Betsy Díaz Velázquez, ministra de Comercio Interior (MINCIN) precisó en Guantánamo las acciones a desarrollar para la reanimación integral del sector y la elevación en la calidad de los servicios que se prestan a la población, teniéndose entre las motivaciones principales la venidera rendición del organismo a la Asamblea nacional del Poder Popular, en julio de 2024.
El pasado 10 de enero Esteban Lazo Hernández, presidente de la Asamblea Nacional del Poder Popular y del Consejo de Estado, notificó a la titular del MINCIN la rendición de cuenta de este ministerio al Parlamento cubano, ejercicio legislativo que propulsará intercambios con la población, Diputados y Delegados de las asambleas municipales, con el objetivo de transformar deficiencias actuales, elevar la búsqueda de soluciones colectivas y mostrar la labor de los trabajadores del sector, a pesar de las complejas situaciones económicas.
Por video conferencia con todos los municipios y acompañada por Alis Azahares Torreblanca, Gobernadora de Guantánamo e Irma Cuello Masó, miembro del Buró provincial del Partido, la ministra de comercio resaltó que “la rendición de cuenta a la Asamblea Nacional debe convertirse en un movimiento de todos los cuadros y trabajadores, que permita elevar el perfeccionamiento del sector y sobre todo lograr mayor calidad en los servicios que brindamos al pueblo, al cual nos debemos”.
Son prioridades para el sector del comercio cubano el cumplimiento de los indicadores del plan de la economía, la digitalización de los procesos en las entidades y empresas, la implementación de la estrategia de desarrollo económico y social, hasta el 2023, y de las políticas y programas que impulsa el país, entre ellas la creación de casitas infantiles y atención a personas con 65 años o más.
“Se debe brindar especial atención- señaló Díaz Velázquez- al embellecimiento y renovación de la imagen de las unidades, la certificación de la contabilidad, transformaciones digitales necesarias e incremento del comercio y pago electrónico en el comercio minorista y la gastronomía popular, las inversiones y atención a las personas con menos ingresos y que reciben servicios en los comedores del sistema de atención a la familia (SAF), y la atención a los planteamientos y preocupaciones de la población”.