harry port

Si hay una saga de películas que ha marcado a las generaciones jóvenes esa sería Harry Potter. La saga cinematográfica está basada en un conjunto de novelas escritas por J.K. Rowling y representa hasta el día de hoy, un fuerte producto si de cultura popular hablamos.

La historia recorre la adolescencia y juventud de Harry Potter, un niño huérfano que descubre su habilidad para la magia y pronto asistirá a una escuela donde aprenderá a utilizar sus poderes, mientras lidera a sus amigos en sus aventuras y evita los intentos de homicidio en su contra, por parte del causante de la muerte de sus padres.

La saga se puede dividir en dos etapas fundamentales, desde la primera parte hasta la tercera donde abarca un tono más iluminado con escenografías frescas y tramas más infantiles que buscan fornar a los protagonistas para lo que está por venir. Este arco infantil de villanos poco creativos y tramas casuales se rompe en su totalidad en la tercera entrega donde inicia un proceso de maduración de la saga.

A medida que avanza la trama en general, se puede percibir un cambio de tono, temáticas más profundas relacionadas con la vida íntima de los héroes, efectos psicológicos de una guerra venidera y conflictos que van desenvolviéndose en el avance de la película, que unido a la muerte de varios personajes complejizan la historia desembocando en misterios que son desentrañados solo al final.

Algunas de las entregas, especialmente las últimas pueden sentirse muy apresuradas o incongruentes con el ritmo narrativo de sus primeras partes, la complejidad y lo denso de la trama, obliga a agilizar las acciones para mantener al espectador centrado en lo que ocurre en pantalla.

Hay que reconocer que la película intenta retratar al máximo lo que el libro refleja, pero aún así queda a deber. El papel del villano, nombrado Lord Voldemor, intenta recalcar todo lo tenebroso que la novela plasma, pero a pesar de la notable actuación de Ralph Fiennes solo percibimos un villano todopoderoso que no pudo derrotar con su ejército a unos adolescentes que no se igualan a su poder ni experiencia.

La calidad de la producción visual de los filmes sale con un sobresaliente, logrando crear un universo visualmente disfrutable e inmersivo, cabe recalcar que para su tiempo, esta película fue innovadora en los efectos especiales, la cinematografía y el diseño de producción.

Las actuaciones del trío de oro compuesto por Daniel Radcliffe (Harry Potter), Emma Watson (Hermione Granger) y Ruper Grint (Ronald Weasley) le otorgaron un plus a la película y habiendo crecido en este universo, crearon, de los personajes, su propia caracterización, hecho que les pesa hasta hoy en producciones ajenas al mundo mágico. En la saga se cuenta con actores de la talla de Maggie Smith, Gary Oldman, Alan Rickman y Michael Gambon.

Salvo algunas inconsistencias como la mencionada anteriormente, la saga del Niño que Vivió, representa uno de los productos más notables de la cultura popular donde su canción introductoria escrita por el aclamado John Williams se convirtió en un leimotif de todo lo mágico.

Pronto el canal HBO transmitirá una serie del mismo nombre que promete recoger todos los hechos ignorados por las películas originales, muchos son los que no ven la idea con buenos ojos, pero a mi parecer y habiendo crecido con dicha saga, es bueno dar una nueva oportunidad a que otros, de nuevas generaciones, se enamoren de los hechizos y los animales mágicos.  

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