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wifi iliegalidadesLa conexión a través del servicio Nauta atrae a decenas de guantanameros que acceden principalmente a sitios como Facebook e Imo. Fotos: Leonel Escalona Furones

La urgencia de conocer Internet y acceder a sus innumerables opciones –sobre todo si se habla de la red social Facebook e Imo- atrapó en 2016 a guantanameros de todas las edades, necesitados de recorrer la autopista mundial de la información a través de la plataforma de conexión inalámbrica brindada por la Empresa de Telecomunicaciones de Cuba (Etecsa).

 

Con 28 áreas públicas habilitadas, la Wifi se extendió por todos los municipios, incluidos algunos asentamientos densamente poblados como Boquerón, Costa Rica y Carrera Larga, y se distribuyeron siete puntos de acceso (conocidos como AP, por sus siglas en inglés) por la ciudad de Guantánamo.

 

Sin embargo, la carestía del servicio Nauta para la navegación internacional, a pesar de las modificaciones de precios en diciembre pasado, cuando descendió a 1.50 CUC la hora y se abrió esa prestación para la red nacional a 0.25 centavos por igual tiempo, es todavía elevada en relación con los ingresos de algunos sectores de la población.

 

¿Facilitadores?

 

En este escenario, y por evidentes razones económicas, no son pocos los que acuden a un nuevo personaje aparecido en la escena pública, el “replicador” o “conectador”, término que define a quienes, a costas de las desventajas de una conexión simultánea y por el precio de un CUC, se dedican a facilitar el acceso a varias personas desde una misma cuenta.

 

A ciencia cierta, no es ilegal. Según declaraciones de Francisco Cateura, especialista en Comunicación de la División Territorial de Etecsa en Guantánamo, “el usuario puede compartir su cuenta, pues las condiciones firmadas al contratar Nauta, solo recogen prohibiciones de ceder, revender o negociar el servicio”.

 

Es así que, bajo la conocida sentencia mosquetera de todos para una (antena) y una (cuenta) para todos, socializar algo que debería ser personal, es ya una práctica común.

 

La opción manejada por los replicadores, explica Cateura, “es la utilización de cuentas temporales, que al inicio se vendían por cantidades ilimitadas y sin registrar al comprador, de modo que esas personas no tenían una identidad virtual. Pero la demanda llegó al punto que se llevaban todas las tarjetas, y eso afectaba a los clientes necesitados.

 

“Para solucionarlo -continúa- se limitó el número de cupones a comprar. Esa medida permite rastrearlos con mayor facilidad. Incluso, para evitarse la molestia de comprar reiteradamente, algunos osados lo hacen ya desde sus cuentas personales permanentes, dejando huellas en el camino”.

wifi ilegalidades2Las llamadas redes de terceros vulneran los protocolos de seguridad de quienes las comparten, explicaron los especialistas de Etecsa. Fotos: Leonel Escalona Furones

De todas formas, no es por desconocimiento –ni ha sido nunca- que Etecsa permite este fenómeno. Múltiples son las vías existentes para detectarlo, a través de medidores de tráfico e identificación de trazas. Lo que sucede, todo parece indicar, es que poco le afecta o sencillamente reconoce que es derecho de quien paga.  

 

Lo más preocupante, en este sentido, según el ingeniero Osvaldo Guerra Varona, jefe del Grupo de soporte a la operación, es que “a la Empresa van a parar culpas que no le corresponden”.

 

Al respecto, señaló que “mediante Connetify u otro software para generar una pequeña red, los dispositivos que reparten señal -dotados con pequeñas antenas- reciben las emisiones desde los AP instalados en cada área y la redistribuyen, lo que genera nuevos puntos de acceso cuya calidad de servicio es inferior.

 

“Etecsa le otorga a cada usuario un megabite -agrega- que al fragmentarlo, toca a menos capacidad por cada uno, por eso se congela la imagen, hay interferencias, se cae reiteradamente la conexión y varias opciones se bloquean… ”

 

Además, coinciden los especialistas entrevistados, es peligroso que el usuario entregue su celular para ser configurado, porque expone su privacidad.

 

“Al entrar a una red de terceros -precisa Guerra Varona- se vulneran los protocolos de seguridad y los dispositivos quedan a riesgo de robo de contraseña, sustracción del saldo y acceso a datos privados”.

 

Así lo confirmó Fidel Toirac del Toro, especialista principal de control interno en la División Territorial, quien agregó que “se ha detectado la creación de los llamados ambientes normales, redes que simulan el portal de Etecsa, incluso con el mismo nombre, y captan todos los datos personales del usuario que las utiliza, para luego transferir el dinero, tener acceso a la información o navegar mediante las mismas”.

 

No obstante, algunos usuarios entrevistados para la realización de este reportaje, muchos de ellos conocedores de los riesgos a los cuales se exponen, prefieren sacrificar la calidad en función de la opción más rentable.

