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flan de huevo perfecto 1

El flan de huevo es uno de esos postres de toda la vida. Gusta a todo el mundo y siempre sale bien, sobre todo si seguimos los pasos de esta sencilla receta para prepararlo en casa. Una cosa es segura: está más bueno que esos industriales que encontramos en el supermercado.

La cantidad de azúcar podemos adaptarla a nuestro gusto, incluso podemos endulzar con otro tipo de productos. La vainilla es opcional, pero le da un sabor muy bueno, y el caramelo, aunque podemos comprarlo hecho, es tan rápido y fácil de hacer que vale la pena prepararlo en casa.

Partiendo de la base del flan de huevo podemos animarnos a preparar de otro tipo. Como de café o de chocolate con naranja. Los veganos también tienen alternativas como este delicioso flan de plátano o de manzana y almendras.

Ingredientes Para 6-8 moldes pequeños o 1 grande

4 huevos

1 yema

500 ml. de leche entera

120 gr. de azúcar

1 rama de vainilla o esencia

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Para el caramelo

80 gr. de azúcar

20 ml. de agua

Preparación

Empezamos con el caramelo. Calentamos en un cazo a fuego bajo el azúcar con el agua. Dejamos que vaya burbujeando sin remover, y cuando tenga color oscuro apagamos el fuego. Repartimos el caramelo en nuestros moldes y reservamos. Calentamos la leche con la rama de vainilla o esencia a fuego medio hasta que empiece a hervir. Apagamos el fuego y dejamos templar.
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Batimos los cuatro huevos y la yema con una varilla, añadimos el azúcar y seguimos batiendo. Retiramos la rama de canela de la leche que ya estará templada y vamos añadiendo la leche muy poco a poco a los huevos, sin dejar de batir. Rellenamos los moldes con la mezcla de huevo batido y leche, y los tapamos con papel de aluminio. Ponemos los moldes en una fuente para horno y la llenamos con agua hasta cubrir la mitad de los moldes para que se hagan al baño María.

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Metemos los moldes en el horno, que habremos precalentado a 170º, y los dejaremos durante 50 minutos. Pinchamos con un cuchillo para ver si están cuajados por dentro, y si el cuchillo sale limpio ya podemos sacarlos del fuego. Dejamos enfriar a temperatura ambiente y luego los ponemos un mínimo de 3-4 horas en la nevera antes de consumir.