Como escribir una carta de amor¿Alguna vez han escrito una carta de amor o recibido alguna? Lo cierto es que sin importar épocas, generaciones o soportes, ese gesto es uno de los más románticos y sinceros hacia la persona amada.

Hay quienes piensan que está pasado de moda pero, incluso, en las redes sociales, muchos prefieren valerse de la palabra escrita para cortejar, antes de realizar una confesión cara a cara. Aunque después, toque vivir la adrenalina o la angustia, de esperar por la respuesta durante varios días.

Una carta de amor es sumamente personal, es un encuentro a solas con el papel o el teclado, para desahogarse, dejar en evidencia lo que se piensa y se siente por alguien en particular.

Lo bueno es que no se necesita ser escritor ni poeta, tan solo con frases que salgan del corazón, como un “te extraño”, o “eres lo más importante que me ha pasado”, se puede comunicar el sentimiento de cariño que se tenga hacia la persona a la cual va dirigido el texto.

Una carta de amor es una demostración universal para cualquier tipo de relación personal, puede ir destinada para un amigo muy especial, para dejarle claro tu agradecimiento frente a su lealtad, o para el cumpleaños o fecha especial de algún familiar, porque lo importante es que busca transmitir la intención del remitente.

La historia recoge disimiles ejemplos de ese acto romántico, por ejemplo, la carta escrita por la artista Yoko Ono a John Lennon en el aniversario número 27 de su partida:

Te extraño, John (…) el dolor y la conmoción de perderte tan de repente está conmigo cada momento de cada día. Cuando toqué el lado de John en nuestra cama la noche del 8 de diciembre de 1980, me di cuenta de que seguía tibio. Ese momento ha quedado conmigo en los últimos 27 años y seguirá conmigo por siempre.

Por su parte, la cantante francesa Edith Piaf le escribió una emotiva nota al boxeador Marcel Cerdán, el 20 de mayo de 1949:

Yo te amo irracionalmente, anormalmente, locamente, y nada puedo hacer para evitarlo. La culpa es tuya, eres magnífico. Abrázame con el pensamiento entre tus brazos y piensa que nada cuenta en el mundo aparte de tú y yo.

En el epistolario cubano, también hay ejemplares sublimes como el de Amalia Simoni e Ignacio Agramonte:

(…)Sí, bella mía, quisiera oírte decir incesantemente que me quieres como no es posible querer a nadie más, y que te es necesario mi cariño; que excede a todos; cuya inmensidad no es posible exagerar y que desafía por su duración a la misma muerte, como por su constancia a las mayores contrariedades. (De Ignacio a Amalia. La Habana, octubre 3 de 1867).

Y no podía faltar, la correspondencia de nuestro José Martí, quien confesó su amor en más de una ocasión mediante sus escritos.

¿Y cómo me doblo yo, y me encojo bien, y voy dentro de esta carta, a darte un abrazo? ¿Y cómo te digo esta manera de pensarte, de todos los momentos, muy finos y penosos, que me despierta y que me acuesta, y cada vez te ve con más ternura y luz? No habrá quien más te quiera; y sólo debes querer más que a mí a quien te quiera más que yo. (Carta a María Mantilla, marzo de 1895).

5 venceremos en la calle

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