Un saldo favorable dejó en los embalses de Guantánamo el llamado período húmedo, el cual se extiende desde mayo hasta octubre, y fue despedido por la provincia con aceptable volumen de agua en sus represas.

Al concluir la etapa lluviosa la provincia muestra el 73,03 de llenado, lo que representa casi ocho millones de metros cúbicos más que al inicio de la etapa, discreto incremento que favorece el enfrentamiento a la temporada seca, que se extiende hasta abril y constituye un reto para los guantanameros, acostumbrados a sortear severas sequías, sobre todo en la árida franja costera sur, que abarca a cuatro municipios.

En ese litoral, desde Caimanera hasta Maisí, la media anual de precipitaciones apenas sobrepasa los 600 milímetros (mm) de lluvia al año, y en algunas de sus segmentos es inferior a los 200 mm, por su clima semidesértico.

Juan Carlos González, subdirector de Recursos Hidráulicos (RH) en la provincia, declaró a la AIN que el agua embalsada es suficiente para satisfacer hasta mediados de 2015 las necesidades de la población, la agricultura y la industria.

Aclaró el imperativo de prepararse también para posibles lluvias, aún en este crucial período, ya que dos de los cuatro grandes golpes de agua que afectaron a la ciudad de Guantánamo en 1993 y 1994, ocurrieron en noviembre.

También precisó que su organismo está listo para suministrar el preciado líquido, mediante carros-cisterna, a aquellas comunidades donde la falta de precipitaciones o dificultades con la infraestructura hidráulica lo exijan.

González reiteró que la población e instituciones radicadas aguas abajo de la represa Faustino Pérez deben adoptar las medidas de protección y precauciones indispensables, de mantenerse las actuales lluvias sobre la cuenca del río tributario, el Guaso. Esa circunstancia obligaría a desembalsar, controladamente, parte del contenido del reservorio que abastece a la capital provincial, el cual está a punto de acumular los 26 millones de m3 para los que fue diseñado.
Fuente:AIN