¿Qué tal amigos? Bienvenido a esta nueva cita juvenil en que complacemos sus solicitudes. Hoy nuestro encuentro está dedicado a los amantes y seguidores de las melodías de Pablo Alborán.
La petición viene de Manuel David Maceo Pérez, estudiante de 9no grado, de la Escuela Secundaria Básica Daniel Llosas Preval.
Pablo Moreno de Alborán Ferrándiz es un cantautor y músico español que desde su debut obtuvo 24 nominaciones a los Grammys Latinos, tres de ellas en 2011.
El cantante ha lanzado seis álbumes de estudio, dos en vivo, 34 sencillos, 29 videos y varias colaboraciones musicales. Saturno es una de sus canciones más viscerales, con versos como Sé que tarda un tiempo curarme de ti una vez o Yo no quería amarte, tú me enseñaste a odiarte. La historia de esa ruptura sentimental tiene, además, un significado oculto que el intérprete ha relevado. "Uno piensa en las cosas que hubieran podido pasar y no han pasado. Y pasan los años y piensa en lo que pudo haber pasado: todos los proyectos que pensabas con alguien a quien querías se quedaban en el imaginario y ese imaginario nos lo ha robado Saturno, explica el malagueño, identificando el sentido que él imprimió a la letra y a la melodía de uno de sus mayores hits musicales.
En la mitología, el dios Saturno devoraba a sus hijos por culpa de un pacto previo: podría reinar, pero no tener descendencia. De ahí la canción. Es una metáfora de “cómo las personas acabamos con ciertas cosas que queremos”. El artista andaluz recurría así a los planetas y a los satélites para situar aquello que se pierde con las relaciones: los hijos, los besos, los gritos de amor…
Saturno
Vuelves en cada sueño que tengo
caigo de nuevo en tu red.
Sé que tarda un tiempo
curarme de ti de una vez.
Tuve tantos momentos felices,
que olvido lo triste que fue
Darte de mi alma,
lo que tú echaste a perder.
Yo no quería amarte,
tú me enseñaste a odiarte.
Todos los besos que me imaginé
vuelven al lugar donde los vi crecer.
Estribillo
*En Saturno viven los hijos
que nunca tuvimos
En Plutón aún se oyen gritos de amor
En la Luna gritan a solas tu voz y mi voz
Pidiendo perdón, cosa que nunca
pudimos hacer peor.
Tienes la misma culpa que tengo
Aunque te cueste admitir,
que sientes como siento.
La almohada no suele mentir
Y yo no quería amarte,
tú me enseñaste a odiarte.
Todos los besos que me imaginé,
vuelven al lugar donde los vi crecer.*
Se repite el estribillo