España ha vuelto a llevar a la Unión Europea su propuesta para que se reconozca oficialmente en el bloque comunitario al catalán, el euskera y el gallego.

A su llegada al Consejo de ministros de Asuntos Generales de la Unión Europea, el ministro de Asuntos Exteriores de España, José Manuel Albares, recalcó este martes en que la medida se “circunscribe exclusivamente a España”, ante el temor de que este reclamo se extienda a lenguas regionales de otros países.

La oficialidad del catalán en el ámbito europeo es una de las medidas exigidas por Junts per Catalunya, la formación del expresidente Carles Puigdemont para apoyar la futura investidura de Pedro Sánchez como presidente del Gobierno para la próxima legislatura.

Albares ya llevó a Europa esta iniciativa a mediados de septiembre, aunque entonces apenas fue debatida, a la espera de que se aportaran informes económicos y técnicos para poder sopesar la propuesta.

En rueda de prensa, Albares sostuvo que la inclusión de las tres lenguas en el régimen lingüístico de la Unión Europea está más cerca y aseguró se ha mantenido “un debate constructivo con un ambiente positivo”, además de que varios países han manifestado su apoyo explícitamente.

Coste y caso único

El jefe de la diplomacia española ha reiterado que España asumirá íntegramente la financiación de la iniciativa. Así, detalló que la Presidencia del Consejo de la Unión Europea había solicitado la semana pasada los informes de impacto presupuestario y material a los servicios de la comisión, de cara a cumplir el compromiso de asumir los costes de traducción e interpretación.

Además, Albares destacó que la reforma idiomática se circunscribe exclusivamente a España, debido a sus condiciones específicas, que convierten a las lenguas españolas en un caso único en el seno de la Unión Europea.

En ese particular, precisó que la oficialidad de los tres idiomas está recogida en la Constitución Española y que las lenguas son utilizadas en el Parlamento español, tanto en el Senado como en el Congreso. Además, destacó que desde hace décadas existen acuerdos administrativos con casi todas las instituciones europeas, a excepción del Parlamento Europeo.

El ministro español también ha insistido en el amplio uso de las lenguas regionales españolas, destacando el caso del catalán, cuyos hablantes superan los 10 millones de personas, un número muy superior a la de la mayoría de los idiomas representados en el Europarlamento.

Letonia y Finlandia muestran recelos

El ministro de Asuntos Exteriores de Letonia, Krisjanis Karins, se ha mostrado muy crítico a su llegada a la reunión, tras descartar que en este momento sea prioridad la ampliación del número de lenguas utilizadas en la Unión Europea.

“No creo que en este momento este sea el tema número uno que debamos discutir. Tenemos muchos temas sobre la mesa, tenemos la geopolítica y la posición estratégica de Europa en el futuro. Esto es en lo que creo que debemos dedicar nuestro tiempo ahora mismo”, ha afirmado el titular letón, según recoge El Periódico.

El ministro finlandés, Anders Adlercreutz, también ha mostrado algunas dudas, aunque con mayor predisposición a solucionarlas.

“Tenemos la esperanza de lograr esas respuestas hoy”, afirmó el responsable finlandés, tras reconocer que “usar tu propio idioma en todas las comunicaciones forma parte de tener la mejor representación posible”.

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