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Julio Antonio Mella 2Julio Antonio Mella, uno de los fundadores de esta organización estudiantil, tuvo un rol protagónico durante la reforma universitaria.El año 1922 dice mucho para el movimiento estudiantil en Cuba, habla de una época en que la temperatura del ambiente universitario se había elevado influenciada aún por los acontecimientos de la Universidad de Córdova en Argentina (1918), con el movimiento reformista que desde ese país hizo demandas por la libre expresión del pensamiento y nuevas metodologías de enseñanza.

En la Universidad de La Habana (UH), a cuatro años de lo sucedido en la nación austral, la situación no era muy diferente. El 10 de diciembre los estudiantes lanzaron un manifiesto que anunciaba su intención de llevar a cabo renovaciones y crear, mediante la Federación de las asociaciones de estudiantes de la colina de San Lázaro, un órgano que las aglutinara.

Así nació la Federación Estudiantil Universitaria (FEU) el 20 de diciembre del propio año, acalorada por inconformidades con la realidad cubana de aquellos tiempos, su presidencia la ocupó en los inicios Felio Marinello, estudiante de ingeniería; la secretaría general la asumió un joven en cuyos documentos universitarios se nombraba Nicanor MacPartland y era llamado corrientemente Julio Antonio Mella.

Momentos

Ya el primero de enero de 1923 la FEU inició su campaña por reformar la Universidad. El 10, su dirección convocó a una huelga de estudiantes, a la que se unieron en los días siguientes las escuelas de Segunda Enseñanza de la capital, así como escuelas privadas y religiosas.

El día 12 el verbo encendido de Julio Antonio Mella denunciaba en el Aula Magna de la UH como dolía contemplar las condiciones en que se encontraba este centro de estudios. La autonomía universitaria, la depuración de profesores incapaces y la participación del estudiantado en la conformación de los planes de estudio encausaron algunas de las líneas reformistas.

El activismo estudiantil en los tiempos de la república neocolonial podría llenar muchas páginas de la historia de Cuba, marcadas por la valentía de jóvenes que no temieron enfrentar al régimen de la época. Desfilaron como líderes de la FEU en los años anteriores al triunfo revolucionario Germán Moré, Benigno Arbezú, José Antonio Echeverría Bianchi y Fructuoso Rodríguez.

Muchas anécdotas llevan la pujanza de quienes hoy son recordados como mártires de esta organización estudiantil: sobre Rafael Trejo ha trascendido la ocasiónRafael Trejo es recordado cada en pase de lista de la FEU como uno de los mártires de esta organizaciónRafael Trejo es recordado en cada pase de lista de la FEU como uno de los mártires de esta organización. en que este se integró a un grupo que en 1927 abatió con un madero la puerta donde sesionaba un consejo disciplinario para sentenciar a un conjunto de jóvenes por derribar los carteles de propaganda del régimen machadista en la Universidad.

Otros momentos tampoco podrán olvidarse por la dosis de arrojo que guardan, como el día en que José Antonio Echeverría encabezó a quienes se lanzaron al estadio de pelota del Cerro, hoy Latinoamericano, portando una enorme pancarta en protesta a los asesinatos del régimen, suceso televisado para todo el país el 4 de diciembre de 1955.

Los recuerdos de la Carta de México que selló alianzas entre la FEU y el Movimiento 26 de Julio quedarán para siempre como paradigma de la unidad necesaria cuando se lucha por causas justas, cuyas razones y motivos quedaron refrendados en ese documento bajo la decisión de “morir o triunfar”, y ahí estuvo de nuevo José Antonio Echeverría para pactar el compromiso.

No por gusto después del triunfo revolucionario Fidel en su recorrido de la Caravana de la Libertad se desvió de la carretera Central para ir a Cárdenas, a la casa natal de José Antonio, allí abrazó a los padres del héroe. Luego ante la tumba del líder le rindió merecido tributo por las hazañas que la victoria le agradecía.

El hoy de la FEU

A 97 años de su surgimiento el activismo de la FEU ya tiene otra connotación, no lleva sangre, ni muerte, ahora habla de la vinculación de los jóvenes universitarios con tareas productivas, o las de recuperación del país ante el paso de evento meteorológicos.

No están ausentes las inquietudes ni la polémica, lo pueden afirmar los delegados al pasado congreso que se pronunciaron respecto a inconformidades con la ubicación laboral y a los pocos meses el Ministerio de Educación Superior dictaba una resolución para favorecer la inserción de los estudiantes de años terminales en sus futuros centros de trabajo de manera más sistemática.

Porque el triunfo revolucionario abrió espacios de voces para la FEU, no es casual que el primer congreso de esta organización se realizara después de 1959, y hasta ahora nueve cónclaves alimentan la historia de diálogo de la dirección del país con los estudiantes de la Educación Superior.

A casi un siglo de surgida la organización se repiensa en su labor, adopta acciones para conectar más con sus miembros, gana lugar en los medios de comunicación masiva para divulgar sus historias y convocar sus procesos, apuesta con su existencia por cada tiempo futuro con la seguridad de que tiene que ser mejor.

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