La limonada clásica casi ni requiere receta por lo facilísima que es: zumo de limón, azúcar y agua en su versión más sencilla. Es mucho más sana que un refresco industrial, porque además podemos graduar a nuestro gusto la cantidad de azúcar e incluso usar edulcorantes.
Si tienen algún truco las limonadas es preparar un almíbar con el agua y el azúcar previamente; de esta forma la mezcla es mucho más homogénea y nos aseguramos de que no queda azúcar en el fondo.
Se acerca el buen tiempo y podemos servir esta maravillosa limonada en un dispensador de cristal, con el que la limonada no solo está buenísima, sino que queda preciosa.
Limonada clásica
Ingredientes (para 5-6 personas):
500 ml de zumo de limón natural, exprimido al momento
500 ml de agua fría
100 g de azúcar
Dos cucharadas de ralladura de limón
Limones adicionales para cortar en rodajas de adorno
Hielo al gusto
Elaboración:
Ponemos en un cazo 100 ml de agua con el azúcar. Con un rallador, rallamos la corteza de los limones hasta la cantidad indicada y la añadimos al agua del cazo.
Llevamos a ebullición y cocemos 10 minutos a fuego suave. Retiramos del fuego y dejamos enfriar por completo.
Cortamos los limones y los exprimimos hasta obtener la cantidad de zumo indicada.
Pasamos por un colador el almíbar para eliminar la ralladura.
En el dispensador o jarra que vayamos a utilizar, vertemos el zumo de limón, el almíbar y el resto del agua. Mezclamos bien y agregamos unas rodajas finas de limón como adorno.
Añadimos el hielo al gusto, dejamos unos minutos para que se enfríe el conjunto, cerramos la tapa del dispensador y podemos servir.