La incorrecta y peligrosa práctica de que las personas que van a viajar en el tren habanero ocupen las aceras y la calle frente a la sala de espera de la Terminal, mientras los salones están desocupados, apareció en una Instantánea en la edición del viernes 11 de julio. Y aquí está la respuesta de los directivos de la empresa Ferrocarril Guantánamo...
La incorrecta y peligrosa práctica de que las personas que van a viajar en el tren habanero ocupen las aceras y la calle frente a la sala de espera de la Terminal, mientras los salones están desocupados, apareció en una Instantánea en la edición del viernes 11 de julio. Y aquí está la respuesta de los directivos de la empresa Ferrocarril Guantánamo
“En los salones de la Terminal ferroviaria existe capacidad para que todos los viajeros pernocten hasta la salida de su tren, pero ellos prefieren quedarse afuera con sus acompañantes, pues para estos últimos no tenemos capacidad…”
En la carta-respuesta, Tomás Mena Rivera, director de la mencionada Unidad Empresarial de Base, comenta que, ciertamente, el problema denunciado constituye una indisciplina social, pues produce desorden en la vía y coincide en que es incorrecta y peligrosa la práctica y que en lo que les toca a ellos van a continuar trabajando para que se resuelva el problema que, evidentemente, no les corresponde solo a ellos sino a los agentes del orden público, pues no se le debe permitir a nadie que entorpezca el tránsito porque sí.
Agrega la misiva que, incluso, desde una hora antes de la salida del tren las compañeras que trabajan en Información en la Terminal ferroviaria comienzan a llamar a los pasajeros por los altavoces para que entren a la estación y la mayoría lo hace faltando 10 o 15 minutos antes de la partida, provocando igualmente desorden y aglomeración en la puerta.
De todas maneras, sería bueno que los dirigentes de la Terminal y del sector, valoren la posibilidad de, sin permitir indisciplina, la gente pueda esperar cómodamente el tren, pues como se conoce ese habanero nuestro nunca se sabe a qué hora saldrá y la población también se queja de eso y plantea que a veces deben permanecer allí para saber si finalmente viajarán o no. También hay que tener en cuenta que nuestra población es mayoritariamente adulta y se hacen acompañar por sus hijos, nietos u otros familiares por eso de las cajas, los bultos, los maletines, etcétera. Es solo una sugerencia. A la Empresa Ferrocarril Guantánamo le toca valorar y a los agentes del tránsito actuar contra los que violan la Ley.
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De los Ferrocarriles fue igualmente la queja de una guantanamera que acudió el primero de julio a comprar un pasaje para viajar en el tren habanero, le informaron que ese mismo día se habían agotado todos los pasajes del mes y la mandaron a anotarse en la lista de espera.
La respuesta es la siguiente:
“Debemos explicar que como una de las medidas para eliminar los llamados dueños de la cola, que no permiten que la población llegue a taquilla a adquirir su boleto, nuestra dirección comercial, aprobado por la dirección de los Ferrocarriles en la provincia, estableció un sistema de pre-reservaciones que se realiza los tres primeros días del mes y se continúa la misma según las capacidades que queden disponibles. La venta se realiza con cinco días de antelación a la fecha de viaje y los que no alcancen tienen la opción de la lista de espera.
Queremos significar, dice en su carta el director de la UEB, que en el mes el tren nacional circula de 10 a 11 veces y es por ellos que cuando se realiza la pre-reservación se agotan en un periodo corto las capacidades… Este sistema se aplica desde hace un año y tiene aceptación por parte de la población, afirma Tomás Mena Rivera.