¡Hola, amigos de Contigo! Con el verano en su punto más caluroso, nada mejor que descubrir sabores que nos transporten a la brisa del Caribe. Hoy les presentamos los yaniqueques, una delicia callejera dominicana simple y versátil. Estas masas fritas, crujientes y doradas son ideales para disfrutar en la playa, como merienda o incluso como base para creativos rellenos.
Ingredientes
2 tazas de harina
1 cucharadita de polvo para hornear (opcional)
1 cucharadita de sal
Mantequilla derretida, al gusto
3/4 taza de agua
Instrucciones
- Mezclar la harina, el polvo de hornear y sal en un bol. Incorporar la mantequilla derretida y mezcle hasta integrar completamente.
- Añadir agua gradualmente (un cuarto de taza cada vez), amasando hasta obtener una textura manejable que no se adhiera a los dedos.
- Separar la masa en pequeñas porciones iguales y extender cada una con rodillo sobre superficie enharinada, creando círculos delgados. Mientras más fino quede cada porción, mejor será el resultado.
- Perforar cada disco con tenedor para evitar que se inflen durante la fritura. Calentar aceite a fuego medio-bajo y freír los discos hasta dorar uniformemente.
Para mejores resultados, se puede añadir más harina si la masa sigue pegajosa después de agregar el agua, y embarrarse las manos con un poco de aceite, para evitar adherencia al estirar la masa.
La clave está en la temperatura del aceite al freír: demasiado caliente quemará el exterior dejando el interior crudo, mientras que muy frío absorberá exceso de grasa.
Los yaniqueques se disfrutan a cualquier hora del día y se adaptan a todos los gustos. Pueden comerse salados, con kétchup, acompañados de chocolate caliente, o enhuesados con queso. También se sirven doblados como empanadas o rellenos de carne, verduras y queso.
Incluso existen versiones dulces: bañados con miel se convierten en un postre crujiente y versátil. Esta adaptabilidad los ha consolidado como un ícono de la gastronomía callejera dominicana.