Cada hospital bombardeado, cada pueblo reducido a cenizas, cada niño al que se le ha arrebatado la vida en Gaza, Ucrania, El Líbano es responsabilidad del fascismo, esa «enfermedad social» que hoy envenena al mundo.
¿Será que la ambición y el poder nos han hecho menos humanos? ¿Puede tenerse la conciencia limpia y las manos manchadas de sangre? Porque «si no usamos las herramientas que tenemos para frenar el genocidio, la existencia en la Tierra se verá amenazada, se reúnen en Caracas unos 300 legisladores de 70 países, como parte del Foro Parlamentario Mundial Antifascista.
Durante la cita inaugural, Jorge Rodríguez, presidente de la Asamblea Nacional de Venezuela, significó que han sido convocados «quienes llevan la vida política de las naciones, para alzar la voz» en contra de las formas de dominación y agresión que se manifiestan a través del colonialismo, el neocolonialismo, el fascismo y el exterminio.
«En nombre del fascismo, el siglo XXI se tiñó de sangre, por eso es uno de los siglos más violentos que haya experimentado la humanidad (...) Este flagelo ha sido la estrategia a la que recurren los que se consideran dueños del mundo, para eliminar cualquier forma de rebeldía inherente a la condición humana», aseguró.
Durante la primera jornada del encuentro se abordaron, en las mesas de debate, temáticas como la democracia parlamentaria de paz; la relación entre imperialismo, fascismo y sionismo; bloqueos y medidas coercitivos impuestas a varios países; defensa de los derechos humanos; redes sociales, nuevas tecnologías y guerras cognitivas.
Además, como parte de este foro -al que asiste una amplia delegación cubana dirigida por la vicepresidenta de la Asamblea Nacional, Ana María Mari Machado- se realizan encuentros de Parlamentarismo de calle con estudiantes universitarios, de la Academia Militar Bolivariana, la clase obrera y el Poder Popular.
Durante su intervención, ante los representantes del ALBA-TCP, Mari Machado expresó que los pueblos del mundo no se equivocaron cuando recientemente dieron públicamente su apoyo a Cuba en la ONU, en pos de eliminación del bloqueo a la Isla y su inclusión arbitraria en la lista de países patrocinadores del terrorismo.
Asimismo, enfatizó en las fortalezas de las diversas fuerzas políticas que forman parte de la Alianza, para combatir la manipulación mediática acerca de la realidad actual, como ha sucedido con la Mayor de las Antillas tras el paso dle huracán Oscar y con Venezuela, luego de los comicios presidenciales.
Para el cierre, hoy, se prevé el intercambio de proyecciones acerca de la lucha contra la hegemonía unipolar del imperialismo y la disposición de que surja un Foro permanente de los parlamentarios del mundo contra el fascismo.
Tomado de Granma