abeja 3¿Sabías que para producir un kilogramo de miel hace faltan 180 mil kilómetros de vuelo, más el néctar de millones de flores y el trabajo de 2 mil 500 abejas? Diría yo que es demasiada labor para esos pequeños insectos.

Las abejas no solo hacen miel. Realizan algo esencial para la diversidad de las plantas en el mundo: la polinización. Su preservación y la de su hábitat nos beneficia a todos.

Para nadie es un secreto que buena parte de los alimentos producidos en el mundo dependen de la polinización, que es un proceso fundamental para la supervivencia de los ecosistemas, esencial para la producción y reproducción de muchos cultivos y plantas silvestres. Los polinizadores no solo contribuyen directamente a la seguridad alimentaria sino que, además, son indispensables para conservar la biodiversidad.

Debido a esto, y también a la amenaza que representan los efectos de diferentes actividades humanas -como los cambios en el uso de la tierra, las prácticas de agricultura intensiva y el empleo de plaguicidas, así como la contaminación, las plagas, las enfermedades y el cambio climático- la Asamblea General de las Naciones Unidas, conjuntamente con Eslovenia -país que forma parte de la Unión Europea-, decidieron establecer el 20 de mayo como el Día Mundial de las Abejas.

La celebración de esta fecha tiene como objetivos llamar la atención de la población mundial sobre la importancia de salvaguardar a las abejas, recordar que dependemos de las ellas y de otros polinizadores, protegerlas para contribuir de forma significativa a resolver los problemas relacionados con el suministro mundial de alimentos, tratando de eliminar el hambre en los países desarrollados y detener la pérdida de la biodiversidad y la degradación de los ecosistemas.

Los estudios de las Naciones Unidas y la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza muestran que las abejas han logrado significativamente disminuir, lo que implica un serio peligro para la agricultura y la especie humana.

Por ende, es justo que todos sembremos conciencia ecológica para que las abejas sigan, de flor en flor cosechando la dulce miel, que tanto beneficio nos reporta a todos.

Estos diminutos e incansables insectos viven menos de 40 días, “visitan” hasta mil flores y producen menos de una cucharadita de miel. Para nosotros es solo una simple cucharadita, pero para una abeja, es toda una vida. ¡Gracias abejas!

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