Los padres también aprenden mientras acompañan a sus pequeños en las diferentes actividades que se realizan. Fotos: de la autora
Desde que cumplen su primer añito, muchos niños integran la Educación Preescolar: ya sea en un círculo infantil o a través del Programa Educa a tu Hijo, la cuestión es que desde edades tempranas se comienza a prepararlos para su llegada al mundo escolar.
A pesar de los beneficios que ofrecen los círculos infantiles, la capacidad de matrícula siempre es limitada y, como alternativa, el mencionado Programa entra a desempeñar su papel: preparar a la familia para el desarrollo de su hijo, tanto en las ciudades o en intrincados parajes, por lo que el aprendizaje de los más pequeños está garantizado. Así sucede en el municipio de Manuel Tames.
La educación desde temprano
Manuel Tames es un territorio predominantemente rural, en el que solo existe un círculo infantil: Campanitas de Cristal.
Cabe imaginarse que la estadística en cuanto a los infantes con círculo y sin él debe estar bastante desproporcionada, y así es: “La institución educativa tiene una matrícula de 186 niños, el resto, que superan los 450, son atendidos en las vías no formales”, explica Mailenis López Urgellés, directora de ese centro.
De ahí la importancia del trabajo y que los locales programados para funcionar dos veces por semana en lugares previamente preparados para ello, tengan la calidad requerida.
“Ya sean federadas, profesores de deportes, trabajadores de la Cultura… todos los factores de la comunidad aportan personal que recibe capacitación y se convierten en ejecutoras de Educa a tu Hijo”, afirma Dayani Tabera Fernández, promotora principal del Programa en el Consejo Popular Jamaica.
Abunda, además, que en este sentido el círculo de la localidad es fundamental, pues funciona también como centro capacitador, tanto para las promotoras y ejecutoras que llevan tiempo en esa experiencia como a las que se incorporan nuevas.
De esta forma se preparan para llevar a cabo con los niños actividades físicas para reconocer figuras geométricas y también para desarrollar su lenguaje; a partir de la atención grupal en la cual participan varios niños con sus respectivos padres, o de la individual, destinada a los pequeños que viven en zonas muy distantes o que por enfermedad no pueden trasladarse.
“No importa cuán lejos viva un niño ni cuán complicada pueda ser la situación de una familia, lo primordial es llegar a todos”, enfatiza Dayani.
Las charlas con las embarazadas se realizan a diario en el Hogar Materno. Fotos: de la autora
El programa desde la Salud
Tanto los médicos como las enfermeras también tienen una participación fundamental en el programa. Desde que se concibe un bebé, la futura mamá debe ser orientada y educada en todos los centros asistenciales a los que asista, sobre las características y comportamientos que debe tener la personita que se está formando en su interior.
Dayani expresa que también las promotoras visitan los hogares maternos para preparar a las gestantes sobre la labor educativa que deben realizar para estimular el desarrollo de su futuro bebé.
“Se programan charlas diarias e intercambios, enfatizando en cómo deben tratar a sus hijos, como hablarles y acariciarlos desde que están en el vientre, y también se elimina cualquier duda que puedan tener las embarazadas sobre la gestación”, apunta Ana Luisa Dovó Wilson, enfermera responsable del Hogar Materno en Jamaica.
Aprendiendo en familia
Sobre la importancia y necesidad del Programa muchos padres afirman sentirse agradecidos de su existencia, pues es la vía que tienen a su alcance para que sus hijos se vayan preparando antes de llegar al mundo escolar, sobre todo, los que viven en lugares distantes.
En una sesión, por ejemplo, en el Hogar Materno de Jamaica las embarazadas comentaron lo mucho que aprenden durante las charlas sobre el comportamiento que deben tener durante el período de gestación y cómo deben tratar de comunicarse con su pequeño antes y después de dar a “luz”, así como entender todo lo que ocurre con los niños durante cada fase.
El Programa es una vía para que todos los padres aprendan la forma de estimular a sus pequeños y las cosas que tienen que enseñarles, como los colores, los números… y, por supuesto, la forma más efectiva y amena de hacerlo. Ahí radica la importancia de ese proyecto.
