Durante su estancia en Venceremos, los estudiantes participan en talleres prácticos donde aprenden el oficio junto a profesionales experimentados.Hay una escuela que no es de ladrillos, sino de palabras apiladas con cuidado. Los que han pasado por aquí lo saben, y lo atesoran: el periódico Venceremos es ese lugar donde el error no es un fracaso, sino la primera línea de un nuevo intento; dónde se te grava en el alma la certeza de que el periodismo solo se aprende haciéndolo.
Sesenta y tres años al servicio del pueblo cumple este semanario, y es imposible repasar su historia alejados de quienes llegan a su interior hambrientos de conocimiento y se marchan con el espíritu firme.
Como en cualquier hogar, hay cicatrices que se vuelven anécdotas, escritas con la paciencia de quien sabe que el oficio requiere golpear el texto una y otra vez hasta dar con la forma exacta. Sus paredes, testigos mudas de generaciones pasadas, saben que -aunque no todos terminen quedándose- nadie sale igual de esta casa.
Eternos aprendices
Milena: "El periódico sigue formándome. Estoy segura de que lo aprendido aquí será la base de todo lo que logre en mi carrera.El interés de Elouis Marín Rodríguez por el periodismo nace del recuerdo de ver a su papá, cada tarde, leyendo las novedades del territorio en la prensa local. No imaginaba, en ese entonces, que sería en el mismo periódico al que su progenitor se aferraba -recostado al espaldar de su silla- dónde daría sus primero pasos profesionales.
Hoy, siendo estudiante de tercer año de Periodismo, no duda al definir su experiencia en el periódico Venceremos: "Nunca me sentí extraño. Nunca sentí que no formaba parte, y eso se debe a la cálida acogida que desde el primer momento me dio el colectivo.
"Siempre están pendientes de nuestro trabajo, siempre hay interés porque mejoremos. Eso, sumado a la experiencia de ver, por primera vez, tu nombre impreso debajo de una publicación te llena el pecho de orgullo", confiesa.
Ese sentido de pertenencia lo ha llevado a dedicar gran parte de su tiempo libre a colaborar con el periódico. "Como aquí, no me he sentido en ningún otro medio, y esto se refleja en mi disposición para trabajar. Me ha permitido adquirir más experiencia porque no existen barreras, solo te limita tu propia curiosidad. El conocimiento que puedes adquirir en esta carrera es ilimitado".
Lo que más valora es la libertad creativa. "A los jóvenes nos atrae el espacio para desarrollar tus ideas, proponer trabajos, investigar sobre lo que crees que merece atención", destaca.
Sin embargo, subraya que no se trata de un camino sin guía: "Siempre te van formando, enseñando. Te explican por qué esto sí, por qué esto no, cómo hacerlo mejor. A veces, en la inmadurez, uno piensa que ya lo sabe todo, pero Venceremos te educa para que comprendas, evalúes y disciernes entre una opinión y otra".
Recién graduados, pero con la experiencia de quienes ya han enfrentado la realidad del oficio, Milena de la Caridad Cintra Alexander, José Manuel López Blanco y Sadia Libet Briñones Torreblanca comparten algo más que un título universitario: el sello imborrable de Venceremos como su escuela definitiva.
Los tres llegaron como estudiantes llenos de dudas y salieron convertidos en profesionales. Sus testimonios revelan un mismo origen, pero hoy, ya con el título en mano, confirman lo que Venceremos les enseñó: que el periodismo se ejerce desde el compromiso con la gente y sus historias.
Jose: "Venceremos es mi segunda casa, más que mi centro de trabajo. Es como una familia".José Manuel lleva ya un año como trabajador de plantilla, aunque su vínculo con el medio comenzó mucho antes. A pesar del complicado contexto de la COVID-19, aquella oportunidad marcó el inicio de su carrera.
Tras cumplir con la vida militar, López Blanco inició la carrera y, desde primer año, se integró formalmente al periódico a través de las prácticas laborales. Para tercer año, cuando los estudiantes rotan por un medio opcional, no lo dudó: escogió Venceremos.
En cuarto año, su dedicación lo llevó a ser contratado oficialmente. "Me dieron la oportunidad de estar en plantilla como trabajador, y hoy, aunque me acabo de graduar, ya llevo un año aquí", explica con orgullo. Sobre su experiencia, destaca el apoyo constante de sus compañeros y superiores: "Desde el jefe de Información hasta el director, todos me han dado consejos para mejorar la calidad de mis trabajos. Es un colectivo al que le tengo mucho cariño".
Para él, Venceremos trasciende lo laboral. "Es mi segunda casa, más que mi centro de trabajo. Es como una familia". Ese sentido de pertenencia se refleja en su visión del medio como un actor clave en la provincia. "Es uno de los más importantes de Guantánamo porque está muy cerca del pueblo. Hay quienes no lo leen, pero los que sí lo hacen valoran su profundidad en temas sociales, cultura, deportes y salud".
Milena: "El periódico sigue formándome. Estoy segura de que lo aprendido aquí será la base de todo lo que logre en mi carrera.Milena, por su parte, llegó "llena de sueños y metas, pero sin saber nada de periodismo". Hoy, con tan solo unos días de graduada, mira hacia atrás y no duda: "Aquí aprendí que no basta con que un trabajo salga bonito como quieras. Venceremos fue la escuela donde reforcé lo que en la universidad solo fue básico".
Para esta joven periodista, el medio trascendió lo profesional. "Aquí crecí, me formé, y aunque han pasado años, sigo aprendiendo". Su voz se llena de emoción al hablar del apoyo recibido: "Los tutores, la gente que hace posible Venceremos... hay quienes vienen y se van, pero la guía que dejan es magnífica".
