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acera calle guantanamo

Transitar por las aceras de la ciudad de Guantánamo pudiera convertirse fácilmente en una carrera de obstáculos… sí, porque muchos factores se encargan de sepultar la utilidad primaria de estas sendas: el tránsito de manera segura del peatón por la vía pública.

 

Aunque la Ley 109 de 2010 (Código de Seguridad Vial) precisa que son "parte de la vía destinada a la circulación de peatones", la práctica demuestra lo contrario. Cada vez son más quienes olvidando la razón de ser, objeto social y valor de uso de estas sendas, cometen indisciplinas que perjudican a los usuarios.

 

Escaleras que obstaculizan el paso y obligan a caminar por la calle, tanques y sacos con desechos sólidos que, además, atentan contra la ornamentación y la higiene, camiones parqueados encima de ellas para descargar mercancía, son de los inconvenientes del día a día.

 

Súmele escombros o materiales de construcción, árboles, el tránsito y parqueo de vehículos ligeros (bicicletas y motos), la aglomeración humana, exhibición, promoción y venta de los más variados productos, en un sitio reservado al paso peatonal.

 

Como si fuera poco, hasta los postes sustentadores del tendido eléctrico y telefónico en ocasiones las obstaculizan en tramos con estrechamientos. También son valladares las verjas que abren hacia afuera en contravención de lo prescrito.

 

Otros problemas son las instalaciones hidráulicas exteriores y los huecos que al decir de Zulma Ojeda Suárez, directora del Grupo para el Desarrollo Integral de la Ciudad permanecen “imperturbables”.

 

En barreras también se erigen las “rampitas” de acceso vehicular al garaje, que aunque normadas, según precisiones de Ojeda Suárez, deben construirse de modo que no interrumpan áreas de la acera e introduzcan desniveles que puedan provocar caídas a los transeúntes.

 

Asevera Yoel Caballero Fernández, especialista de la Dirección provincial de Planificación Física, que el pique y desconche de aceras, además de violar las regulaciones urbanísticas por sobrepasar el límite de propiedad, son de las infracciones más frecuentes de las personas naturales.

 

Se requiere que los cuerpos de inspectores velen y sean estrictos en la aplicación de las medidas para que lo estipulado en reglamentos, disposiciones y cartas circulares no sea letra muerta.

 

Apostar por acabar con estos impedimentos que atentan contra la seguridad y comodidad de los transeúntes es substancial, además de una responsabilidad de las autoridades competentes y de la ciudadanía en general para que el resultado final sea una movilidad libre de barreras.

 

Cuidemos y respetemos las aceras de nuestras calles, espacios públicos exclusivamente peatonales y primordiales para la vida urbana.