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Señales de preocupante sospecha ha suscitado la noticia de que, en medio del conflicto internacional latente por el allanamiento militar de la Embajada de México en Quito, que ha recibido la repulsa de muchos gobiernos, el presidente de Ecuador, Daniel Noboa, notificó a la Asamblea Nacional (Parlamento) que viajará a Estados Unidos por motivos personales, hasta el próximo 13 de abril.
Mientras, la canciller de Ecuador, Gabriela Sommerfeld, afirmó que un pedido de disculpas a México no está sobre la mesa en este momento, e insistió en justificar el allanamiento a la Embajada para apresar al exvicepresidente Jorge Glas.
Hasta la Organización de Estados Americanos (OEA), con todo y su bien ganada fama de injerencista, condenó la invasión a la sede diplomática.
En cuanto a Glas, su abogada Sonia Vera ha publicado en la red social x que se encuentra en huelga de hambre, en una prisión en Guayaquil, como protesta por su arresto.
En un video vía Zoom, con declaraciones del expresidente, publicado por Vera, dice «El asilo no me dio la libertad, pero me dio la dignidad de ser un perseguido político».
Tomado de Granma
