Este 28 de enero recordamos el natalicio del más universal de los cubanos, nuestro José Martí. A propósito de la fecha los acercamos más al Héroe Nacional, a partir de investigaciones realizadas dentro y fuera de Cuba, para develar el gran legado del Apóstol de la independencia.
Precisamente uno de los libros más interesantes es 100 preguntas sobre José Martí (Editorial Gente Nueva, Colección Juvenil, La Habana, 2012, 256 pp), de la Doctora en Ciencias Históricas, Francisca López Civeira, que aproxima a los lectores a la personalidad y pensamiento revolucionario del autor intelectual del asalto a los cuarteles Moncada y Carlos Manuel de Céspedes.
A través de interrogantes y, en admirable síntesis, se reflejan ideas y hechos esenciales que perfilan un nítido retrato del Maestro.
La amplia información reunida en esta obra literaria es presentada mediante una narración directa, amena, atractiva, en la que, inteligentemente, la autora integra textos, tanto en prosa como en verso, con la firma del autor de La Edad de Oro.
“Este libro -escribe Francisca López Civeira- (…) trata sobre una personalidad especialmente relevante. Su vida y su obra son infinitas, se proyecta desde su tiempo hacia los tiempos por venir. Escribir sobre José Martí es siempre un gran reto y también un acto de enriquecimiento a quien lo hace, tanto intelectual como humano”.
A continuación les ofrecemos algunos datos poco divulgados sobre la vida y obra de ese cubano de talla universal, que pueden encontrar en la citada obra. ¡Que los disfruten!
-Su primer maestro fue Rafael Sixto Casado, joven pedagogo que inició al niño Martí en los caminos del saber y el pensar. Ejerció una fuerte influencia desde los 7 hasta los 12 años.
-En su extensa obra periodística y literaria usó varios seudónimos, entre ellos: Orestes, Anáhuac, J. M., M. de Z. y Adelaida Ral, este último lo emplea en la novela Amistad funesta, encargada inicialmente a Adelaida Baralt, quien luego le trasladó dicha misión a Martí.
-En La Edad de Oro, José Martí le dedicó el poema “Los zapaticos de rosa” a “A mademoiselle Marie”, la niña María Mantilla.
-En el poema IX, de los Versos sencillos, Martí habla de una “almohadilla de olor” que le regalara María García Granados, “La niña de Guatemala”, obsequio que actualmente atesora la Fragua Martiana.
-Al parecer, la belleza y erotismo de la dama Carolina Otero, más conocida como “La bella Otero”, inspiraron al Apóstol a escribirle los conocidos versos de “La bailarina española”, luego de asistir a una de las presentaciones de la artista, quien estaba de gira por Nueva York en 1890.
-El primer entierro de Martí fue en el cementerio del poblado de Remanganaguas, en una fosa común, debajo del cuerpo de un militar español, en contacto directo con la tierra y prácticamente desnudo, despojado de toda su ropa, excepto del pantalón.
-Documentos hallados en una logia de la ciudad de Cienfuegos confirman la afiliación masónica de José Martí, quien estuvo influenciado por su maestro José María de Mendive. A los 18 años ya militaba en esa afiliación. Los testimonios del doctor Francisco Solano Ramos y su amigo Fermín Valdés Domínguez son pruebas documentales que lo confirman, así precisó el doctor Eduardo Torres Cuevas.
-Martí tenía inclinación por la pintura. En sus libretas de notas realizaba dibujos y bocetos que lo llevaron a matricular en la Academia de Pintura y Dibujo San Alejandro.
-Pintaba, por lo general, pequeños dibujos de vasijas, piezas precolombinas, y otras figuras en los márgenes de las hojas de papel donde escribía. En los bocetos reflejó el modo de verse a sí mismo y lo que no alcanzaba a decir con palabras.