En la edición correspondiente al viernes 20 de marzo, se publicó que personas residentes en Costa Rica, municipio de El Salvador, estaban preocupados con el funcionamiento del correo de esa localidad, pues “ahora -decía textualmente la instantánea-, con dos trabajadores nada más, cuando estos salen a labores como pago de chequera a domicilio, entrega de avisos de giro…, entre otras, el establecimiento queda cerrado…”
Juan Ruperto Pérez Pérez, director general de la Empresa de Correos en la provincia, reconoce en carta-respuesta al semanario, que en el mes de abril dos de los trabajadores de ese centro que se desempeñan como carteros, cerraron la unidad para realizar los servicios a domicilio, que es su contenido laboral, ya que la gestora comercial, encargada de las prestaciones dentro de la oficina, solicitó la baja y están en proceso para contratar a otra persona para ocupar dicho puesto.
Aunque no especifica de qué se trata concretamente, el directivo explica que se adoptaron medidas organizativas que permitan mantener el correo abierto durante la jornada de trabajo, mientras se resuelva el mencionado trámite.
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Sobre el ejemplo concreto del pollo que llegó el 27 de marzo en la mañana a la carnicería de Carretera entre Santa Rita y San Gregorio, y se acabó sin que muchos consumidores lo alcanzaran, el director de la Empresa municipal de Comercio Guantánamo, admite que, ciertamente, la Pesca tiene una deuda con la mencionada unidad de 6.38 kilogramos de pollo correspondiente a febrero y 11.90 kilogramos de marzo, cuya reclamación ya realizaron.
Asegura que tan pronto se reciba el producto se le informará a los afectados, quienes aparecen anotados en la declaración jurada confeccionada al efecto, dice la respuesta firmada Andel Amigo Sueiro.
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Al responder a la queja aparecida en la sección Instantáneas, relacionada con la cerca perimetral de la escuela secundaria básica Rafael Orejón, que a pesar de estar en reparación ya se inclina nuevamente, el director municipal de Educación manifiesta que tal situación es ocasionada por los jóvenes que juegan fútbol en el área donde radica la escuela y que está previsto que las acciones que se acometen en ese centro concluyan a finales de abril.
Pero sería bueno que tanto los directivos del centro escolar exijan respeto y disciplina en la comunidad, porque no se le puede admitir a nadie que destruya una institución estatal y aceptarlo así, de manera contemplativa, ingenua y fríamente.