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ANGEL Iñigo, escultor y creador del Zoológico de Piedras, único de su tipo en la provincia y el mundo, es padre de cinco hijos; uno de ellos, Angelito, el mayor de los varones, heredó de él no sólo el carácter y la similitud física, sino también el don de crear mágicas figuras a partir de las rocas.

El padre tiene el mérito de "haberle dado vida" a las piedras de un cafetal intramontano, a fuerza de sudor y empeño; el hijo, el privilegio de secundarlo, primero como ayudante y luego como continuador, con nuevos matices e ideas, del proyecto artístico, que ya cuenta con unas 425.

Esa visión humana del mundo de los animales existe hoy allí, independientemente del paso implacable del tiempo y la falta de recursos esenciales para la conservación de las figuras (formol, papel sanitario e hidrato de cal).

El fundador ya no está activo, pues decidió retirarse hace dos años, pero antes había asegurado la perpetuidad: "En 1988, Angelito empezó conmigo, primero como ayudante, hasta que le di paso a sus propias ideas", dice.

"Él posee mucho talento y responsabilidad, además trabaja la figura humana en su relación con los animales, tiene más de 90 esculturas en el zoológico y otros trabajos en varios municipios de la provincia", agrega este hombre de 68 años, quien está orgulloso de su prole, integrada por dos varones y tres hembras (y además por siete nietos, a quienes no los quiere dejar fuera)

"Es que -enfatiza Iñigo padre- mis hijos son buenísimos, todos trabajan y son muy buenas personas, no tengo quejas de ellos".

Cercana influencia

Angelito, en diálogo con Lomerío, afirmó: "Desde pequeño tuve vocación por la escultura, y sin dudas la influencia viene de cerca. Con apenas cinco años, y cuando aún mi papá no había empezado el zoológico, hice un caballito tallado en piedra caliza, que yo veía como lo más grande y perfecto que pudiera existir".

Cuenta que iba con sus hermanos y amigos a la loma a jugar, pero siempre interrumpía cualquier travesura para ver trabajar al padre: "Me parecía que hacía magia con sus rudimentarios hierros sobre la roca y por eso yo admiraba a aquel hombre que secándose el sudor y de rodillas sobre el suelo contemplaba la naciente obra.

"Durante la adolescencia y parte de mi juventud realicé pocos trabajos. Recuerdo que cuando estaba en el preuniversitario modelé una escultura en cera que representaba a dos luchadores en pleno combate; esta obra me motivó a seguir esculpiendo, no por el hecho de haber ganado el concurso de mi escuela, sino porque a la gente le gustó mucho", explica Angelito.

¿Cómo reaccionaba tu padre al verte hacer cualquier modelado o imitar sus obras?

"La verdad es que cuando yo era niño, él nunca quiso que fuera escultor, y trataba de desanimarme diciéndome que este era un oficio riesgoso y difícil, ya que trabajar la piedra no es tan fácil como parece; incluso yo siempre quise estudiar artes plásticas, pero nunca me embulló ni hizo ningún tipo de gestión para que incursionara en esta especialidad.

"Sin embargo el tiempo fue pasando y a medida que mi papá se percató que realmente yo podía desarrollar ese talento, entonces empezó a guiarme haciéndole correcciones a mis piezas, las que a partir de ese momento empezaron a tomar forma de su obra de arte".

Trayectoria artística

"La etapa más importante como artista la inicio al lado de mi padre. En 1987, diez años después de haber comenzado el zoológico me convierto en su ayudante y hasta hoy he logrado incorporar al sitio más de noventa esculturas.

"Tengo obras en otras provincias como Las Tunas, Holguín y Camagüey y también en el extranjero, pero las más representativas están aquí.

"A la entrada del mercado de nuevo tipo, en Manuel Tames, se encuentra una pieza realizada en piedra caliza en la que represento al típico campesino cubano mostrando los productos de su cosecha.

"Allí también se develó recientemente mi última creación, en la Sexta Edición del Festival Provincial de la Música Campesina; es una obra que representa a Reutilio Domínguez, el afamado compositor cubano y creador de la métrica guajira".

¿Cómo se siente Angelito después de vencer los riesgos que impone la profesión y esas barreras que mencionaste?

"Lo más importante es contar con el apoyo y la aceptación de mi padre, quien ha sido mi maestro en todos estos años. El dice que soy mejor que él, pero todos reconocemos que su obra es insuperable.

"Muchas personas piensan que algunas piezas mías fueron hechas por sus manos; la duda no me preocupa, pero duele que ignoren mi talento aunque se trate de un contrincante como él.

"He querido cumplir con la sociedad y mi familia. Como hijo me siento realizado porque he seguido el ejemplo de mi progenitor, pero como artista, falta mucho camino por andar"