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debates comisionesLas palabras del General de Ejército fueron valoradas también como profundas, críticas, y pautas estratégicas a seguir. Foto: Juan Moreno

La Isla vive el momento más complejo en su dimensión político-ideológica. Es un deber urgente prepararse, saber prever, pensar la sociedad que iremos haciendo auténtica y creativamente. El razonamiento resultó el hilo que ensartó las intervenciones de los delegados e invitados al 7° Congreso del Partido, quienes en la mañana de este domingo analizaron la trascendencia del Informe Central presentado por el compañero Raúl al cónclave.

 

En la Comisión 1 —a cargo de la discusión del Proyecto de Conceptualización del Modelo económico y social cubano de desarrollo socialista—, las palabras del General de Ejército fueron valoradas como profundas, críticas, como pautas estratégicas a seguir, como un discurso esclarecedor, extraordinario por su valor para el presente y el futuro de la nación.

 

Dejó en claro, como expresaron los presentes, que la Revolución no claudicará, condición que entraña un reto para cada dirigente y partícipe del socialismo cubano.

 

Según el sentir de quienes hicieron uso de la palabra, el Informe Central debe convertirse en material de estudio para la militancia y para todos los cubanos, porque en él habitan conceptos esenciales alusivos a lo que estamos necesitando ahora, porque nos convoca a no estar inertes y a buscar las soluciones a todos los problemas que hemos tenido y a los que sobrevendrán.

 

Pelayo Terry, delegado por La Habana, calificó el informe como un documento trascendental. Subrayó la idea plasmada en el texto de que todavía resulta insuficiente la divulgación del cumplimiento de los Lineamientos del proceso de actualización. Es una responsabilidad, dijo, que compete a los profesionales de la comunicación y también a los funcionarios que deben dar información al pueblo en un mundo donde un celular basta para expandir los detalles de cualquier suceso.

 

El luchador antiterrorista René González, invitado por La Habana, definió la intervención de Raúl como un discurso programático que va más allá de lo teórico referido al desarrollo socioeconómico. Apoyó la idea de que el Informe se discuta en las estructuras del Partido, de la Juventud Comunista, y entre la población. Lo más importante de la Revolución, dijo, es el Hombre que hemos sido capaces de crear en un mundo donde las relaciones mercantiles lo rigen todo.

 

Ricardo Alarcón de Quesada, invitado al evento, recordó que la economía y la política están indisolublemente unidas. Raúl dice —siguió argumentando Alarcón— que la economía continúa siendo una asignatura pendiente y que la labor político-ideológica debe ser permanente, que debemos afianzar en nosotros la cultura antimperialista y anticapitalista, que la situación impone elevar el trabajo ideológico.

 

«Toda esta discusión es entre revolucionarios que aspiran a salvar un sistema social superior, y eso pasa por las mentes, por los corazones, por el trabajo político, que debería ser un aspecto central del proceso que vamos a continuar más allá de este Congreso».

 

El miembro del Buró Político Bruno Rodríguez Parrilla expresó que el Informe plantea un reto al Partido, a las organizaciones, a los revolucionarios. Y citó, por su importancia, un párrafo de las palabras de Raúl: «Las decisiones en la economía no pueden, en ningún caso, significar una ruptura con los ideales de igualdad y justicia de la Revolución y mucho menos resquebrajar la unidad de la mayoría del pueblo en torno al Partido. Tampoco se permitirá que como consecuencia de esas medidas se genere inestabilidad e incertidumbre en la población cubana».

 

Una pregunta necesaria se hizo Rodríguez Parrilla luego de mencionar algunos fragmentos del Informe: ¿Qué pensarán los muchachos que no ven la programación informativa de la televisión, que no leen el periódico; cómo vamos a llegar a esos jóvenes, a sus conciencias y corazones?

 

A propósito de las palabras de Raúl, el delegado Homero Acosta hizo énfasis en la importancia de preservar la unidad. «Este es el Partido de todos los cubanos», destacó, y comentó que en el Informe se reconocen nuestros principales problemas, a la vez que Raúl llama a trabajar con integralidad y sin improvisación, a hacer bien las cosas.

 

Abel Prieto, delegado por Pinar del Río, expresó que el Informe es «una plataforma extraordinaria» para toda la discusión que necesitamos, donde se habla de crear una cultura anticapitalista y antimperialista. «Hoy hay sectores en Cuba que tienen una imagen idealizada del capitalismo», alertó, y dijo que resulta fundamental el trabajo con la historia, con el maestro, con la familia, con los medios masivos, en la comunidad.

