Cesar Pérez Cruz fue el primer juez internacional de sóftbol de Cuba. Uno de los más grandes árbitros en la historia de Guantánamo se fue a otra dimensión y dejó un vacío en su familia, amigos, sus compañeros de trabajo y en todo el movimiento deportivo de Cuba.
El gran Cesar Pérez Cruz, el amigo jaranero, bromista y bonachón, pero también responsable, honesto y serio en su trabajo, deja un legado para las nuevas generaciones de árbitros.
Participó en cuatro Juegos Panamericanos, dos Juegos Centroamericanos y del Caribe, un Torneo Preolímpico, un Torneo Premundial, además de múltiples campeonatos nacionales y provinciales de softbol, béisbol y últimamente de baseball 5.
El pequeño gigante del Guaso representó al arbitraje cubano en una gran cantidad de países, demostrando su calidad en la difícil profesión a la que se entregó en cuerpo y alma.
Pelotero primero, sofbolista después, árbitro por siempre, DESCANSA EN PAZ, eres grande y te despedimos con la frase que muchos empelaban para saludarte cuando se te veía en el estadio Van Troi, en la calle o en algún evento deportivo: "Al César lo que es del César”.