 

Otros eligen pagar directamente su acceso, no solo porque es mejor, sino porque les ha pasado -no poco- que los conectadores se van antes del tiempo acordado y no les devuelven el dinero.

 

Al final, cada cliente es libre de utilizar la plataforma Wifi según prefiera y lo permita la ley, la economía y, por supuesto, la conexión. Hasta aquí, convenimos, no es ilegal.

wifi ilegalidades3Los puntos de acceso a la Wifi llegaron el paso año a todos los municipios de la provincia y varios en la ciudad capital. Fotos: Leonel Escalona Furones

 De la ley y sus cruzadas…

 

Las violaciones empiezan cuando se cobra, pues se presta un servicio que “no está definido entre las modalidades del trabajo por cuenta propia ni se otorga patente o autorización para ello”, según confirmó Mariano Diéguez Torreguitart, subdirector de empleo en la Dirección provincial de Trabajo.

 

Es así que, ante la ausencia de una Ley de Telecomunicaciones que funcione como marco regulatorio de actividades similares y un aparato sancionador que no tipifica los delitos informáticos, propio de un Código Penal anterior a estos avances tecnológicos, se utiliza como amparo legal para sancionar a los conectadores, el artículo 228.1 que define la actividad económica ilícita, cito en el Título 5, capítulo 9 de esa disposición legal.

 

Dicho apartado concibe como tal el que “… sin la licencia correspondiente o no obstante existir una prohibición legal o reglamentaria expresa, se dedique, con ánimo de lucro, a producir, transformar o vender mercancías, o a prestar algún servicio, incurre en sanción de privación de libertad de tres meses a un año o multa de cien a trescientas cuotas o ambas”.

 

Pero no son los conectadores y sus pequeños dispositivos el punto más álgido en esta historia. Para reafirmar la premisa mosquetera, hay quienes han instalado en sus casas antenas profesionales capaces de generar una red de amplio alcance, que unas veces cautiva toda la señal, limitando un mayor rango del AP oficial, y en otras ocasiones les permite redistribuirla desde sus hogares, dando lugar a una nueva área de conexión. Algo así como “una antena para todos los vecinos”.

 

En principio es una infracción el mero hecho de tener un equipo de ese tipo, máxime si emite en una banda superior a dos giga, que es la disponible para la navegación Nauta.

 

“Para entrar esos dispositivos al país se necesita una autorización de la Oficina de Control del Ministerio de las Comunicaciones, que autoriza su paso a través de la Aduana General de la República. Este mecanismo jurídico no está regulado para los ciudadanos (personas naturales), aun cuando puedan pagarlo”. Así lo declaró Enrique Ferrer Rodríguez, director de la primera entidad en la provincia, y sentenció:

 

“Aunque algunos propietarios han solicitado cumplir los pasos correspondientes y pagar la licencia, este procedimiento no está definido –añadió-, ya que la instalación y uso de antenas solo se permite a empresas, instituciones y organismos (personas jurídicas) que cuenten con una licencia para el uso del espectro radioeléctrico cubano, cuyas condiciones aparecen recogidas en el Decreto Ley 171”.

 wifi ilegalidades4Mediante Connetify u otro software para generar una pequeña red, también se replica la señal desde computadoras personales. Fotos: Leonel Escalona Furones

En Guantánamo, se han realizado varios operativos para interceptar a los replicadores y a quienes lograron –no se sabe cómo- importar estos dispositivos en el país. También se detectaron fabricantes de antenas criollas que, aunque no tienen las mismas propiedades, cumplen similar función.

 

Las sanciones, en este sentido, son estrictas e incluyen el decomiso del equipo y la imposición de altas multas.

 

No obstante, en lo que llega la añorada Ley de Telecomunicaciones, que solvente los vacíos legislativos a propósito de las tecnologías de la información y las comunicaciones y se actualizan los envejecidos códigos para el uso y protección del espacio radioelectrónico, este tema de “los conectadores” sigue generando más interrogantes que respuestas.

 

Algunos de ellos –declaran- estarían dispuestos a legalizar su estatus si las leyes lo permitieran. Solo que a largo plazo no parece posible. Etecsa tiene firmado el privilegio de ser la única garante de este servicio en Cuba, por lo menos hasta 2024.

 

De todas formas, una estrategia menos coercitiva no vendría mal.

 

Es tiempo de redirigir la estocada y, al calor del nuevo año, apuntar hacia la fidelización de los clientes mediante el uso óptimo de la tecnología disponible, una mejor atención a la población, el cumplimiento de los proyectos para seguir creciendo en áreas Wifi y, por supuesto, continuar la rebaja de los precios.

 

Quizás así, y solo así, el usuario Wifi consentirá sin “peros” la ineludible opción de una Etecsa para todos… o mejor, todos para Etecsa.