 

Tenemos que cultivar la memoria —exhortó Abel— porque el enemigo aboga y vende la filosofía de vivir el ahora. «Podemos hacer maravillas si trabajamos con integralidad. Ese es el mejor antídoto contra la subversión», afirmó el Asesor del Presidente cubano, para quien será salvadora la defensa del socialismo con alegría, lograr que los jóvenes sientan que en la defensa del socialismo está la garantía de la realización personal, y también de la nación.

 

«Si un día las transnacionales capitalistas ponen la pezuña en Cuba, se acabó todo», puntualizó Abel, quien además comentó que hay que trabajar muy duro para que eso no pase. «Este análisis colectivo tiene que ser cotidiano. Hay que poner a la gente a participar en un momento verdaderamente crucial. Cuando uno lee el discurso de Raúl ve que los desafíos son enormes, pero también ve que hay una salida».

 

Otros conceptos salvadores afloraron en esta jornada de análisis: la Revolución no es una obra del pasado; lo es del pasado, del presente y del futuro. Nuestros anhelos están claros desde hace muchas generaciones, pero hoy se trata de desarrollar los mecanismos que hagan posible la concreción de tales anhelos. Saber ser ciudadanos resulta hoy una meta impostergable. Es imprescindible hacer viable y consolidable cada idea. La escuela, como epicentro espiritual de la comunidad, está llamada a jugar un rol fundamental. La Revolución necesita dos arsenales si de defensa de trata: el bélico y el de las ideas.

 

Raúl tocó el alma de la nación

 

«Es un documento histórico, abarcador», fue la frase a la que más recurrieron delegados e invitados de la Comisión 2 del Congreso, cuando se detuvieron en el amplio examen del Informe presentado por el Primer Secretario del Partido en la jornada inaugural del magno evento.

 

Con el ánimo de argumentar el valor de lo expresado por Raúl, el delegado por Cienfuegos Abel Enrique González expresó que estábamos frente a un nuevo Programa del Moncada, por su alcance estratégico y por el balance que hace de nuestros días.

 

Raúl, sostuvo, pareciera que nos habla desde Mangos de Baraguá, porque nos presentó una guía para la acción de las presentes y futuras generaciones, que no pueden desdeñar el enfrentamiento a la subversión política, cuando se escuchan cantos de sirenas que nos invitan a renunciar a lo nuestro.

 

«De 1996 a 2015, el Gobierno de Estados Unidos destinó 284 millones de dólares para programas subversivos contra Cuba. De 1984 a 2015 dedicaron otros 797 millones para las transmisiones ilegales de tipo radial y televisiva, y este año la cifra que aprobaron para igual objetivo es de unos 30,3 millones.

 

«Y sin ir más lejos, solo tres días después de la visita de Obama a Cuba, el Departamento de Estado de ese país decidió poner casi 800 000 dólares para la formación de supuestos líderes de la sociedad civil cubana», subrayó.

 

A partir de este escenario, remarcó la importancia que reviste ponerle financiamiento al empeño de fortalecer el estudio de la Historia de Cuba, con énfasis en el legado martiano y en el pensamiento estratégico de la dirección del país, con la producción de libros y el despliegue de nuestra cinematografía.

 

Para Josefina Vidal, delegada por La Habana, en las palabras de Raúl escuchó la síntesis de lo que nos corresponde hacer a lo interno y externo, y lo que tenemos por delante. «Fue justo que en su balance reconociera lo que hemos hecho, que no ha sido poco, y todo lo que nos queda por hacer y los problemas que nos corresponde resolver, en lo que el Partido tiene una gran responsabilidad».

 

Dijo sentirse igualmente complacida con que los documentos no tengan su acabado en esta cita, porque mientras más personas se comprometan con este debate, mayores serán las contribuciones.

 

Llevar el documento a la acción

 

De las esencias compartidas por Raúl, el delegado por la provincia de Pinar del Río, Alfredo López, insistió en la trascendencia que tiene lo relativo al reordenamiento de la deuda para hacer inversiones en función del desarrollo. «Además, estamos impresionados con la brillantez con que se expuso el Informe», mencionó.

 

Antonio Matos, de Guantánamo, consideró que en este texto «tenemos una mina de argumentos y de ideas para el trabajo político-ideológico», ya que reúne el espíritu crítico que nos hará mejores militantes y seres humanos.

 

Hubo igualmente consenso en el criterio de que este Informe se traslada por ejes transversales de nuestra nación: la unidad, y el poder y la autoridad que emanan de un único Partido y lo imprescindible de su fortalecimiento.

 

Entre otros abordajes sobre lo dicho por el Primer Secretario, se calificó de prioritaria la lucha contra la corrupción, las indisciplinas sociales y por el cuidado de los recursos y bienes del Estado. «Hay que mantener la intransigencia contra las violaciones de la legalidad, por el daño que hacen a la moral y a la ética de la Revolución», fue una de las posturas que se defendió con énfasis.

