Imprimir

generación eléctricaA las 22:50 horas de este 17 de septiembre, ocurrió un fallo en una de las líneas de transmisión a 220 kV que enlazan Nuevitas con Holguín, como consecuencia se abre el enlace por 110 kV en la provincia de Las Tunas con el resto de las provincias orientales, informó en sus redes sociales la Unión Eléctrica.

Esta situación provoca una oscilación de frecuencia en el sistema y las salidas de operación de las unidades generadores de las Centrales Termoeléctricas Lidio Ramón Pérez en Felton Holguín y Antonio Maceo en Santiago de Cuba; además de la Central Eléctrica de Fuel Oil en Moa.

Como consecuencia se afectó el servicio eléctrico totalmente en las provincias de Holguín, Granma, Santiago de Cuba y Guantánamo, y de forma parcial en el resto de las provincias.

Se trabaja en restablecer el servicio de forma gradual durante la madrugada y el día de hoy y a su vez una comisión de especialistas investiga las causas de este hecho.

¿Cuáles son las causas del actual desafío de la generación eléctrica?

Ya son varias las semanas transcurridas desde que las afectaciones al servicio eléctrico se han vuelto recurrentes en todo el país, que en medio de las circunstancias económicas actuales hace un gran esfuerzo por mantener la generación de electricidad y, además, adquirir al efecto los combustibles necesarios, ambos procesos muy costosos para Cuba, sobre todo este último que, debido a las limitaciones del bloqueo económico, es aún más caro.

Así reflexionó el ministro de Energía y Minas, Liván Arronte Cruz, sobre la situación actual del Sistema Eléctrico Nacional y las causas que han conllevado a las interrupciones del servicio, durante el programa Mesa Redonda dedicado a ese tema.

Una cuestión esencial, consideró, es comprender cómo está conformado el parque de generación del país, cuyo 40,6 % de sus capacidades corresponde a las termoeléctricas hoy instaladas, el 21,7 % a motores a fuel oil, mientras el 21, 9 % está en motores a diésel, estas dos últimas tecnologías pertenecientes a los emplazamientos de la generación distribuida (grupos electrógenos) instalados en todas las provincias del país.

Dijo que casi el 8 % de la electricidad se produce con el gas acompañante de la producción de petróleo, 5 % con fuentes renovables de energía (agua, sol y viento) y cerca del 3 % restante se obtiene en las unidades flotantes enclavadas en el Mariel.

El titular del Ministerio de Energía y Minas (Minem) manifestó que la generación de electricidad sigue siendo una prioridad en el país, esfera a la que se destina parte de los escasos recursos financieros disponibles en la Isla, en medio de muchas necesidades, para sostener la generación y adquirir los combustibles.

«No es solo mantener la generación. También tenemos que comprar los combustibles que hacen falta para mantenerla y para el sostén de la economía. Con los precios actuales del mercado y por las primas que nos ponen, el combustible nos sale mucho más caro que como se oferta en el mercado internacional.

«Puede estar en el orden de los 150 y hasta 200 millones para comprar todo el combustible de un mes de generación. Una parte se produce en la nación, pero otra, como la de los motores diésel y a fuel oil, es combustible que hay que adquirir, así como una parte del crudo para las refinerías.

«En medio de toda la situación que vive el país, en la que hay que comprar medicinas y alimentos, están también el combustible y la generación, que significan un impacto importante en la economía. De los escasos recursos disponibles, también se le pone dinero a la generación», explicó Arronte Cruz.

Cuando la disponibilidad de la generación no cubre la demanda hay que afectar el servicio, para poder mantener una reserva que permita garantizar la estabilidad del sistema y los requerimientos de seguridad en la operación del mismo, de allí que, desde el 21 de junio, se estén produciendo afectaciones, provocadas por la propia baja generación, explicó.

Para que un sistema eléctrico funcione seguro y estable, continuó el Ministro, también hay que tener una potencia de reserva que permita satisfacer la demanda. En el caso cubano, durante los últimos meses se trabaja con reservas muy cercas o por debajo de la demanda, cuando se requiere al menos unos 500 megawatts (mw) para poder cubrir contingencias o el propio mantenimiento de las instalaciones.

De acuerdo con Arronte Cruz, las ocho centrales termoeléctricas con 20 bloques en operación, constituyen la generación base del sistema eléctrico.

«La vida útil de una termoeléctrica está entre 30 y 35 años. En nuestro caso, excepto los dos bloques de Felton, que llevan 25 y 21 años sincronizados, los demás tienen más de 30 años de explotación, y siete de ellos acumulan más de 40 años operando», acotó.

