Vilma Leguén Avilés: “La Federación ha sido el impulso de mi vida”.Hay una satisfacción que no se puede ocultar en el rostro de Vilma Leguén Avilés. Habla con la firmeza y la dulzura que solo dan los años de entrega a una causa justa. Residente del consejo popular de Manuel Tames, se puede llegar a considerar testimonio vivo de la historia de la Federación de Mujeres Cubanas (FMC) en este rincón del Alto Oriente cubano.

Con más de 35 años como dirigente de base, de ellos más de 15 como secretaria de bloque, Vilma es un pilar en su comunidad. Su trayectoria la llevó incluso a ser cuadro profesional de la organización, una experiencia que, asegura, la formó para siempre. Hoy, su labor ha sido reconocida con el Sello Conmemorativo 65 Aniversario, una distinción que recibe con humildad y profundo orgullo.

¿Qué representa para usted la Federación de Mujeres Cubanas después de tantos años de trabajo ininterrumpido?

“La Federación ha sido mi mayor anhelo. Esta fue la organización que me impulsó a tener méritos, no solo en la delegación y en el bloque, sino también en mi centro de trabajo cuando fui cuadro profesional. Todo el resultado de mi trabajo, todo lo que he logrado, ha estado guiado por los principios de la Federación”.

La FMC arriba a su 65 aniversario. ¿Cuál considera que ha sido su papel fundamental en la sociedad cubana?

“Pienso que en estos 65 años de trabajo, la Federación ha emancipado, ha dignificado y ha guiado el trabajo de la mujer en cada uno de los sectores. Esto se ve fundamentalmente en las organizaciones de base, que es donde nosotros tenemos y agrupamos a las mujeres trabajadoras, a las amas de casa, a las jubiladas... a toda la familia en general. La FMC nos ha hecho llevar adelante lo que Vilma Espín en una ocasión soñó, y lo que Mariana Grajales nos enseñó con su ejemplo. Todas esas mujeres que durante años han conducido el trabajo nos dejaron un legado, y nosotras, las federadas de hoy, lo estamos siguiendo”.

Recientemente fue reconocida con el Sello Conmemorativo 65 Aniversario. ¿Qué sintió al recibir esta distinción?

“Mire, yo no trabajo por premios, pero al recibir este sello me he sentido muy satisfecha. Es un reconocimiento a una vida de trabajo. En esos 65 años yo he sido dirigente de base por más de 35, significa que prácticamente he dedicado más de la mitad de la existencia de la organización a trabajar por ella. Que hayan tenido en cuenta mi esfuerzo durante toda esta etapa me llena de una satisfacción inmensa”.

¿Qué mensaje les daría a las jóvenes que hoy se incorporan a las filas de la Federación?

“Que vean en la Federación el espacio para crecer, para superarse y para defender las conquistas de la Revolución. Que entiendan que esta es la organización que nos une y nos representa. El ejemplo de Vilma Espín sigue vivo en cada una de nosotras, y el futuro de la FMC está en sus manos”.

Vilma Leguén Avilés concluye el diálogo con la misma serenidad con la que empezó. Su testimonio no es solo el de una vida dedicada, sino el reflejo del espíritu de una organización que, a sus 65 años, sigue siendo baluarte y guía para la mujer cubana.