 

El Héroe de la República de Cuba Ramón Labañino, invitado a esta cita, incluyó el documento entre el legado que recibimos de la Generación del Centenario, porque en él se sintetiza el alma del país. «Tenemos el deber de rendir homenaje a sus expresiones y de ser como ellos», comentó, antes de que el aplauso sellara su expresión de que este Congreso del Partido es la contundente demostración de que a pesar de las dificultades que hemos atravesado, estamos aquí y seguimos adelante.

 

El miembro del Buró Político Esteban Lazo, quien presidió el trabajo de la Comisión 2 en torno al Plan nacional de desarrollo económico y social hasta 2030: propuesta de visión de la nación, ejes y sectores estratégicos, sostuvo que esa mirada colectiva sobre este Informe, que en su opinión es una plataforma programática, teníamos que traducirla en nuestra acción cotidiana. «De aquí no se puede engavetar nada, todo hay que llevarlo a la práctica. Y tenemos el deber de sumar para que estas ideas lleguen al barrio y a la familia».

 

Toca duro todas nuestras verdades

 

El Informe Central presentado por el compañero Raúl al Congreso «toca duro todas nuestras verdades», señaló el delegado Ariel Triana en la Comisión 3 del cónclave, cuyos 312 delegados y 112 invitados han estado evaluando los resultados de la Implementación de los Lineamientos y su actualización para el período 2016-2021.

 

El documento —dijo— nos hace asumir un sentido de urgencia, de que debemos reaccionar a tiempo para que los problemas no se multipliquen.

 

Roberto López, delegado por Villa Clara, apuntó que en el documento, en apenas 48 páginas, se fue capaz de sintetizar, con precisión, todo lo acontecido entre el anterior Congreso y este. Es un ejemplo, afirmó, de sistematicidad, chequeo y control, de lenguaje sencillo y comprensible, un documento base para todo cuadro.

debates comisiones2Los asistentes se pronunciaron por el empeño de fortalecer el estudio de la Historia de Cuba, con énfasis en el legado martiano y en el pensamiento estratégico de la dirección del país. Foto: Juan Moreno

 

Juan Rodríguez, delegado por la provincia de Holguín, propuso a los miembros de la Comisión 3 que el Informe Central al 7° Congreso fuera discutido en los núcleos del Partido, los comités de base de la Juventud, en las organizaciones de masas y en todas las entidades del país, lo que fue aceptado por el grupo de trabajo.

 

Más adelante se detuvo en la necesidad de «acabar de resolver un grupo de deficiencias que nosotros mismos tenemos que solucionar». El Informe —expuso— «nos llama a ello». Ejemplificó que hoy continúan acumulándose retrasos en los pagos a las producciones de los campesinos, sin que existan razones para que esto ocurra.

 

En consonancia con el análisis crítico de la realidad del país presentada en el Informe Central al 7° Congreso, Roberto Pupo, también de Holguín, comentó que la situación económica tiene que revertirse, pero deberá ser con cuidado, porque en ocasiones —reflexionó—, tratando de resolver problemas, se adoptan decisiones y métodos que generan más problemas.

 

Sobre fijar como límite para ingresar al Comité Central del Partido los 60 años de edad, y para ocupar cargos de dirección en la organización los 70 años, Pupo expuso que la permanencia de una persona en un cargo no debe depender de los años de vida que se tienen sino de la capacidad que tenga y los resultados que obtenga. «Creemos —dijo— que la edad no debe ser una limitante».

 

Hoy, cuando el enemigo cambia de formas pero no el objetivo final, y trata de engañarnos, «se justifica más que nunca la unión de la savia de los pinos con más experiencia y la de los pinos nuevos», resumió Pupo.

 

Una lección, un llamado al combate

 

Hubo estremecimientos, irrupciones especiales a fuerza de poesía. Estuvieron los versos de Cintio Vitier, siempre con su fecunda martianidad, en la voz esta vez del Héroe de la República de Cuba Antonio Guerrero Rodríguez, como resonante ejercicio simbólico frente a esas apariencias de suavidad con que se nos acercan hoy: «No quieras con tu delicadeza que me traicione. No simules que vas a creer en mi situación».

 

En la Comisión 4, se coincidió en que el Informe Central al 7° Congreso constituye un motivo de orgullo para todos los cubanos por su meridiana claridad, por su concreción, por impulsarnos a buscar mayor calidad en los servicios y en la militancia, comentó la delegada de Matanzas, Mahara González Rodríguez, quien apostó por la búsqueda de la eficiencia en el sector del Turismo, al que pertenece.