Por otro lado, subrayó, a esta generación base la asiste la generación distribuida, es decir, los grupos a fuel oil, que también trabajan el régimen base, y los de diésel, que cubren los picos y las demandas ante contingencias.

Ambos tipos de generación están afectadas por las mismas causas, pues las limitaciones tecnológicas y la falta de piezas de repuesto son comunes en ambas, lo que ha conllevado a la disminución de la disponibilidad técnica y a bajos niveles de reserva.

Mas, la situación no es mayor, porque un grupo grande de técnicos, ingenieros y obreros, buscan diariamente las soluciones a muchos de los problemas de la industria eléctrica, con innovación.

SOBRE LA GENERACIÓN Y ACCIONESPARA MEJORARLA

Con todo ello coincidió Edier Guzmán Pacheco, director de Generación Térmica de la Unión Eléctrica (UNE), quien explicó que, a partir de la utilización del crudo cubano, con entre 7 y 8 % de azufre, los ciclos de mantenimiento deben acortarse, por lo cual, aunque el diseño permitía mayor tiempo entre cada una de las paradas, ahora son más frecuentes por la agresividad del ácido sulfúrico y la alta corrosión en el interior de las calderas.

Igualmente, se deben ejecutar anualmente mantenimientos al 20 %, que implican entre 50 y 70 días en varias paradas planificadas por cada bloque y cada cinco años corresponde efectuar un mantenimiento capital, en el cual se intervienen los equipos principales y tiene una duración de entre cien y 150 días, aunque pueden extenderse hasta ocho meses.

Para que se cumplan los ciclos de mantenimiento capital en los 20 bloques se tendrían que realizar dos anualmente, además de los mantenimientos ligeros y parciales por año, señaló.

Sin embargo –subrayó–, esos mantenimientos pueden alcanzar un costo de entre 40 y 80 millones de dólares, muy elevado para la situación económica del país, hecho que ha propiciado que hoy, de los 20 bloques de generación, 18 están fuera de los ciclos de mantenimientos ligeros y parciales, y de ellos 16 están fuera de los ciclos de mantenimiento capital, e incluso algunos tienen más de dos ciclos de retraso en estos últimos.

«Por eso podemos decir que la baja disponibilidad de generación está relacionada fundamentalmente con el mantenimiento que no ha podido ejecutarse a las centrales termoeléctricas», dijo.

¿Por qué no se pueden ejecutar los mantenimientos? El Director de Generación Térmica de la UNE se refirió al respecto a la falta de materiales y piezas de repuesto para acometer las reparaciones con toda la profundidad que requieren.

Indicó que impacta en esto el retraso en la terminación y entrada de los bloques de Renté 5 (concluido en febrero), Felton 1 (planificado para abril, y concluido en julio) y Mariel 6 (se está concluyendo en septiembre), que son nuevas inversiones e incorporan 460 mw. Esto obliga a que no puedan ser sacadas escalonadamente, para mantenimiento, otras unidades que lo requerían.

El directivo enfatizó en otras causas como el impacto del bloqueo económico, las consecuencias de la pandemia, la falta de asistencia técnica extranjera en los procesos de puesta en marcha, el alto índice de averías y salidas imprevistas de los bloques.

Guzmán Pacheco dijo que se labora sin descanso para ejecutar los mantenimientos que actualmente tienen lugar en unidades como la 1 de Felton y la 6 del Mariel, esta última ya logró sincronizar.

Se diseñó un programa de mantenimiento escalonado en las termoeléctricas, pues todos los bloques no pueden salir al mismo tiempo del sistema nacional y, además, no se cuenta con los recursos para ejecutarlos al mismo tiempo, precisó.

No obstante, informó, en medio de la situación difícil que enfrenta el país, se destinó un financiamiento para la UNE, con el cual se pretenden recuperar 608 mw antes de que concluya el año.

Mientras, consideró que el papel de la industria nacional es imprescindible para buscar alternativas que sustituyan importaciones y abaraten los costos de inversión. Por ejemplo, de las 674 piezas que están en estudio, de ellas, 376 en diseño, y 262 ya están fabricadas en pruebas, específicamente para montar en motores de los bloques.

AHORRAR TAMBIÉN EVITARÁ APAGONES

Jorge Armando Cepero Hernández, director general de la UNE, explicó que los apagones responden a una realidad, en la que la demanda de corriente por día supera la potencia con la que se trabaja. «Cada provincia, en dependencia del tamaño, tiene entre cuatro o cinco bloques de afectaciones, y circuitos que son apagables. Se han planificado apagones de alrededor de cuatro o seis horas», subrayó.

Liván Arronte Cruz, titular del Minem, concluyó que se trabaja intensamente para, con ingenio y pocos recursos, resolver los problemas del sistema eléctrico cubano.

Tomado de Granma