Su vínculo con el periódico perdura, aún hoy. "Venceremos sigue formándome. Estoy segura de que lo aprendido aquí será la base de todo lo que logre en mi carrera", asegura.
Por su parte Sadia, recién graduada de Comunicación Social, llegó durante sus prácticas laborales en segundo año. "Teníamos que rotar por los tres medios de comunicación, y en mi semana en el periódico me trataron de maravilla", recuerda con entusiasmo.
La joven hace una clara distinción entre la formación académica y la experiencia en el medio: "En el aula se adquiere la teoría, pero es en Venceremos donde se aprende el valor de la Comunicación en la vida real, la responsabilidad de informar, el respeto por la verdad, y la importancia de conectar con las personas".
La formación de estos jóvenes no termina al cerrar los libros de la universidad; a veces, el verdadero aprendizaje da frutos cuando el título llega a las manos y se convierte en credencial para seguir creciendo en la redacción. Tal es el caso de Melisa Vargas, trabajadora graduada el pasado año.
Recuerda con emoción sus inicios: "Mi primer acercamiento fue previo a los exámenes de actitud de la carrera. Antes de entrar a la universidad, conocí la institución con un recorrido completo por sus áreas y empezamos con preparaciones para los exámenes".
El camino no fue sencillo. "Cuando concluyeron los exámenes, vino la COVID-19. Fuimos esa generación que no pudo entrar a la universidad de inmediato, sino que estuvo en cuarentena".
En ese periodo de incertidumbre, “nos llamaron a todos los que habíamos hecho el examen de actitud ese año y nos vincularon a distintos medios. Mi vinculación, desde el principio y permanente, fue con Venceremos".
Su bautismo periodístico llegó pronto. "Estaba en un evento y no había periodista de Venceremos. Tomé la iniciativa de hacer la foto y escribir... hasta que llegué y me topé con Ariel Soler". Ríe al recordarlo: "Ese día cambié la información como seis veces, pero fue explicándome cómo debía escribirse. Así fui creciendo".
Destaca cómo el medio fue más allá: "No solo nos acercaron para tenernos entretenidos, se dedicaron a formarnos. Todos los principios del periodismo los recibimos aquí, antes de pisar la universidad. No es como que llegas sin saber y los periodistas te miran en menos. Al contrario: aquí te apoyan, te impulsan a crecer".
Ellos forman parte del amplio grupo de jóvenes que cada año pisa Venceremos con sed de superación. Juntos, tropiezan con la solemnidad de una redacción, pero pronto descubren que es un espacio donde el miedo al error se quema en el mismo altar de la prisa y la pasión.
Maestros del oficio
Ariel Soler Costafreda, subdirector editorial de Venceremos, asegura que el medio "es una escuela hace, desde hace muchos años". Durante su más de medio siglo al servicio del periodismo en la provincia, ha atestiguado, en primera fila, la formación de los jóvenes profesionales de la prensa.
"Cuando llegan, se les hace una presentación en el matutino y se les integra a las rutinas productivas como trabajadores. Es en nuestro centro donde verdaderamente los estudiantes se convierten en profesionales, con la ayuda de la base que aporta la academia.
"Combinamos teoría y práctica. Organizamos talleres sobre la noticia como elemento fundamental del periodismo y los demás géneros, las normas de redacción del periódico y otros temas relacionados.
"Se les asignan tutores, quiénes -durante el tiempo en que están en el medio- le revisan los trabajos, les dan consejos, indicaciones y en ocasiones, los acompañan a las coberturas, para que conozcan sobre el intercambio con las fuentes".
Una vez entregados los trabajos, el proceso de aprendizaje continúa. "Participan también en la revisión editorial de lo que hacen. Esto les permite ver, de manera práctica, los errores que se cometen y, luego, las correcciones correspondientes a sus trabajos para la posterior publicación.
"Al final, como corresponde, se hace una evaluación del desempeño que han tenido durante las prácticas y -cuando es posible- se organiza una actividad de despedida, de manera tal que se sientan estimulados, asegura.
Yailín “Este sistema de trabajo estimula a los estudiantes a buscar al periódico como espacio de profesionalización”.No solo en el Departamento Informativo o en la Redacción Digital se incluyen los futuros periodistas y comunicadores. Llegan, también, hasta el Departamento de Comunicación, bajo la tutoría de Yailin Cintra Febles.
"Desde el principio, propiciamos que realicen trabajos a fines con la práctica que están realizando y que puedan aportarle al medio alguna utilidad. Esto garantiza que sean publicables, de acuerdo con los intereses y la agenda del medio.
"Tanto los estudiantes de Periodismo como los de Comunicación Social están insertados en este sistema de trabajo, que los estimula a seguir escribiendo y a seguir buscando al periódico como espacio de profesionalización. La mayoría manifiesta su deseo de regresar y de incorporarse como plantilla del periódico una vez graduados", explica.
Sesenta y tres cosechas, hasta hoy, han demostrado la vitalidad de este semillero. Lo que lo hace único no es solo la calidad de lo que produce, sino la tierra misma donde todo crece. Así se ha escrito esta historia: con las manos manchadas de tinta y la seguridad de que formar a otros es la mejor manera de honrar el oficio.
Hoy, cuando el mundo pide periodistas con raíces profundas y mirada amplia, Venceremos sigue siendo ese lugar donde se cultiva lo esencial. Y así seguirá siendo, mientras haya historias que contar y jóvenes dispuestos a sumergirse en este fuego sagrado del oficio.