Los profesores Humberto Hodelín Carballo e Ivette Maynard Bermúdez, profesionales de la Psicología de la Salud en Guantánamo, ofrecen sugerencias para el autocontrol emocional en momentos como los que se vive hoy por la COVID-19.
Esta vez, las recomendaciones están dirigidas a la prevención de alteraciones emocionales de trabajadores y estudiantes del sector de la Salud, de quienes se desempeñan en la pesquisa activa en áreas de atención médica en los consultorios, policlínicos, centros de aislamiento, hospitales…; a todo aquel que ha tenido que dejar a un lado su hogar para estar en la primera línea de combate contra ese letal virus.
Al decir de los psicólogos, el sentir miedo ante cosas poco conocidas y altamente demandantes es normal en las personas, más aún para quienes tienen la responsabilidad de enfrentar una pandemia que deja a su paso una escalada de contagiados y muertos.
Lo cierto es que estar conscientes de la importancia de la labor que desempeñan en estos momentos de incertidumbre y dolor les ayudará a ganar seguridad, pero se necesita, además, de mucho autocontrol para combatir día tras día a la enfermedad.
Para lograr mayor autocontrol emocional y que no se afecten, en el amplio sentido de la palabra, necesitan momentos para realizar ejercicios de relajación. Ahí les va la propuesta de algunos:
• Aflojar los músculos de la cara, la mandíbula y no fruncir el ceño, dejar los labios entreabiertos.
• Tomar el aire lentamente por la nariz y retenerlo unos segundos para luego exhalar suavemente por la boca, repetir a un ritmo lento y profundo.
• Sin dejar de respirar, elegir un punto real o imaginario, fijar la visión en dicho punto, y abrir y cerrar los ojos acompasadamente sin presionar los párpados, se sentirá una sensación de pesadez o cansancio.
• Fijar la atención en el abdomen al respirar, sin dejar de parpadear, en la medida en que se repitan las respiraciones, el cuerpo se irá relajando progresivamente (repetir de cinco a 10 veces).
Sugieren, además, la práctica de ejercicios de relajación tres o cuatro veces al día, sobre todo, a la hora de descansar o dormir. Para realizarlos deberán estar cómodos: sentados o acostados. El local donde se realizan los ejercicios deberá estar ventilado, con iluminación tenue y tranquilo, y con música suave, si lo prefieren.