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baracoense evacuacion

Amaury Legrá López reside a unos 80 metros del malecón baracoense, pero está tan atento a lo que allí puede suceder que se acerca a las proximidades para curiosear.

“Lo que pasa –explica- es que sé que hubo rachas fuertes, sé que el oleaje es fuerte, me pasé despierto toda la noche del jueves para el viernes, y tengo albergada una familia de cuatro personas, de una compañera de trabajo jubilada, cuya vivienda está en uno de los edificios del malecón”, explica.

 

Este profesor, trabajador del Instituto Nacional de Deportes, Educación Física y Recreación (Índer), residente en calle Maceo número 36, de la ciudad de Baracoa, elogia la positiva orientación de las autoridades en los preparativos para el paso del huracán Irma por las proximidades del mar al norte de esa localidad, y la actuación de la población.

 

“Tenemos la experiencia del Matthew, en octubre del año pasado, que ya es un adelanto, y además ha sido muy importante la información y la orientación constante y precisa ofrecidas al pueblo por radio, televisión y directamente tanto por las autoridades del país, la provincia y el municipio, para preservar la vida de las personas y los bienes materiales”, señala.

 

Recuerda que cuando Matthew, que devastó esa localidad, aunque sin lamentar pérdida de vidas, a muchas personas casi hubo que sacarlas a última hora de sus casas. “Ahora siento que primó la disciplina, el cumplimiento de las orientaciones, y hubo más previsión que entonces tanto por las estructuras del Consejo de Defensa como por las familias.

 

“Creo que ante Irma los baracoenses, en general, han hecho un buen trabajo: el gobierno, por su parte, en lo que le corresponde en casos como este de alarma, y las personas en cumplir lo que está establecido para evitar mayores pérdidas.

 

La gente ha sido más disciplinada y ha primado la solidaridad de siempre, que nos caracteriza, entre las personas”, resume su apreciación.