Ángel Luis Brown CavaA sus 63 años, Ángel Luis Brown Cava más que un trabajador consagrado es testimonio vivo de la historia y la evolución en las telecomunicaciones de Guantánamo Su prontuario apunta más de cuatro décadas de labor ininterrumpida en el sector como especialista del área de redes de la División Territorial de Etecsa y ha sido protagonista silencioso de avances, desafíos y transformaciones.

Siendo reconocido recientemente con la Medalla Mario Muñoz Monroe, por 25 años de trabajo ininterrumpido, compartió con Venceremos sus experiencias en el sector.

¿Cuándo comenzó su vínculo con la empresa?

Empecé cuando esto era la Empresa Integral de Comunicaciones, hace más de 40 años. Aunque hace rato debía haber recibido la medalla por los 25 años de servicio, lo cierto es que hoy ya paso los 40, y sigo aquí. Me sorprendieron con ese reconocimiento ahora, pero lo agradezco igual. Nunca he dejado el barco.

¿Qué funciones ha desempeñado a lo largo de su trayectoria?

He pasado por varias responsabilidades que me llenan de orgullo. Fui jefe del Grupo provincial de Inversiones e Instalación durante más de cinco años. Luego asumí la vice dirección de Aseguramiento en la antigua empresa integral. Con la fundación de ETECSA, pasé a dirigir la Unidad Operativa, antes conocida como Agrupación de Intervención Técnica. Allí atendíamos desde la planta interior hasta torres, antenas, sistemas energéticos y pizarras. Era una responsabilidad enorme.

Actualmente soy especialista en el área de operaciones de la red, específicamente en el grupo de red de acceso, encargado de la planta interior, incluyendo mantenimiento, inversiones y todo lo relacionado con linieros, reparadores y empalmadores.

¿Qué ha significado para usted trabajar en este sector?

Para mí ha sido más que un trabajo, ha sido una forma de vida. Estudié para esto, lo disfruto. Me ha tocado participar en múltiples contingencias, en eventos hidrometeorológicos por todo el país: desde Pinar del Río hasta Las Tunas, además de los que han impactado nuestra provincia. Siempre con mucha responsabilidad, dirigiendo los grupos de fuerza de planta interior, tanto locales como los que vienen de otras provincias.

¿Cómo se siente con la nueva generación que llega a la empresa?

Estoy enfocado en enseñar lo que sé. Me esfuerzo por transmitir a los jóvenes lo que he aprendido, siempre con mirada positiva, para que eso se traduzca en buen trabajo y buen servicio. Eso me da satisfacción.

¿Y su familia? ¿Ha influido su trabajo en ellos?

Mucho. Mi hija está estudiando Telecomunicaciones. Ya va por cuarto año, así que dentro de poco la tendré aquí cerca, caminando los mismos pasillos. Tener algo que enseñarle, que mostrarle con orgullo, es uno de los mayores regalos que me ha dado esta carrera.

¿Está pensando en jubilarse pronto?

Tengo 63 años, me quedarían dos para la jubilación. Pero si la vida me lo permite y las fuerzas me acompañan, quizás me quede un poco más. Esto es lo que me gusta, lo que he hecho siempre. Y mientras pueda seguir aportando, aquí estaré.

¿Cómo define su relación con ETECSA después de tantos años?

De compromiso total. Orgullosísimo de haber dedicado mi vida a esta empresa, a su desarrollo, a su perfeccionamiento, a prestar un mejor servicio. He estado siempre en el barco. Y si el destino quiere, seguiré un poco más.

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