 

Rolando González Quiñones, de Camagüey, apuntó que trabajar por la paz y la firmeza ideológica impone retos. Y para ello se requiere preparación, una superación constante en el orden político-ideológico para un mejor convencimiento, mejor diálogo. Hay que encaminar la militancia y al pueblo en general hacia la autosuperación.

 

Fue magistral la intervención de Raúl, nos dio una orden de combate y nos dijo cómo hacerlo: yendo a las esencias, fortaleciendo el trabajo del Partido con ejemplaridad, ética y sentido de pertenencia, pensando siempre cómo contribuir desde el barrio y las organizaciones de base a la lucha contra la corrupción y las ilegalidades, resaltó Ileana Fonseca Figueredo, de Granma.

 

Este es el momento de valorar con civismo dónde están los errores, y de qué factores depende la viabilidad de nuestro socialismo próspero y sostenible, expuso.

 

El coronel Irael Naranjo Silva, de Las Tunas, enfatizó en la importancia de trabajar de modo prioritario en la defensa del país, dedicarle tiempo, como se ha hecho desde el pasado Congreso hasta este, y seguir desarrollando la doctrina de la guerra de todo el pueblo, con el interés de materializar en los escenarios complejos actuales la participación masiva en estas tareas, algo que recoge de manera explícita el Informe presentado.

 

De complejo, esclarecedor y con una evaluación precisa de los aspectos cruciales que nos ocupan y preocupan en la actualidad, catalogó el discurso de Raúl la delegada espirituana Anelys Ramírez González.

 

Con el gracejo fresco y desprendido de los que representan a quienes viven y labran la tierra de nuestros campos, Miladis Santiesteban Benítez, de Granma, respaldó lo valioso de seguir trabajando «de campesino a campesino», enfocados en aumentar la producción, el acercamiento de la UJC y la ANAP, y de esta última organización a la comunidad. Y expresó agradecimientos, en nombre de una comunidad de la Sierra Maestra, a Fidel, porque su huella y su palabra están presentes por esos lares.

 

No tenemos otro destino que ser más fuertes, comentó Pedro Orlando Martínez Fernández, mientras elogió el Informe, sobre el que dijo Teresa Amarelle Boué, delegada por Las Tunas, que ha sido un verdadero ejercicio de transparencia, que es como el Partido siempre le ha hablado a nuestro pueblo.

 

El programa de la Revolución ha dignificado a la mujer cubana. Nunca se debe hablar de esta obra inmensa si no se alude al respeto, la participación y las posibilidades que se han abierto para las féminas en nuestra sociedad, refirió.

 

Iris Quintero Zulueta, delegada de Matanzas, pidió enriquecer las líneas editoriales de los medios con un Informe tan completo como este. La prensa está en la obligación de poder movilizar, y que pueda trascender. Nosotros los periodistas somos los medios de la Revolución, dijo.

 

Se trata de un discurso visionario, que tiene que convertirse en un proceso abarcador de intercambio por toda la militancia de la UJC, expuso Yuniasky Crespo Baquero, delegada de Las Tunas.

 

La invitada Carmen Rosa López compartió que hay que darles mayor participación a los trabajadores en todos los espacios, porque, como dijo Abelardo Álvarez Gil, estamos en presencia de un Informe elocuente, que nos toca a todos.

 

Como auténtica expresión de lo que somos, porque en el cubano habita de un modo único el privilegio de prodigar sus emociones, se tejió en la mañana de este domingo un singularísimo mapa, sentimental y preciso, que puso a Cuba otra vez frente al espejo, mirándose sus muchas luces, pero con el dedo en las sombras que aún afean su rostro múltiple, gracias a la fuerza y el ímpetu con que los delegados e invitados al 7° Congreso del Partido, desde las cuatro comisiones de trabajo, abrazaron con autocrítica, humildad y sentido visionario las palabras recogidas en el Informe Central de este magno evento, presentado en su apertura por el Primer Secretario del Partido, el General de Ejército Raúl Castro.

 

Y gravitó, cual esencia protectora, como punto convergente en las muchas intervenciones, la prédica martiana. No faltó el Apóstol, como tampoco dejó de estar, en letra viva, el pensamiento, la obra y la enseñanza insustituible de Fidel, en una perfecta comunión con nuestra historia, esa que ahora quieren que olvidemos. Pero cómo no recordarla, cuando hay tantos asesinados y caídos al servicio de esta obra gloriosa, dijo con verbo sobrecogido la general de brigada Delsa Esther Puebla, Heroína de la República de Cuba. Se habló de una única historia, que es la historia de la dignidad humana, que es también la historia de los jóvenes, tal como expresó entusiasmado, en la Comisión 4, el delegado villaclareño Yasser Hurtado Chinea.