“El dengue es uno de los principales problemas de salud pública que afecta con intensidad la región de las Américas —contexto del cual Cuba no escapa— y se constituye en un desafío, pues a pesar de los esfuerzos que se han realizado para su control, el mosquito Aedes aegypti, principal vector de la enfermedad, ha logrado su expansión en virtud de las condiciones favorables para su desarrollo”, subrayó el doctor José Ángel Portal Miranda, viceministro primero de Salud Pública en la conferencia inaugural de la 14va. edición del Curso Internacional de Dengue.
¿Cuál es la situación epidemiológica de este virus a escala mundial y regional? Para responder a esta interrogante, un numeroso grupo de expertos de más de 15 países acuden desde este lunes a la cita, que sesionará hasta el próximo 21 de agosto en el Instituto de Medicina Tropical Pedro Kourí (IPK), y abordará temáticas diversas como el manejo clínico de los pacientes, los avances en las investigaciones en dengue en los temas de patogenia, vacunas, desarrollo de antivirales, genética del individuo, nuevas herramientas de control del vector, la influencia del cambio climático en el dengue y el enfrentamiento de las emergencias.
“Los factores determinantes de la transmisión del dengue están presentes: dificultades con el abastecimiento de agua potable, inadecuado sistema de eliminación de aguas residuales y desechos sólidos, sumado a la falta de ordenamiento ambiental en las viviendas y sus alrededores. Estos problemas facilitan la proliferación de criaderos del mosquito transmisor de esta enfermedad, y es sabido que toda acción que se realice para mejorar las condiciones actuales de estas determinantes tendrá un efecto directo en la reducción del riesgo de transmisión de dengue y su morbilidad”, explicó Portal Miranda.
Para el viceministro primero, este curso supone “días de intercambio fructífero para todos, que contribuirán a estrechar los lazos de confraternidad y cooperación en el campo de la salud”.
“La participación de expertos de varios países y especialidades, así como los temas incluidos en este fórum, permitirán establecer nuevas iniciativas internacionales y fortalecer las capacidades de las Américas y otras regiones del mundo para el control del dengue en momentos donde se observa un franco ascenso de esta enfermedad”, añadió.
“La sede de este evento, el Instituto de Medicina Tropical Pedro Kourí, es una institución científica cubana reconocida internacionalmente por los numerosos resultados relevantes y premios obtenidos por sus investigadores, donde algunos de sus laboratorios constituyen centros colaboradores de las Organizaciones Mundial y Panamericana de la Salud OMS/OPS, y es la máxima autoridad en el país en las disciplinas de la microbiología, parasitología, medicina tropical, así como clínica y epidemiología de enfermedades transmisibles”, dijo.
De ahí que justamente el IPK, “desempeñe un papel trascendental en la vigilancia, asistencia, diagnóstico y capacitación para el enfrentamiento a enfermedades infecciosas y tropicales en nuestro país y otras naciones, permitiendo el desarrollo de servicios altamente especializados para enfrentar los actuales retos de la salud”.
En ese sentido, el doctor Portal Miranda recordó que hoy el mundo enfrenta cambios importantes desde la perspectiva sanitaria, la salud y la enfermedad de las poblaciones. “Durante los últimos 30 años han aparecido más de 30 enfermedades infecciosas nuevas o emergentes de diversa etiología con un alto impacto. Se han citado en el siglo XXI, entre otras, epidemias de H1N1, coronavirus, SARS, influenza aviar, ébola”.
“Esta última —que comenzó en diciembre del 2013 y azotó fundamentalmente al África Occidental se convirtió en una crisis de salud pública humanitaria y socioeconómica con efectos devastadores para las familias, comunidades y países afectados—, nos recordó a todos que todavía no estamos preparados para hacer frente a brotes extensos y persistentes, manifestando la vulnerabilidad mundial a las enfermedades infecciosas emergentes”.
“Una enfermedad que afecte a un país es una amenaza para todos los otros, y las emergencias de esta magnitud requieren gran capacidad de vigilancia de las enfermedades y respuesta ante ellas”, enfatizó el doctor Portal Miranda.
Es por ello que compartir la información y ampliar el conocimiento de las enfermedades, así como fortalecer las medidas de control de infecciones en todos los niveles de servicios de salud nos permitirá estar mejor preparados; para lo cual espacios como este curso son esenciales, consideró.
Asimismo, el viceministro primero —quien presentó además a los participantes las características del sistema de salud pública cubano— llamó la atención sobre el reto que representa todavía la cobertura universal de los servicios sanitarios.
“Cada vez hay mayor convergencia entre los países pobres y los ricos con respecto a los problemas de salud que hay que resolver; y las diferencias en el estado de salud pueden evitarse mediante la aplicación de medidas razonables. Corregir esas desigualdades, las enormes diferencias sanitarias susceptibles de solución que existen dentro de cada país y entre los países, es un imperativo ético si tenemos en cuenta que la salud constituye un derecho y componente central del desarrollo humano sostenible”, expresó.
