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Gisela Pereira, coordinadora de la organización no gubernamental Welthungerhilfe (Agro Acción Alemana, AAA)  en las provincias orientales subrayó su convicción de que Cuba revierte en beneficio de la sociedad hasta el último centavo de  la colaboración que recibe.

 

La experta expresó su satisfacción por la prisa y la transparencia con que se ejecuta el Proyecto  Manejo Sostenible de los Recursos Naturales en el Parque Nacional Alejandro de Humboldt (PNAH), sufragado por el Estado Cubano y con el cual cooperan AAA, y la Embajada de Japón.

 

Durante su encuentro con campesinos y pobladores del núcleo principal de la reserva de la biosfera Cuchillas del Toa, la representante de esa organización no gubernamental germana, constató los avances de la iniciativa, entre ellos la generalización de medidas  para conservar el suelo, bosque y agua.

 

Apreció la creación de módulos pecuarios y la capacitación en materia medioambiental de los productores y  estudiantes  de esas apartadas serranías.

 

Vilma Mustelier Jiménez, campesina de la finca Quiroga,  mostró a la visitante la materia orgánica  acumulada para acometer la siembra de coco y otros cultivos, logros que atribuye al asesoramiento  de las asociaciones cubanas de técnicos agrícolas y forestales (ACTAF) y de producción animal (ACPA).

 

Ambas organizaciones son responsables de materializar los objetivos del proyecto, el más importante de los cuales es, en palabras de Karel del Toro Pelegrín, secretario de colaboración  de la filial de ACTAF,  el fortalecimiento de las unidades de silvicultura y de la estrategia de manejo del PNAH.

 

Explicó que se contrató en el extranjero un laboratorio y equipos refrigerantes para la Estación Experimental Agroforestal, radicada en Paso de Cuba, al pie del viaducto La Farola,  responsabilizada con el material genético destinado a la resiembra de las selvas tropicales  húmedas del “Humboldt”.

 

La semilla constituye el eslabón decisivo en la cadena agroforestal, al que  siguen la creación de viveros, atención  a plantaciones y los bosques, los cuales, además  de suministrar madera, expulsan oxígeno a la atmósfera.

 

Pereira Pedrosa confesó sentirse cautivada por la consagración del colectivo, que trabaja con entusiasmo en esa tarea y no ha esperado por el equipamiento para comenzar a producir simientes  y mantenerlas a buen resguardo.

 

Entre 2011- y 2014, el PNAH acogió también un proyecto que benefició a decenas de miembros de organizaciones agropecuarias y sus familias, y junto al actual integra un  programa regional con otras dos áreas de protección.

 

Son estas el Parque Nacional José Armando Bermúdez, en Nicaragua, y la Reserva Natural Miraflor-Moropotente, en República Dominicana, ambas con características muy similares al área protegida cubana por excelencia.      

 

Fuente: ACN