Imprimir

ahorro electricidad2Osnel, cliente residencial: “Apago porque el consumo crece en la casa en el verano”. Fotos: Lorenzo Crespo Silveira

Osnel Rodríguez Trujillo, de 58 años, comprueba que gastó más corriente en su hogar en junio que el promedio mensual en lo que va de año. La tendencia debe seguir en estos meses de verano. “El calor provoca que usemos más los ventiladores, el frío se abre más por agua…”, dice el ya jubilado por enfermedad.

Sin embargo, no lo sorprende la inexorable factura del consumo de electricidad en el apartamento 3 H, del edificio “18 Plantas Viejo”, número 1052 de la calle 13 Norte entre 3 y 4 Oeste, en el reparto Caribe, de la ciudad de Guantánamo, donde reside junto a su esposa y un hijo adulto, hace ahora 27 años. Lee diariamente su contador y compara la cifra con la anterior, para advertir si crece o disminuye la cantidad de kilowatts empleados.

De hecho, su hábito doméstico es reforzado por su condición de encargado hace tres años del edificio multifamiliar en que vive. “En esta libreta, como parte de mis funciones, anoto las lecturas diarias de los contadores que registran los gastos eléctricos que paga Vivienda por las luminarias exteriores, de los pasillos, elevadores, turbina…”.

Aunque se considera un bajo consumido, Osnel dice estar consciente del significado de la actuación de cada ciudadano en el empleo racional de la electricidad, sobre todo en los horarios pico de consumo, y asegura que adopta sus propias medidas de ahorro.

Vela por abrir el frío con menor frecuencia, agrupar ropa para conectar la plancha, mantener apagados equipos y luminarias en habitaciones que no estén usando, y, en particular, encender la del balcón lo preciso, a la vez que lamenta haber podido alcanzar a adquirir hasta ahora sólo una ahorradora “luz fría” de leds.

Osnel es uno de los 164 mil 354 clientes residenciales del servicio de consumo eléctrico en la provincia de Guantánamo, los cuales representan el 64 por ciento del gasto de la corriente distribuida aquí.

Sano consumo en el Hospital

ahorro electricidadBerta, la energética del Agostinho Neto, desanda la instalación comprobando los consumos y medidas de ahorro. Fotos: Lorenzo Crespo Silveira

“Tampoco nosotros somos ya señalados como grandes consumidores eléctricos estatales”, rectifica raudo Clauver Barrientos Ramírez, subdirector administrativo del Hospital General Docente (HGD) Doctor Agostinho Neto, la mayor unidad de Salud Pública en la provincia.

En realidad, lo son, aunque estables y bajo control riguroso. De hecho, se señalan, junto al bombeo Guanta de Acueductos, que provee de agua al Sur de la ciudad, entre los 164 clientes estatales altos consumidores que representan el 40 por ciento del consumo mensual de ese sector en la provincia, según explica Joaquín Díaz Cantillo, director comercial de la Empresa eléctrica en Guantánamo.

El mérito de esta unidad asistencial, activada ininterrumpidamente, está en que nunca se sobregiran en el plan mensual de consumo asignado de electricidad en lo que va de año, según aportan los pormenorizados controles de la bitácora anotada celosamente por la ingeniera Berta Gómez Iríbar, especialista en uso racional de la energía en el HGD.

También en los registros se aprecia como desde junio, junto con el plan creció el consumo sin sobregiro, en correspondencia con los niveles de actividad creciente y la canícula veraniega, en esta unidad con unas 800 camas de ingreso y ampliación reciente en servicios.

“Nosotros no esperamos el último día, sino que a diario vemos cómo se comporta el plan desagregado, en que la electricidad es uno de los cinco renglones considerados en el plan de ahorro energético para portadores, cuyo uso racional llevamos a punta de lápiz y con medidas rectificadoras para no sobregirarnos en ninguno”, precisa el administrador.

Líneas que ascienden

Con el accionar en este caso es plausible la aplicación práctica del Lineamiento 205 actualizado, referido a la energía, de la Política Económica y Social del Partido y la Revolución aprobada por el 7mo. Congreso del Partido en abril de 2016 y luego en julio, por la Asamblea Nacional del Poder Popular, para el período 2016-2021.

El mismo indica perfeccionar el trabajo de planificación y control del uso de los portadores energéticos, ampliando los elementos de medición y la calidad de los indicadores de eficiencia e índices de consumo establecidos.

“Las medidas nos obligan a organizarnos mejor”, plantea el subdirector administrativo. “La utilización del 50 por ciento del sistema central de climatización para el ahorro diario implica establecer horarios para apagar por departamentos antes de las cuatro de la tarde y garantizar que no se escape el aire”.