DENGUE: RESPONSABILIDAD COMPARTIDA
“Si cada persona que vive en cada país de las Américas tuviera la claridad de la importancia de mantener limpio su ambiente intra y peridomiciliario no habría dengue. Si cada persona se encargara de destruir y controlar lo que son criaderos, lugares que promueven el desarrollo y reproducción de los mosquitos y lo evitaran, no tendríamos dengue alguno”, subrayó a la prensa el doctor Luis Gerardo Castellanos, jefe de la Unidad de Enfermedades Tropicales transmitidas por vectores de la OPS/OMS.
Para el experto, el abordaje del dengue está limitado por la capacidad que las autoridades de salud tienen, en cuanto cada miembro de la comunidad no asuma su propia responsabilidad para con el control de esta enfermedad.
“Aún las comunidades responden adecuadamente cuando se tiene un problema de dengue en el medio de un brote, inmediatamente pasa la emergencia y el brote desciende pues la comunidad vuelve a tomar una posición pasiva, esperando que sea la autoridad de salud quien resuelva el problema”, señaló el doctor Castellanos.
Pero, dijo, “la comunidad debe participar, las autoridades deben mantener una alta prioridad e inversión, y Salud debe trabajar de conjunto con todos los sectores de la sociedad”. El dengue no es un problema solo del sector sanitario, es un problema nacional que envuelve educación, gobiernos, sindicatos, turismo, todos debemos trabajar. Porque todos los que están en riesgo de infestarse con dengue tienen una responsabilidad compartida para controlar esta enfermedad”, refirió el especialista.
Por otra parte, Castellanos explicó que desde el 2003 la OPS viene trabajando con los países de la región una estrategia para el control y enfrentamiento al dengue, que está siendo renovada y se relanzará el próximo año. “Se imponen medidas urgentes, el dengue sigue incrementándose sustancialmente en la región y también en el resto del mundo. No hay, hasta donde conoce la OPS, un modelo más completo, efectivo, eficiente y promisorio que lo que ofrece el modelo de gestión integrada de la OPS, razón por la cual en el 2010 la OMS decidió adoptarlo y promoverlo”.
CUBA, UNA ACTUALIZACIÓN
“Es un periodo propicio desde el punto de vista ambiental para la proliferación del vector, ante las elevadas temperaturas en combinación con aisladas lluvias. Estos factores, al confluir con problemas en el ordenamiento del medio y existir condiciones en las viviendas como los depósitos artificiales, propician un incremento de los índices vectoriales y por supuesto con ello la transmisión por el Aedes aegypti de enfermedades como el dengue”, explicó la doctora Carilda Peña García, directora nacional de vigilancia y lucha antivectorial.
“Hay un grupo de provincias en el país que son las que en este momento están marcando el incremento en la infestación por Aedes. Dentro de ellas está la provincia de Holguín, que es la que mayor complejidad tiene en este sentido, y las provincias de Camagüey, Sancti Spíritus y Cienfuegos”.
En estos territorios, subrayó la especialista, la estrategia sobre el vector es intensiva, con acciones importantes para atacar al mosquito tanto en su fase de huevo, larva, como adulto; “y en las que requerimos que la población participe de una manera activa”, especificó.
“Lo primero es la realización del autofocal familiar y laboral; no crearle condiciones al vector en la vivienda. Insistimos en los depósitos artificiales de agua como tanques, pomos, latas, bandejas de los refrigeradores, cascarones de huevos… Asimismo en que los moradores realicen una inspección minuciosa en las viviendas cada siete días, porque va en función del ciclo biológico del vector y destruir todos estos depósitos que puedan ser propicios”, dijo.
La entrevistada enfatizó en el hecho de que la población exija que el operario de la campaña realice bien su trabajo. “No podemos conformarnos con que llegue solo al patio o la sala, sino en que busque y verifique los posibles focos que pueda haber”.
“El tratamiento adulticida o fumigación como popularmente se le conoce, tiene que aplicarse desde el fondo de la vivienda y hacia la puerta ocupando todos los espacios y creando en el caso donde se utiliza el humo una niebla que no permita visualizar después que se haga. En el caso donde se fumiga con una mezcla que lo que tiene como excipiente es el agua, tiene que moverse el cañón de la bazuca en forma de u para que pueda abarcar todos los espacios. Es muy importante mantener 45 minutos la vivienda cerrada una vez que se haga el tratamiento”, refirió la doctora Peña.
No obstante, la especialista reiteró que con respecto al año anterior la situación en general es favorable, pues el nivel de procreación del vector es menor. “Mantenemos la vigilancia epidemiológica en el resto del país, así como las acciones intensivas en los lugares donde el mosquito se incrementa”.
La 14va. edición del Curso Internacional de Dengue está dedicada a la memoria del científico cubano Carlos Juan Finlay, al cumplirse el próximo 19 de agosto el centenario de su desaparición física. Fue este sabio el primero en plantear al Aedes aegypti como transmisor de la fiebre amarilla.
Fuente: Periódico Granma