Imprimir


1 Maria MatillaMaría Josefa Matilla Clares, hija de emigrantes andaluces establecidos en el oriente cubano, nació en la ciudad de Santiago de Cuba el 14 de abril de 1908.

En 1919, con 11 años de edad, la familia se establece en La Colonia, Monte Rus, al norte de Guantánamo, pintoresca zona donde fomentan una finca cafetalera. En su infancia estudia hasta el sexto grado y en 1927 se casa con Felipe Trutié, con quien labora y fomenta El Alma, propiedad agraria dedicada también al aromático grano.

De la unión son frutos Ana, Zaila, Tisbé, José Arnaldo y Teudy Clemente, retoños educados en patrones éticos de apego al trabajo, la disciplina, ansias de superación y el amor a la familia y a la Patria.

En 1948 se trasladan a Guantánamo a pesar de lo cual se vinculan al movimiento campesino del Realengo 18 y apoyan a su líder, el ex sargento mambí Lino de las Mercedes Alvares, quien en varias ocasiones los visita en la ciudad.

Revolución se respira en la familia, cuyos miembros admiran al líder ortodoxo Eduardo Chivás y promueven las denuncias de la corrupción imperante en el país, proclamadas por este político honesto cuyo lema era Vergüenza contra Dinero.

Al fundarse el Movimiento Revolucionario 26 de Julio en Guantánamo, en 1956, el matrimonio de María forma parte de la organización clandestina y convierte su hogar (Martí entre Paseo y Narciso López) en un sitio de reuniones secretas de los combatientes revolucionarios.

En esta vivienda, el primero de agosto de 1957, junto a Demetrio Montseny Villa, jefe de acción y sabotaje del M-26-7, se discutieron y aprobaron las misiones de los revolucionarios de la ciudad del Guaso como respuesta al asesinato de Frank País, en una de cuyas acciones hieren de gravedad a su hijo Teudy, mientras su hermano Arnaldo es detenido y torturado por el servicio de inteligencia batistiano.

María Matilla es activa en la localización y traslado de recursos logísticos para la clandestinidad; en las manifestaciones públicas contra la tiranía. Junto a otras combatientes se le ve en las calles desafiando a la Tiranía, vestidas de luto, con crespones negros y gritos de “basta de derramamiento de sangre; no más asesinatos de nuestros hijos”. Así protestaron por el asesinato de Rafael Orejón Forment en diciembre de 1956 y de Omar Ranedo Pubillones en febrero de 1958.

Al crear el comandante Raúl Castro, el Segundo Frente Frank País, sus hijos Arnaldo, Teudy y Tisbé se incorporan a la guerrilla. Los agentes de la dictadura estrechan vigilancia sobre la familia y María, en Filipinas, se integra a la Columna 20 Gustavo Fraga, como auxiliar de enfermera y comparte la faena con los doctores rebeldes José A. Gutiérrez Muñiz, Rafael Parúas, Menchero y De Zayas.

Tras el triunfo revolucionario se establece con la familia en La Habana; es miliciana; trabaja en la Defensa Civil y la Cruz Roja, y se le ve en las movilizaciones de Girón y la Crisis de Octubre de 1962. Contar seis décadas de vida no le impide participar de las guardias nocturnas, las zafras del pueblo y Marchas del Pueblo Combatiente. Es activa en de los CDR y la FMC y hasta la bautizan como “la incansable María, la guantanamera”.

Medallas Combatiente de la Lucha Clandestina, Combatiente de la Guerra de Liberación y XX, XXX y XXXX aniversario de las FAR, y XX aniversario de los Órganos de la Seguridad del Estado, distinguieron el pecho de esta mujer que fallece en La Habana, a la edad de 96 años, el 28 de agosto del 2004 y cuyos restos hoy descansan en el Mausoleo del Segundo Frente.

Fuentes:
 En la línea de fuego. Comisión de Historia de la Columna 20 Gustavo Fraga.
 Archivo Histórico Provincial: Documentos de María Matilla.
 Información facilitada por Odalis Olivares Leyva, especialista del Archivo.