Con la lectura de una declaración final que reitera el apoyo solidario hacia los pueblos de Venezuela, Cuba y Nicaragua, asediados por recrudecidas acciones imperialistas, y el compromiso de multiplicar las demandas de libertad para el expresidente brasileño Luis Inácio Lula da Silva, víctima de una conspiración por motivos políticos, concluyó en Guantánamo el Sexto Seminario Internacional por la Paz y la abolición de las Bases Militares Extranjeras.
La declaración de los cerca de un centenar de pacifistas de 35 naciones presentes en el evento, subraya el compromiso de “continuar reclamando a los EE. UU que devuelvan a Cuba el territorio ilegalmente ocupado por la Base Naval de Guantánamo y demandar el levantamiento del bloqueo económico contra la isla”, al tiempo que rechazan la aplicación del título III de la ley Helms-Burton.
Según el texto, los pacifistas multiplicarán las denuncias contra “las acciones intervencionistas del imperialismo y la oligarquía contrarrevolucionaria en Venezuela, dirigida a destruir el proceso bolivariano, lo que representa, además, una clara amenaza a la paz en la región”.
Los firmantes también destacaron la utilidad del evento, que se desarrolló “en el contexto de una cada vez más compleja situación internacional caracterizada por el incremento de la agresividad e injerencismo de todo tipo del imperialismo estadounidense y sus aliados de la OTAN, empeñados en imponer sus dictados hegemónicos a costa de la libertad, independencia y la soberanía de los pueblos”.
“En la consecución de tales propósitos–consigna el documento–, la ampliación y modernización de las bases militares extranjeras constituye un componente fundamental en tanto son instrumentos de intervención directa e indirecta en los asuntos internos de los países donde están enclavadas, así como de amenazas permanente contra las naciones cercanas”.
La declaración final aprobada por los participantes en el Sexto Seminario Internacional por la paz y la devolución de las bases militares extranjeras, alerta sobre el peligro de guerra nuclear,y la necesidad de movilizar a los pueblos para evitarla y exigir el cierre de las instalaciones militares foráneas y el retiro inmediato de las tropas, de los países donde se encuentran desplegadas.
Un total de 18 disertaciones, entre conferencias, ponencias e intervenciones especiales, animaron los debates realizados del evento, que sesionó durante tres días en Guantánamo. Los participantes departieron con pobladores de la ciudad homónima y de Caimanera, también visitaron el cementerio de Santa Ifigenia, en Santiago de cuba, para rendirle tributo al comandante en Jefe Fidel castro Ruz, líder histórico de la Revolución cubana.