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 entrada al museo en la cavernaEntrada al Museo en la Caverna.

En las alturas de Seboruco, a unos cientos de metros sobre el nivel de la mar que rompe olas contra el malecón de Baracoa, se erige una institución cultural sui géneris: el Museo Arqueológico Cuevas del Paraíso.

Entre estalactitas y estalagmitas, mantos y columnas estructurales, aparecen vitrinas con objetos de inconmensurable valor para la arqueología cubana, entre ellos un esqueleto que los especialistas suponen pudiera ser del cacique Guamá, primer líder rebelde de la Isla.

Nichos funerarios con cadáveres en sus sitios originales, petroglifos, muestras de las culturas taína, indocubana agroalfarera y mesoamericana se exponen en tres salas de este museo fundado el 24 de enero de 2003 en un antro ubicado a 20 metros sobre la Primera Villa y Capital de Cuba, en el extremo nordoriental de la Isla, a casi mil kilómetros al Este de La Habana.

La caverna forma parte de la Zona Arqueológica de Majayara, considerada la más importante del Archipiélago, la cual geográficamente constituye un sistema de altiplanicies junto a la costa, distante unos dos kilómetros de la ciudad, con tres mesetas: Yara, Majarra y la que da nombre al lugar, entorno ecológico-ambiental propicio para el desarrollo de la vida social del indocubano allá por el año mil 100 de la Era Cristiana.

Precisamente en la Cueva de la Vigía, una de las tantas de Majayara, se produjo el hallazgo de quien se supone fuera el Cacique Guamá, líder aborigen que protagonizó la primera guerra de los diez años en Cuba, lapso durante el cual mantuvo en jaque a los conquistadores del Adelantado Don Diego Velázquez, según la historia validada en los Archivos de Indias.

De acuerdo con la leyenda el legendario cacique Guamá había rescatado de una encomienda en la región de Guantánamo a Marica, su compañera de la vida, bella india que anhelaba su propio hermano, quién asesina al líder mediante un fuerte golpe en la cabeza.

Los restos del presumible cadáver muestran una fractura craneal, estaban orientados al nordoeste (lo habitual en los enterramientos indocubanos era al norte), estaba acuclillado como era habitual en la cultura arahuaca, en posición fetal, rodeado de vasijas con caracoles y un pequeño recipiente que sólo usaban los grandes personajes para la preparación de los ungüentos de sus rituales.

presunto esqueleto del cacique GuamaPresunto esqueleto del cacique Guamá.

El supuesto Guamá es sólo uno de los atractivos de este museo cavernario de origen freático, abierto al visitante en un entorno místico, de monte pluvisilva con alto endemismo, donde abundan las bellas polymitas pictas, lagartos y colibríes, y que propicia un singular encuentro con quienes habitaron el Archipiélago mucho antes del desencuentro de las dos culturas.

Al decir de Roberto Ordúñez Fernández, espeleólogo y director del Museo Arqueológico Cueva del Paraíso, Baracoa y Maisí son la cuna de la arqueología cubana, lugares que propician el contacto con más de 300 sitios arqueológicos y 20 cuevas con alrededor de 80 impresionantes petroglifos, gráficos rupestres que representan alrededor del 45 por ciento de todos los encontrados en el país.

En la zona, en 1847, el geógrafo español Miguel Rodríguez Ferrer descubrió la primera pieza de que se tenga noticia en la Isla: un conjunto de calvarias aborígenes, a la que siguió la famosa Hacha de Ponce, única de su tipo en Cuba, y actualmente en España".

Ordúñez, tras definir la zona como el centro del desarrollo de las culturas araucanas, comentó que si hasta 1895 Cuba solo reportaba siete grabados petroglíficos, en la actualidad entre Baracoa y Maisí hay más de 500".

Un mundo tan rico en huellas del pasado demanda investigadores y éstos, desde 1977, surgen de las escuelas locales impulsados por la Sociedad Arqueológica de Baracoa, fundada bajo los auspicios del doctor Antonio Núñez Jiménez; el arqueólogo Ramón Dacal y el antropólogo Manuel Rivero de la Calle.

“Los alumnos –corrobora Ordúñez-, en su sistemático peregrinar, han hecho hallazgos importantes: en 1995 encontraron en Maraví, zona de desembarco mambí, los pertrechos de guerra del Mayor General Calixto García.

Igualmente descubrieron una cueva fósil en Majayara, al este de la ciudad, y enseres militares ibéricos durante excavaciones arqueológicas en un fortín español, en las inmediaciones de Yara, al noreste de La Villa Primada.

La arqueología se torna pasión desde las primeras edades escolares comenta finalmente Ordúñez y asegura que a la cuenta del estudiantado va la existencia en Baracoa del primer Parque Arqueológico Turístico de Cuba, en la Cueva Perla de Agua, patrimonio de una localidad que desandan cada día, combinando horario de clases con excursiones que lo hacen más cultos, inteligentes y saludables.

(Tomado del libro Baracoa, Más allá de La Farola, publicado por la editorial El Mar y la Montaña en 2013).