetales, que con anterioridad al incremento del precio del grano, proporcionaban más ganancia a los campesinos.

 

“Este año el compromiso es sembrar 10,5 hectáreas de las 20 previstas dentro del Programa de Desarrollo cafetalero hasta el 2020”, acotó.

 

La ganadería, que también sobrecumplió la venta de carne y leche en 2015, al decir de Gerardo, debe aportar 26 reses en 2016 al sacrificio, de las cuales en marzo entregaron 19, así como siete mil litros de leche.

 

Sin embargo, los resultados de esta y de otras formas productivas del Consejo Popular de Monte Verde, que en su conjunto son responsables del 90 por ciento de los vegetales y el 80 del frijol y las viandas del municipio, distan mucho de las potencialidades reales de esa zona, donde el clima permite cultivar todo el año.

 

“Es insuficiente el aprovechamiento de las áreas e ineficiente el desempeño de muchos cooperativistas, por eso los rendimientos son bajos”, expresó Abelio Machuca Vega, delegado provincial de la Agricultura, a los integrantes de la junta directiva de la Reinaldo Góngora Lara, durante una reunión para evaluar el cumplimiento de las medidas encaminadas a bajar los precios de los productos agrícolas, coincidentemente el día de la visita de estos reporteros a Monte Verde.

 

“Nuestros cooperativistas y campesinos deben entregar el 80 por ciento de sus producciones, que fue lo que la CCS contrató con ellos a partir de la demanda de la Empresa municipal de Acopio para abastecer los Mercados Agropecuarios Estatales y los puntos de venta (placitas) de la ciudad de Guantánamo”, explicó Gerardo.

alimentos produccion yaterasBernaldino González Lara, socio de la CCS Reinaldo Góngora Lara, prometió entregar a la cooperativa los 150 quintales de col contratados. Fotos: Leonel Escalona Furones

Los socios de la cooperativa cumplen al pie de la letra ese compromiso. Bernaldino González Lara, quien daba los últimos retoques a su campo a inicios de marzo, mientras la col sazonaba, para luego recoger unos 150 quintales, a principios de abril, daba fe de ello.

 

“Esa misma cantidad contraté con la cooperativa y no fallaré”, prometió quien lleva 18 años trabajando en la finca del padre, ahora compartida entre sus hijos

 

Él, con ayuda de familiares y otros socios, traslada sus repollos para el punto de acopio ubicado en La Clarita: “Los echamos en sacos o a granel encima del tractor, con cuidado para que no se estropeen por el mal estado del camino”, comentó.

 

Aseguró que en cuanto termine la cosecha, sembrará media hectárea más de col, porque el clima le permite cultivar todo el año sin mucho azote de las plagas. Además le pagan el quintal a 110 pesos y el mercado es seguro porque la población necesita de ese y otros alimentos.

 

“Imposible pedir más”, afirmó mientras mostraba la “salud” de su campo.

 

Pero todo no es color de rosa en la Reinaldo Góngora Lara. Entre las dificultades que afectan el desempeño de la cooperativa, su presidente reiteró el mal estado del camino, la falta de medios de transporte colectivos y la insuficiente asignación de combustible por parte de la Empresa Agropecuaria del municipio.

“El que entregan nunca llega a los mil litros que demanda la CCS mensualmente para el riego, el tiro de mercancías y el traslado de insumos”, recalcó.

 

Problemas comunes

 

Aunque las dificultades señaladas afectan a todas las formas productivas del fuerte polo agrícola, los asuntos que más preocupan a Norde Conte Sano, vicepresidente de la CCS Frank País, en San Andrés, a más de ocho kilómetros de Monte Verde, son los relacionados con la contratación y comercialización.

 

“Desde el año pasado convenimos con los cooperativistas lo exigido por la Empresa municipal de Acopio, cifras inferiores a la producción real; después, a inicios de 2016, la Delegación de la Agricultura indicó que debíamos entregar el ciento por ciento de las cosechas”, explicó.

 

“Mientras se daba a conocer la nueva decisión –detalló Norde- hubo un suspense que provocó la pérdida de más de 500 quintales de col en los campos de Jucaral, un poco más adentro de San Andrés, porque la referida entidad no tenía cómo acopiarlos ni trasladarlos y nosotros tampoco podíamos llevarlos a vender al mercado como hacíamos hasta ese momento”.

 

“Jorge y Diosdado Ramírez fueron dos de los productores que perdieron sus coles, después de pagar fertilizante, semillas…”, ejemplificó.

 

“Ayer salieron más de cien quintales en un camión de triple tracción y, según las máximas autoridades de la Agricultura en la provincia, todas las semanas vendrá uno de esos equipos a cargar, parece que las aguas van cogiendo su cauce”, apunto Norge.

 

El locuaz vicepresidente agregó que por incongruencias en la comercialización, también se echaron a perder más de 50 quintales de repollos durante su traslado y almacenamiento, luego de que la CCS los vendiera a la Empresa Municipal de Acopio y esta a su homóloga provincial, última de las cuales se negaba a pagar.

alimentos produccion yateras2Mirta subrayó que con el ordenamiento y control de la comercialización se pudiera poner fin al desvío de productos, reducir la especulación y vender a precios más asequibles en los mercados estatales y de libre concurrencia. Fotos: Leonel Escalona Furones

 

Tras señalar que la col de marras presentaba afectaciones, Mirta Brooks Mompié, directora de la UEB comercializadora de la Empresa Agropecuaria de Yateras, alegó que ese conflicto se resolvió inmediatamente en presencia, incluso, del Delegado de la Agricultura y otros funcionarios provinciales, quienes a propósito visitaron la CCS en la ocasión.

 

“La mayor dificultad para la comercialización radica en la falta de transporte para el traslado del 80 por ciento de las producciones hacia la cabecera provincial, como se indicó, sin embargo, las máximas autoridades del sector aseguraron que habrá suficiente para que no se pierdan en los campos”, apuntaló Mirta.

 

Respecto a la col, reconoció que sólo parte de ella estaba contratada porque no tenía destino asegurado, pero no volverá a perderse porque camiones de triple tracción van a recogerla hasta en los lugares más intrincados.

 

Precisó que la base de carga del municipio presenta dificultades con los carros y el combustible, pero están viniendo a buscarla directamente desde la cabecera provincial para evitar trasbordos y propiciar que llegue con calidad a los diferentes destinos.

 

Asimismo aclaró que la empresa organizó los puntos de acopio por día y zona, acorde con la contratación para cada etapa, y eleva la exigencia y el control de los cooperativistas y campesinos para que cumplan sus compromisos.

 

Luego de reconocer que lo que se produce en Yateras todavía es insuficiente, la directivo subrayó las medidas, aplicadas por la Delegación de la Agricultura en la provincia, para el ordenamiento de la contratación y comercialización, medidas que deben reducir las pérdidas en los campos, evitar el desvío de productos a mano de especuladores y propiciar mercado seguro a las cosechas de cooperativistas y campesinos.

 

Finalmente, dijo que esas acciones, basadas en los Lineamientos de la Política Económica y Social del país, también deben contribuir al abastecimiento estable y la disminución de los precios de los mercados agropecuarios estatales y puntos de venta en la ciudad de Guantánamo.

 

Ese más que un anhelo de la población, es propósito alcanzable siempre y cuando se produzca más.