El olor a asfalto penetra el aire campestre más allá de los ocho kilómetros y 800 metros entre el Paso del Toa y el Puente de Neblina, en ese segmento de la Vía Mulata, mientras el vehículo rueda cómodamente sobre pavimento en casi la mitad ya beneficiado con penetración invertida y pasa junto a las máquinas y hombres que continúan la labor.
Así las fuerzas constructoras guantanameras no solo completan la restitución de este vial que, como otros de la provincia, fue dañado por las demoledoras fuerzas combinadas del huracán Matthew, sino que, junto a los de las provincias de Holguín y Granma que concluyen el alistamiento del terraplén, avanzan en la vía alternativa que pasará sobre el mayor río de Cuba hacia Cayo Güin.
Al mismo tiempo, en Paso del Toa, por donde transcurre la carretera principal, se habilitó una pasarela provisional entre las dos orillas, que se emplea para la travesía por carretera entre Baracoa y el municipio holguinero de Moa, hasta tanto se construya el puente elevado definitivo, casi junto a los restos del destruido por la creciente durante Matthew, al igual que se conservan medios para el traslado de personas y medios entre las orillas como una patana y botes.
Pero en el paso alternativo aguas arriba, también ya hay otros avances con los dentellones (losas de hormigón armado para contener la erosión de las crecidas en los aproches), ya añadidos por los constructores de la Empresa de Obras de Ingeniería número 17 (Ingeco), de Holguín, entre otros trabajos.
Estas obras en las cabezas del tenaz viaducto rasante de Neblina, existente desde los años 90, facilitan acceder a los trabajos en marcha del camino de 18 kilómetros que abren la Unión de Construcciones Militares de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR) rompiendo montes desde aquí a Cayo Güin.
El jefe de ejecución civil por la parte de la entidad constructora holguinera, ingeniero Roberto Beltrán Ramírez, está responsabilizado con las 20 obras de fábrica en ejecución, dos de ellas ya terminadas, en esa parte más intrincada, entre cerros y barrancos. “Por aquí nosotros vamos a topar con los guardias, que vienen avanzando desde Cayo Güin”, dice.
Advierte el constructor que la calidad de los trabajos ha sido positivamente evaluada por sus superiores y los inversionistas de Vialidad cuentan con los medios suficientes para el trabajo y solo los detiene en ocasiones la falta de hormigón suministrado desde Baracoa.
“Nuestra empresa -dice por su parte un buldocero de la brigada de movimiento de tierra de la constructora de obras de ingeniería número 18, de Granma- vino a Baracoa para apoyar en la recuperación desde dos días antes del huracán, y yo me trasladé después aquí, donde nunca había estado, desde Moa. Ahora que terminé aquí el movimiento de tierra me traslado para continuar en el vial alternativo de La Boruga que se construye hacia Maisí”.
La labor mancomunada de estas fuerzas para recuperar, mejorar y ampliar los importantes caminos dañados por Matthew en esta zona permitirá que al concluirse, en el primer trimestre de este año, exista un nuevo vial de 26 kilómetros y 800 metros, con un valor de 14 millones de pesos, que unirá alternativamente a Baracoa y Moa, desde Paso de Toa a Cayo Güin, rebasando el Toa por Neblina.
De ese modo serán mayores las posibilidades de mantener la vitalidad de la comunicación por tierra entre ambas orillas de la corriente de agua más caudalosa del Caribe insular, interrumpida con la crecida provocada por Matthew, el 4 de octubre último.