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escuela pedagogica baracoaLa Félix Varela nació tras el Matthew, entre las lomas de Baracoa

Arropadas entre el verde intenso de la floresta, las paredes blancas y la cubierta rojiza del inmueble le añaden atractivo al paisaje; unas pinceladas de sol le dan su encanto definitivo. Aunque el astro rey no traspasa las ramas de los árboles que cubren buena parte del sitio, abajo hay destellos de luz; emanan de la Escuela Pedagógica Félix Varela Morales, de Baracoa.

Tal es el silencio en los pasillos del centro, que el recién llegado cuestiona si escogió el momento ideal para la visita; piensa que quizás las autoridades del sector educacional ofrecerán alguna disculpa, un “hubo que adelantar el pase” o algo por el estilo. Más, la sospecha desaparece en los siguientes minutos.

 

Aula adentro

 

“…Como ya conocemos los pasos metodológicos para enseñar los componentes gramaticales en lengua española, aprendamos ahora cómo aplicar esos pasos utilizando palabras, frases y oraciones; observen los ejemplos que aparecen en la pantalla…”.

 

Puntero en mano ante sus discípulos, Miguel Ángel Alba demuestra cómo lograr que los educandos identifiquen adjetivos, sustantivos, verbos, predicados, artículos y otros elementos gramaticales en una oración. Los alumnos escuchan con la vista centrada en las pequeñas pantallas que tienen encima de sus pupitres; estamos en el aula tecnológica, un baluarte de la institución, explicó después el Máster en Ciencias Pedagógicas Manuel Leguén Chivas, director del plantel.

 

“Es nuestra aula ꞌinteligenteꞌ –detalla Leguén–, desde allí los alumnos interactúan entre ellos y con el mundo, pueden consultar materiales de interés, aclarar dudas, gestionar conocimientos adicionales, por eso decimos que el centro tiene una fortaleza en ese local, al igual que en el compromiso y preparación del claustro”.

 

“Aquí laboran 50 docentes –prosigue–, el colectivo supera los doce años de trabajo como promedio general, pero es mixto en ese sentido; tenemos profesores con más de dos décadas de experiencia, y un grupo de siete recién graduados muy talentosos, tres de ellos insertados en el programa de doctorado”.

escuela pedagogica baracoa2En el aula “inteligente” lo medios tecnológicos facilitan el proceso de aprendizaje

En la práctica

 

Que la mayoría de los profesores acumulen una vasta experiencia como docentes garantiza mayor solidez en la formación de los futuros maestros, opina Alba, quien anduvo un cuarto de siglo en trajines de educador antes de impartir metodología de la enseñanza de la lengua española en la pedagógica baracoense.

 

“Recuerdo los ꞌtropezonesꞌ de mis inicios como maestro –confiesa–, me costó trabajo llevar a la práctica lo que aprendí en la carrera. Por ejemplo, para enseñarle los fonemas a los niños de primer grado tuve muchas dificultades, porque lo había ejercitado muy poco”.

 

Miguel Ángel ha decidido que sus discípulos no tropezarán con la misma “piedra” cuando asuman la responsabilidad de estar frente a un aula. “Lo que hago es planificar, para cada contenido metodológico, sesiones de prácticas que los alumnos realizarán organizados en equipos. Entonces los papeles se invierten: yo ocupo un asiento entre los alumnos mientras uno de ellos me suplanta como maestro y hace la demostración; así adquieren habilidades que yo al graduarme no poseía”.

 

Las prácticas docentes son un componente importante en el programa de estudio, recalca Manuel Leguén. Los futuros maestros tienen su primera experiencia frente a los niños, casi al iniciar la carrera; “en el primer año hacen dos semanas de práctica (una en cada semestre), luego, con idéntico ciclo, la dosis sube a dos meses en segundo y tercer años de estudio”.

 

De esas prácticas las muchachas regresan llenas de vivencias, algunas de ellas muy emotivas como la que me contó Melisa Deyá, “imagínese, hice práctica en el seminternado Rodni Cautín, en un aula de tercer grado donde hay un niño autista al que le impartí clases. Se relacionó de maravillas conmigo, no sé si por mi manera de dirigirme a él. Cuando puedo le doy una vuelta. En la última jornada del educador esos niños me colmaron de cariño, eso me marcó”.

 

-¿Cómo te imaginas dentro de diez años?, le pregunto a Melisa.

 

-Dirigiendo una escuela primaria.

 

Amalia Rodríguez vive en Vertientes de Maisí, tiene 18 años y un sueño profesional: “enseñar a niños de primero y segundo grados en la escuela Lázaro Peña, de La Ceiba. Es allí donde he realizado las prácticas. La primera vez me sentía como una niña más, pero hasta los alumnos de sexto me decían maestra, y eso me abrió los ojos, sigo siendo dulce con ellos, pero me doy a respetar”.

Por su parte, Ivindra Matos, de Boca de Jauco, en el mismo municipio, refiere que “el magisterio no es fácil, la carrera tiene mucho contenido y siempre hay que estar estudiando, pero la prefiero porque es bonita, estoy motivada”.

e4scuela pedagogica baracoa3Alumnos principiantes de la carrera, en su primera experiencia frente a los niños

La semilla

 

Encargada de imprimirle calidad y rigor a la formación del personal docente, tal como lo exige el Lineamiento 121 de la Política Económica y Social del Partido y la Revolución, la escuela pedagógica Félix Varela abrió sus puertas en septiembre del 2017, con 187 estudiantes. Después se unieron otros que habían iniciado la carrera en la institución homóloga de Guantánamo.

 

Unos se forman como maestros de las enseñanza preescolar y primaria; otros como profesores de secundaria básica en las especialidades de Física y Matemática. Además de maisienses y baracoenses, el centro también acoge a jóvenes de Imías. “Y si esos municipios en lo adelante demandaran otras fuerzas docentes, estaríamos en capacidad de formarlas en nuestro centro”, asegura Manuel Leguén.

Hoy la matrícula general del centro asciende a 322, para dar respuesta a las demandas de educadores en Imías, Maisí y Baracoa. Solo en este último municipio, más de seis mil niños entrarán a las enseñanzas preescolar y primaria en el próximo lustro, al tiempo que unos 60 docentes arribarán a la edad de jubilación.

 

Mas, esas predicciones no levantan temores, porque en la comunidad de San Luis, a la entrada de un minúsculo valle baracoense, la naturaleza y el hombre hicieron causa común para darle vida a un centro pedagógico que aportará sus primeros frutos en el 2020, cuando sus aulas entreguen los primeros 57 graduados. Empieza otra primavera educacional en los tres municipios más orientales de Cuba. La Félix Varela irradia saber.

escuela pedagogica baracoa4La escuela también dispone de conexión Wifi.