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Resulta imposible hablar sobre la competición de alto rendimiento sin sus vínculos con la ciencia e innovación tecnológica, cada vez más imprescindibles para construir los triunfos.

De ahí que la investigación y la aplicación de sus resultados a se erijan de manera creciente en pilares del sistema deportivo cubano, abierto a encadenamientos que enriquecen el aporte de sus especialistas y la formación de quienes garantizarán la continuidad de un historial plagado de éxitos.

La convocatoria a la XI Convención de Internacional de Actividad Física y Deportes para el próximo mes de noviembre, o las acciones de superación y graduación de profesionales con diferentes grados científicos, son ejemplos de una filosofía de trabajo con avances destacables.

Por ello el sector celebra el Día de la Ciencia Cubana con mezcla de satisfacción y compromiso con metas superiores. En medio de merecidas felicitaciones, alienta la convicción que emana de pasos entre los que sobresale la implementación de la Suite de Inteligencia Deportiva.

El novedoso sistema automatizado, que permite múltiples usos para el diseño más completo de la preparación de los deportistas, llena de orgullo a sus creadores: expertos del Centro de Investigaciones del Deporte Cubano (CIDC) y el Parque Científico de Matanzas.

«Es una herramienta que puede transformarnos. Nunca habíamos contado con algo tan abarcador, porque antes hubo intentos aislados de construir bases de datos, pero sin el mismo formato. Este es un sistema que permite homogeneizar todo, crear una sola estructura que permita estandarizar el trabajo en todo el país con el conocimiento adquirido», resume Pavel Pino, director del CIDC y uno de los principales impulsores de este proyecto.

«Cuenta con tres subsistemas: uno que permite evaluar el rendimiento deportivo del atleta, otro para realizar estudios de contrarios y un tercero que facilita el seguimiento y control del atleta durante toda su preparación», resume a grandes rasgos denotando apasionamiento ante el amplio universo de posibilidades que proporciona esta creación.

Para quien encabezó hasta hace pocos años el Instituto de Medicina del Deporte (IMD), la utilización de la Suite no tiene límites, y gana importancia en la misma medida en que se incrementan las exigencias que priman en el deporte de alto rendimiento.

«Permitirá saber con qué talentos se cuenta y disponer de una caracterización de las figuras en desarrollo y sus avances. Los indicadores registrados dependen de los intereses de cada deporte, porque permite realizar un trabajo especializado con cada uno, en función de sus prioridades», agrega.

MULTIPLICAR EL ALCANCE

Por el momento, la presentación e implementación de la Suite ha dejado criterios positivos en 12 provincias, como parte de un programa al que próximamente deben sumarse Las Tunas, Granma y Guantánamo, y el municipio especial Isla de la Juventud.

«Al cierre de marzo debe estar funcionando en todos los territorios, lo que nos permitirá explotar todas las potencialidades de esta herramienta, desde los Juegos Escolares Nacionales. La idea es que “prenda” desde la base, pues ya está implementada en los equipos nacionales», asegura Pino.

Como principal reto no duda en señalar el riesgo de que no se exploten todas sus ventajas. Por eso insiste en la preparación de quienes deben utilizarla, vital para interpretar cada dato en beneficio de la vertiente para la que se aplique. En definitiva, para convertirla en la más eficiente “aliada”.

«No hacemos nada con construir algo que luego no cumpla su función. Hay que nutrirla y aplicarla de manera inteligente. En los Juegos Olímpicos de París 2024 se aprovechó, entre otras cosas, para analizar a los rivales de nuestros luchadores, pero está claro que esto apenas empieza, es como un niño dando sus primeros pasos y consideramos que será en este ciclo cuando rinda sus mejores frutos», confiesa el líder del CIDC.

MÁS ALLÁ DE UNA SUITE

Aunque clasifica entre sus logros más significativos, la Suite de Inteligencia Deportiva no constituye el único ejemplo de la contribución articulada desde la ciencia y las nuevas tecnologías para bien del deporte cubano.

Novedosas técnicas para la evaluación de los sistemas vestibular y el nervioso autónomo, así como avances en la dermatoglifía (relación de las huellas dactilares con las capacidades físicas) también han dejado huellas importantes.

Otro motivo para la celebración de tan importante fecha para la ciencia en la Isla resulta un kit antropométrico diseñado y conformado completamente en el país.

«Se fabricó en el Centro de Investigaciones Grito de Baire, de las FAR, con la homologación de un comité de expertos del Instituto de Medicina del Deporte, y ya están en producción los primeros 50 equipos», adelanta Pavel antes de enfatizar en que «no hay deporte sin ciencia y tecnología, que hoy son parte de su ABC».

«Creo que hay que ir al “enamoramiento” desde las facilidades que brinda la ciencia, para que entrenadores y atletas la reconozcan como imprescindible, por ejemplo, para que los entrenamientos sean cada vez más personalizados, porque nos permite lograr diagnósticos certeros desde sus evaluaciones.

»Cuba no está lejos del resto del mundo en cuanto a conocimientos. Manejamos estos conceptos al nivel de los mejores, y eso se demuestra cada día», dice sin desconocer desventajas materiales, pero feliz de ser parte de este ejército de impulsores de la ciencia que celebran su emblemática fecha aportando a la causa común.

 

 

Tomado de JIT