Fotos: Lorenzo Crespo Silveira
Ana Daysi Rodríguez Abad es de esas personas extraordinarias que convierte en milagro el barro, de esas que consigue amoldar la arcilla con su dedicación, paciencia, profesionalidad y amor, para los niños con necesidades educativas especiales.
Por eso eligió ser defectóloga, después de graduarse en 1979 de maestra primaria, porque para ella no hay mayor orgullo que la sonrisa de sus pequeños cuando egresan de la escuela especial, o cuando los ve por la calle sirviendo a la sociedad como obreros ejemplares acompañados de su propia familia.
Hoy Ana Daysi, con 37 años dedicados a la Educación Especial, dirige la Escuela Héroes del Moncada para alumnos con discapacidad intelectual, única en la provincia donde se le brinda también atención especializada a niños con autismo, y dice que tantos años consagrados a esta enseñanza “solo se logra con el ingrediente más importante: el amor.
“Es maravilloso el hecho de ser especialistas, ya sea defectóloga, rehabilitador, psicoterapeuta o maestro de apoyo, para trabajar con niños discapacitados tanto mental como visual, auditivo o intelectual, pero hay que hacerlo bien, tenemos que lograr que nuestros alumnos puedan incorporarse a la vida sociolaboral una vez terminados sus estudios y, asimismo, retornen a la comunidad no como consumidores, sino como productores”.
La versada directora detalla que, según las características del niño, “es impredecible su modo de actuar ante determinada situación, lo que quiere decir que puede gritarte, o ser agresivo consigo mismo, o con quienes lo rodean, pero los que elegimos esta profesión, debemos tener los métodos y procedimientos adecuados para saber cómo actuar y, a su vez, transmitirle la paz que estos pequeños necesitan”.
Los niños con necesidades educativas especiales no son discapacitados, son seres mágicos, únicos, maravillosos, que requieren de la atención consagrada de otros seres excepcionales, como Ana Daysi, para que puedan lograr su inclusión en la sociedad.
Labor exclusiva de la Revolución
“El primero de enero de 1959, Fidel Castro traería la luz a una Cuba saturada de insalubridad, desigualdad, ignorancia, desempleo; una Cuba donde la mayoría de los niños con necesidades educativas especiales no tenían ningún tipo de atención, lo mandaban para un hospital o se quedaban recluidos en sus hogares”, relata Ana Daysi.
Pero “llegó el Comandante y mandó a parar”, a partir del triunfo revolucionario despuntan los quehaceres destinados a la formación de un sistema que velara por los niños con deficiencias físicas y mentales para lograr su participación en la vida social, y tres años más tarde, precisamente el 4 de enero de 1962, se materializa en el sistema cubano la Educación Especial.
Fotos: Lorenzo Crespo Silveira
Hoy, después de casi 55 años, son muchos los avances en este tipo de enseñanza en el país; “los niños con retardo en el desarrollo psíquico, discapacidad intelectual, limitados físico-motores, deficientes auditivos o visuales, trastornos en la conducta o en el lenguaje, por ejemplo, culminan sus estudios graduados de carpinteros, panaderos, artesanos, jardineros o albañiles.
“Pero también la familia y la comunidad juegan un papel muy importante en el logro de los objetivos de la Educación Especial que es, además de formar habilidades y modos de actuación en el educando, crear un joven patriota y revolucionario”, agrega.
Ana Daysi no solo enseña, sino también agradece; agradece a Fidel Castro por ella y por sus niños, y cree que la mejor muestra de su gratitud es mediante la poesía que día a día, Fidel, la Revolución, la Enseñanza Especial, la escuela Héroes del Moncada y sus pequeños seres mágicos, le inspiran.
“Una educación sublime cumple años de creada, es la más bella, más noble, de la educación cubana. Con mucho amor se trabaja, se enseña con profesión, porque sus docentes son maestros de la avanzada. Gracias, Fidel, por tus sueños que se hicieron realidad, gracias por hacernos dueños de esta especialidad. Aquí todos los niños aprenden, se preparan con amor, son patriotas y defienden a nuestra Revolución”.