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artista baracoa1Israel Castro Matos: “Seguiré creando obras que salgan de mi inspiración porque mi arte es mi vida”. Foto: de la autora

El arte le vino por instinto, sin escuelas ni maestros. Llenar las paredes de su casa con dibujos de flores y animales fueron los primeros pasos en el inmenso mundo de la plástica.

Pero su verdadera vocación no quedó ahí, pintar era parte de ella pero no el todo. Crear figuras, formas, eso se convirtió en una pieza imprescindible en su vida y hasta la fecha suman más de 100 las creaciones suyas dispersas por la provincia.

Entrar a su casa es como visitar una galería de arte. Por doquier encuentras estatuillas, candelabros, figuritas… adornos. Es que el hogar de Israel Castro Matos es así, lleno de las obras creadas en el pequeño taller que tiene en el patio, a las que adicionó ahora como suma y reconocimiento La Llave de la Ciudad y el título de Hijo Ilustre, recibido en el 505 cumpleaños de la Villa.

Hoy, a los 53 años de edad, este nativo de Maisí, residente en Baracoa, pero guantanamero de corazón, conversa con Lomerío sobre su pasión, inquietudes y proyectos futuros.

¿Cómo llega Castro al mundo de la escultura?

Desde los nueve años comencé a tallar. Lo hacía con los jabones nácar, de aquel entonces, los transformaba para regalarlos por el día de las madres. Así comencé sin saber que esa terminaría siendo mi vida. En eso tengo mucho que agradecerle a “El negro”, un instructor de arte que me guió y motivó para que me interesara más por esta manifestación artística.

Pero en realidad fue en el año 1987, cuando trabajaba como albañil de la Dirección de Servicios Comunales en Maisí, que el destino decide ponerme a prueba: esculpí 17 animales de cemento para crear un zoológico de piedra.

Fue así como me gané el sobrenombre de “pequeño Íñigo”.

Hábleme un poco de su trabajo

Te puedo contar que es muy difícil, porque aunque he tallado la madera, a lo que más me dedico es a trabajar con cemento, y el hecho de que sea un material que se seca rápido me obliga a hacer las cosas con más prisa y sin margen a fijarme detenidamente en los detalles, como termine la pieza se tiene que quedar, y el hecho de que el resultado final me guste y sea del agrado del público, que es en definitiva para quien trabajo, es lo parte más gratificante.

Generalmente trato temas sociales o históricos, porque es lo que me motiva.

Gracias a mi trabajo, que tanto me gusta, he participado en eventos nacionales e internacionales y soy miembro de la Asociación Cubana de Artesanos Artistas y de la Asociación Hermanos Saíz.

artista baracoa2La paloma, a la entrada de Imías, es una de las obras más conocidas del artista. Foto: de la autora

De Maisí a Baracoa, ¿cómo fue eso?

Por cuestiones laborales. Vine a la Ciudad Primada a trabajar y resulta que hace ya 20 años vivo aquí. Me enamoré de esta ciudad, pero no olvido a mi Maisí, esa siempre será mi tierra, mi primer hogar.

Aquí hice mi pequeño taller y me entregué por entero a mi arte. A Baracoa he dedicado la mayoría de mis obras, porque me gusta lo que hago y trato de hacerlo lo mejor posible para agradar al público, que es quien tiene la última palabra, aunque a veces siento que en otros lugares valoran más mi trabajo que aquí, donde está mi casa, y eso me entristece.

artistas baracoa3Actualmente el escultor reanima su pequeño Fidel, una de las creaciones más queridas. Foto: de la autora

Realmente hay muchas de sus obras en la Primera Villa, y fuera de ella también, pero, ¿cuáles son sus favoritas y por qué?

Es difícil elegir entre lo que yo mismo hice, sin embargo, si me dan a escoger diría que “Vuelo de paz y amor” y “La flor mariposa”, ambas ubicadas en el Hospital de Baracoa; “Un mundo mejor es posible”, del Turey; “Producción y defensa”, en el Jamal, “El indio de la Asunción” y el Zoológico de Piedra, de Maisí.

Estas obras son mis preferidas por el significado que encierra cada una, dedicadas siempre a temas sociales, además son trabajos en los que entregué por entero a la creatividad y el resultado le agradó mucho al público, que es lo más importante.

Las celebraciones por el Día de la Rebeldía Nacional y el 505 Aniversario de la Villa seguramente le dieron mucho quehacer…

La verdad es que sí, pero fueron generalmente trabajos de reparación. Desde restaurar columnas y capiteles, así como obras que están en la sede del Gobierno municipal, entre otras, pero lo más difícil fue trabajar en el indio de la plaza Cacique Hatuey,que estaba muy dañado por el salitre y es una pieza bastante grande.

Pero todo quedó bien, y aunque fue prácticamente contrarreloj, el resultado fue del agrado de las autoridades, tanto del municipio como de la provincia.

¿Qué novedades trae el destino para Castro, o Castro para el destino?

Por ahora tengo muchos proyectos en mente, entre ellos estoy trabajando uno para hacer una fuente en la intersección de la Avenida Camilo Cienfuegos y Ahogados, en la ciudad de Guantánamo, pero todavía no está aprobado.

Fuera de eso tengo mucho trabajo, principalmente para el sector privado, y seguir creando obras que salgan de inspiración, aunque sea para adornar la sala de mi casa, pero no voy a dejar de esculpir, porque mi arte es mi vida.

artista baracoa4El indio con el Cemí, otra de las tantas piezas que adornan el hogar de Castro. Foto: de la autora