Cada 14 de noviembre se conmemora el Día Mundial de la Diabetes y, este año, se desarrolló bajo el lema Acceso a la atención de la diabetes, una oportunidad para crear conciencia sobre el impacto de esa enfermedad y conocer los pasos para su prevención, diagnóstico y manejo.
La diabetes es un gran desafío para quienes la padecen y más, en estos tiempos de COVID-19. Actualmente hay más de 300 millones de personas que viven con ese padecimiento, y se espera que incremente aceleradamente la cifra para el 2030.
Esta enfermedad es una afección crónica que se desencadena cuando el organismo pierde la capacidad de producir suficiente insulina (hormona que se produce en el páncreas, y permite que la glucosa de los alimentos pase a las células del organismo donde se convierte en energía para hacer funcionar los músculos y tejidos) o de utilizarla con eficacia.
Una persona con diabetes no absorbe la glucosa adecuadamente, de modo que esta queda circulando en la sangre (hiperglucemia) y daña los tejidos con el paso del tiempo.
Complicaciones
Puede provocar severas complicaciones, como enfermedades cardiovasculares, insuficiencia renal, ceguera… o amputación de extremidades inferiores, por tanto es imprescindible vigilar la tensión arterial y mantener los niveles adecuados de colesterol y de glucemia en sangre.
Los antecedentes familiares de la enfermedad también constituyen un riesgo, pero cumplir con la dieta y las indicaciones de los especialistas, realizar ejercicios físicos, y no consumir alcohol y ni tabaco pueden contribuir a llevar una vida normal.