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 hospital baracoa reparacionDesde la entrada, ya se aprecian los cambios que experimenta el hospital de Baracoa. Fotos: Ariel Soler Costafreda y Leonel Escalona Furones

Caminar hoy día por los pasillos del Hospital General Docente Octavio de la Concepción y de la Pedraja, del municipio Baracoa, implica encontrar una imagen muy diferente a la de años atrás. Consultas reubicadas, departamentos remozados, repellados, pintura, luces… la transformación se hace notar para bienestar de pacientes y acompañantes que concurren al principal centro médico asistencial de la Primera Villa de Cuba.

La metamorfosis inició a finales de 2014, con la construcción de un tanque séptico, dos filtros biológicos y la reparación capital de las redes externas de desechos sólidos.

Pero no sería hasta el 2015, cuando el doctor Roberto Morales Ojeda, ministro de Salud, visita la Ciudad Primada y orienta crear un plan director para reorganizar los servicios, mejorar el confort e incrementar espacios para la docencia y las consultas externas.

Inicialmente la inversión contó con 450 mil pesos y cerca de 630 mil para mantenimientos, de los cuales se ha ejecutado un millón 78 mil en un remozamiento general que se prevé concluya en el 2017.

hospital baracoa reparacion2El departamento de legrado es uno de los servicios recién inaugurados con motivo del Día de la Rebeldía Nacional y el 505 Aniversario de la ciudad. Fotos: Ariel Soler Costafreda y Leonel Escalona Furones

“Manos a la obra”

“En el 2015 inició la reparación capital del Cuerpo de Guardia de adultos y la sala Gestantes B, en la actualidad concluidas; también se impermeabilizó toda la cubierta y renovó el mobiliario clínico”, informó el doctor José Ángel Martín Cantillo, director de la institución.

En el presente año se empezó a trabajar en el departamento docente, las salas de Terapia Intensiva, Neonatológica, Ginecología y Quimioterapia, el salón de parto y cesárea, cocina- comedor, y se inauguraron el departamento de legrado, la lavandería y el almacén, con vistas a la celebración del Día de la Rebeldía Nacional y al aniversario 505 de la fundación de la Villa.

También se instalaron teléfonos en los cubículos remozados y se rejuveneción el equipamiento de climatización.

Actualmente se labora en la reanimación capital de las salas de pediatría y ortopedia, los dormitorios médicos, la caldera, y en el montaje de una nueva planta de tratamiento de agua para el servicio de hemodiálisis.

El problema más grave hoy -subrayó Martín Cantillo- es el inestable abasto de agua, lo cual indujo la reparación del tanque elevado y se proyecta conectar una turbina para suministrar el líquido a la institución hospitalaria de forma permanente.

“Durante los últimos tres años -anunció el directivo-, el centro ha recibido dos ascensores, una caldera, equipos de rayos X fijo y ultrasonido, lavadora y secadora, mobiliario y sendas cámaras de congelación para el almacén y anatomía patológica.”

hospital baracoa directorDoctor José Ángel Martín Cantillo, director del Hospital Octavio de la Concepción y de la Pedraja. Fotos: Ariel Soler Costafreda y Leonel Escalona Furones

De ayer a mañana

Hace más de 60 años, los baracoenses vieron como se levantaban las paredes de un centro asistencial, inaugurado el 13 de septiembre de 1955, con el nombre Hospital Civil de Baracoa.

Luego del Primero de Enero, en el año 1962, el doctor Octavio de la Concepción y de la Pedraja, cirujano, graduado con la calificación de sobresaliente y ejemplar trayectoria revolucionaria asumió la dirección de la institución.

Actualmente el centro con más de mil 300 trabajadores, presta servicios en 31 especialidades a pacientes de los municipios de Baracoa, Maisí, Imías y zonas aledañas, y para ingresos dispone de unas 300 camas.

En su diálogo para Venceremos, el Dr. Martín Cantillo indicó el propósito de reorganizar todos los servicios de manera tal que sea adecuado el flujo de las personas por la institución hospitalaria a tenor con las normas higiénico epidemiológicas.

Señaló como retos, inversiones en el área de consulta externa, inconclusa por falta de financiamiento desde 1992 y aseguró que se trabaja por materializar el sueño de terminar esa edificación y sumarla a las novedades y mejoras de la institución sanitaria.

El Hospital Octavio de la Concepción está acreditado como docente desde el 1982, con pre-grado (internado) y postgrado en especialidades básicas, y formación en licenciatura en Tecnología de Salud y la investigación, lo cual, unido a su proyección comunitaria, contribuye a mejorar la calidad de vida y la satisfacción de la población.

Finalmente Martín Cantillo precisó que aunque la misión principal es brindar atención integral en Cuidados de Urgencia, al Grave, Consulta Externa y a pacientes ingresados, en el Hospital General Docente Octavio de la Concepción y de la Pedraja, se trabaja por más, por la salud y bienestar de la ciudadanía.

concepcion octavio

Octavio de la Concepción y la Pedraja

Combatiente junto al Comandante Ernesto Guevara de la Serna en la epopeya del Congo, Octavio de la Concepción y la Pedraja, cuyo nombre lleva el hospital general docente de Baracoa, asaltó definitivamente la historia junto al Che, en Bolivia, como integrante del Destacamento Guerrillero.

Había nacido en La Habana el 16 de octubre de 1935, pero vivió con sus padres en el central Fernando de Dios, en Tacajó, provincia de Holguín, donde estudió hasta el sexto grado, tras lo cual regresó a la capital e hizo el bachillerato en el Colegio de Belén.

En 1952 matriculó Medicina en la Universidad de La Habana y junto al estudiantado repudió el golpe de estado de Fulgencio Batista.

Tras el cierre de la Universidad en 1958, y sin haberse graduado, regresa a Tacajó, donde se vincula a las acciones del Movimiento 26 de Julio.

Al triunfo de la Revolución fue designado Jefe de Sanidad en Guantánamo, Yateras y Baracoa, de donde partió nuevamente a La Habana a terminar sus estudios. Cumplió su el servicio social en la Ciudad Primada, donde funge como director del hospital.

A partir del 11 de diciembre de 1966 Octavio se convierte en Moro, Morogoro, Muganga o el Médico, como lo menciona el Che en su Diario, responsable de los servicios de salud en la guerrilla hasta su caída en combate el 12 de octubre en la confluencia de los ríos Mizque y Grande, en Bolivia.