Más de tres décadas dedicadas al sector eléctrico, y de ellas, casi veinte años consagrados a la Reparación y Mantenimiento de motores, -tarea que lidera actualmente en la unidad empresarial de Grupos Electrógenos y Servicios Eléctricos (Geysel), de La Habana -, lleva trabajando Bárbaro Ibardui Santana, desde que se incorporó a estas prestaciones, en los años 80.
Bárbaro ya no teme cuando tiene que partir a una provincia a cubrir situaciones de emergencia en el Sistema Electroenergético Nacional, debido a condiciones climáticas desfavorables, o tras el paso de demoledores temporales; porque su experiencia de 36 años como operario, le han permitido vivir de cerca más de un huracán, y especialmente, los que con saña, han azotado la zona occidental del archipiélago.
“Garantizar un servicio eléctrico constante y seguro a centros claves de la economía, cuando existan averías en la transmisión por la ocurrencia de ciclones, huracanes o terremotos, con la generación distribuida que posibilitan los grupos electrógenos, es nuestra misión. Nuestra empresa está concebida para reparar, mantener y generar en casos excepcionales”, me comenta al respecto.
Llegó a la provincia este miércoles, como parte de una brigada hermana de 27 hombres de Las Villas y La Habana, pertenecientes a la Unión Eléctrica Nacional.
Nomás las labores recuperativas tras el paso del potente Matthew, permitan la accesibilidad vía carretera hacia los municipios Imías, Baracoa y Maisí- tres de los más afectados durante el tormentoso evento meteorológico, pero en los que no se lamentan pérdidas de vida humana-; partirán con prisa hacia esas divisiones, distribuidos en cinco carros y un camión transportador de equipos pesados; ahora, parqueados en la sede Regino Eladio Boti de la Universidad de Guantánamo, en la urbe cabecera.
En tal contingencia que vive la provincia más oriental desde el arribo de Matthew a costas cubanas, la noche del martes cuatro de octubre; 25 grupos electrógenos de emergencia están dispuestos en la Plaza Mariana Grajales, de esta ciudad, junto a otros equipos de mantenimiento y piezas de repuesto, que aguardan traslado hacia las zonas devastadas.
“Tenemos todo organizado. Nos hemos dividido en grupos de cuatro o cinco especialistas. Y en cuanto a los grupos electrógenos, trabajaremos en la restauración de algunos, e instalaremos otros para que generen electricidad al restablecer las líneas averiadas”, por su parte refirió Ramón Prieto, al frente del contingente.
“Algunos compañeros ya se encontraban allá, y han avanzado en la recuperaron de las centrífugas por donde pasa el combustible de estos equipos, para su posterior montaje y puesta en marcha”, me explica Prieto, a lo que agrega: “Esto es una familia y estamos listos para apoyar donde sea preciso”.
La pronta llegada de esta y otras brigadas de linieros y trabajadores eléctricos al extremo suroriental del territorio cubano, garantizará el pronto restablecimiento de los servicios eléctricos al sector residencial, y varias de las instituciones y centros estatales de esos poblados.
Nuevamente la hermandad y solidaridad de cientos de cubanos de todos los sitios del país se patentiza en las horas más difíciles que afronta nuestro territorio, para el cual, se movilizan de forma rápida y ordenada, recursos humanos, técnicos y económicos que favorezcan y agilicen las diferentes labores de reconstrucción y reparación.