Igualmente, el ajuste del horario de funcionamiento de la caldera tiene su efecto en la cocina, la lavandería y la esterilización, sin afectar el servicio, pero siendo más estrictos en el desempeño efectivo en tiempo y forma de cada una de esas áreas, explica.

La energética hospitalaria confiesa, a su vez, que anda literalmente “persiguiendo” puertas abiertas, salideros, falta de hermetización en locales climatizados y otras eventualidades, a la vez que comprobando los nuevos equipos altos consumidores recién instalados, como los aparatos de clima, derivados de objetos de obra concluidos que contribuyen a mejorar la atención a los pacientes.

El más flamante de los aportes de austeridad eléctrica en el HGD es la reciente puesta en explotación, en coincidencia con la entrada de la etapa estival, del proyecto de inyección a red con paneles fotovoltaicos, que ahorra tres mil 700 kilowatts, alrededor de un siete por ciento del consumo eléctrico de la institución.

Como muestran in situ Clauver y Berta, se trata del aprovechamiento de la energía solar para aumentar la calidad del servicio, sin más gasto de electricidad fabricada con petróleo.

ahorro electricidad3Estos paneles solares instalados en el Agostinho Neto aportan el ahorro de tres mil 700 kilowatts, siete por ciento del consumo eléctrico de la institución. Fotos: Lorenzo Crespo Silveira

Son 120 colectores solares, modelo Mega Sun de 250 litros, instalados sobre la nave del área de mantenimiento, en una inversión de 170 mil pesos por Copextel y Cubasolar, con la participación de la Agencia Española de Colaboración Internacional para el desarrollo y el gobierno provincial.

La energía generada se aporta al panel general de distribución que la traslada a los diferentes centros de carga de la instalación, para favorecer a varias salas, incluida la de diálisis.

De paso, además de ahorrar electricidad al sistema y no contaminar la atmósfera con emisiones de gases, aporta agua caliente que minimiza el uso por pacientes de calentadores eléctricos domésticos, a la vez que favorece la lavandería, y en general, a reducir el uso de vapor generado por la caldera con combustible fósil.

Más allá del ahorro eléctrico constante y sonante y la demostración práctica en el presente verano, las incidencias de proyectos como este también adelantan, en este caso concreto, la materialización de la política energética del país.

Reservas de conciencia

Al director comercial de la Empresa Eléctrica en Guantánamo, le satisfacen ahorradores como los mencionados. “No obstante, hay reservas de conciencia en muchos otros, sobre todo en el sector residencial para ahorrar mucho más, por lo que representan en el consumo de la provincia, aunque también en el estatal”.

La luz roja de Díaz Cantillo está encendida para el verano y los horarios pico. “Ahora hay más gente en las casas, por las vacaciones, y en muchas de las instituciones de producción y servicios, y por lo tanto más gasto eléctrico.

“No se le dice a nadie que no use la electricidad, sino que lo haga racionalmente, sobre todo en los horarios pico, de mayor demanda, entre 11 de la mañana y una de la tarde, y cinco de la tarde y nueve de la noche”, subraya.

El incremento de la demanda en esos horarios obliga a que, para satisfacerla, entren en generación todas las plantas del sistema electroenergético nacional, de mayor y menor eficiencia, el aumento del gasto de petróleo, lo cual significa literalmente más gasto de recursos financieros escasos que el país se ahorraría para otras actividades, reflexiona el directivo.

“Por eso insistimos a la población en el llamado al uso racional de los equipos electrodomésticos, no dejarlos conectados sin emplearlos, acumular la ropa para plancharla de una vez, apagar luces que no usen, consultar sus consumos diarios en el contador, y extremar estas acciones en los horarios pico.

“Para los usuarios estatales existen regulaciones, todos tienen sus planes de ahorro de energía eléctrica, con consumos asignados de acuerdo con su nivel de actividad.

ahorro electricidad4“Diariamente discutimos el consumo de los portadores energéticos”. Clauver Barrientos Ramírez, subdirector administrativo del hospital general docente (HGD) Doctor Agostinho Neto. Fotos: Lorenzo Crespo Silveira

“Está establecido el control diario del gasto, la disminución de la carga durante los picos, su desplazamiento de horario, como en las climatizaciones, la hermetización de los locales… Todo eso se controla con supervisiones para regular la demanda y comprobar la autolectura que realizan.

“Las mayores reservas están en la conciencia de ahorro que se tenga”, concluye.