El presidente de la República de Cuba, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, honró el legado del líder histórico de la Revolución, Fidel Castro, durante una ceremonia emotiva en Moscú. En un gesto de profundo respeto y admiración, el mandatario cubano colocó una ofrenda floral ante el imponente monumento del Comandante en Jefe, erigido en la plaza que lleva su nombre en el distrito de Sókol de la capital rusa.

La estatua de Fidel Castro, símbolo de la lucha revolucionaria y la resistencia, representa la conexión histórica entre Cuba y Rusia, dos naciones unidas por la búsqueda de la justicia social y la independencia. La presencia del presidente Díaz-Canel en este acto subraya el compromiso continuo de Cuba con los ideales de la Revolución y la solidaridad internacional.

La ceremonia fue un recordatorio conmovedor de la profunda influencia de Fidel Castro en la política mundial y su legado perdurable como líder visionario. En un mundo marcado por cambios rápidos y desafíos constantes, la figura de Fidel sigue siendo un faro de inspiración para aquellos que luchan por un mundo más justo y equitativo.

Tomado de Granma