ancianidad GuantánamoEl envejecimiento poblacional es un fenómeno natural. De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud entre 2015 y 2050 la población con más de 60 años pasará de 900 millones hasta 2000 millones, el 22 por ciento del total de habitantes del planeta.

Las Américas estima un crecimiento del 14 al 23,4 por ciento, y Cuba para el 2030 prevé superar el 30 por cierto, lo que obliga a articular tempranamente planes de acción que satisfagan las necesidades de ese grupo social.

Guantánamo no escapa de esta realidad, pues la población adulta mayor representa el 18,3 por ciento del total, por eso tiene articulado un sistema de trabajo amparado en la Constitución del 2019 y que tiene garantías en el nuevo Código de las Familias en los artículos 4, 20, 22, 60, 286, 299, 317, 351, 373, 374, 377, 379, 397, 459 y todo el Título X, protegiéndolos de la violencia y estableciendo el deber de hijas e hijos a prestar colaboración en todas las circunstancias de la vida, cuidarlos, brindarles afecto y atenderles según sus necesidades.

De esta forma se vela desde la ley por un entorno seguro para este segmento cuyas limitaciones biológicas, psicológicas y sociales les hacen demandar cuidados que aseguren mejor calidad de vida.

Este primero de octubre se celebra el Día Internacional de las Personas de Edad, para destacar el cambio demográfico de la población mundial y la necesidad de crear políticas y programas que beneficien a esas personas. Ante esa necesidad vale pues preguntarnos ¿qué hace Guantánamo para proteger a sus mayores?

 

Políticas inclusivas

En el Alto Oriente ha sido una proyección de gobierno, con claras tareas por sectores, la protección de la ancianidad. Desde la Cultura, el Deporte, la Salud, la Universidad, la delegación territorial del Ministerio de Ciencia Tecnología y Medio Ambiente, el Observatorio demográfico, las organizaciones políticas, sindicales y de masas, todos participan directa o indirectamente en la tarea.

Cultura, por ejemplo ha garantizado la inclusión y participación de los adultos mayores de forma activa en 186 talleres de creación (de bordado y tejido, literatura, muñequería, narradores orales, guitarra), 40 peñas y seis clubes, estos últimos de la Década prodigiosa, Danzón, Cine…

Además son ellos los promotores y protagonistas de 198 espacios fijos en instituciones de cultura e incluso impulsan proyectos de emprendimiento e impacto sociocultural como El patio de Adela, Crochet con Alas, Con mis propias manos desde el patio de Pepe, Recuerdos del Ayer y Alas por la Vida.

También desde del deporte se contribuye a la vida saludable de los adultos. Según Gloria Portuondo Donatién, metodóloga provincial de Cultura Física, en el Alto Oriente más de 42 mil ciudadanos mayores de 60 años realizan ejercicios de forma sistemática con profesores de los combinados deportivos.

Practican gimnasia, Tai Chi, participan de festivales deportivos, reciben terapia física si lo requieren, juegan con pompones, bastones y pelotas, cantan…Siguiendo las nuevas tendencias de la Educación Física.

La salud es otra área priorizada, así lo afirma la doctora Yusnaiki Vera Rivera, especialista de Geriatría y Gerontología de la Dirección provincial de Salud, en todos los niveles del sistema nacional sanitario se prevé el cuidado y protección al adulto mayor.

“Contamos con 12 casas de abuelos para la atención desde el punto de vista médico, psicológico y sociocultural; e igualmente hay cinco hogares de ancianos y en los diez municipios se realiza al menos una vez al mes la consulta de geriatría, aunque contamos con 17 especialistas en la provincia –existen 23 en formación.

“El sistema funciona y así lo demostró la pandemia de la COVID-19; pese a las dificultades se crearon condiciones para atender a los ancianos en el hogar e institucionalmente y lamentamos fallecidos, pero más se salvaron”, asegura.

Los policlínicos de la ciudad cabecera provincial tienen geriatras y los viernes funciona la consulta de memoria en el Centro Comunitario de Salud Mental, en Carlos Manuel y Donato Mármol, igualmente en el Hospital General Dr. Agostinho Neto está el servicio. Además, el médico de la familia debe realizar una vez al año el examen periódico integral a los ancianos para descartar riesgos físicos y sociales y proyectar su atención si es necesario”, dice Vera Rivera.

De acuerdo con la doctora, el examen periódico es decisivo para estas personas sobre todo ante el aumento de las enfermedades cardiovasculares, cerebrovasculares, endocrinas y la demencia.

Guantánamo, como el resto de Cuba, se enfrenta a un indetenible proceso de envejecimiento en un contexto de desequilibrio en las variables de natalidad, mortalidad y migraciones alteradas por la crisis económica.

En ese contexto, las políticas de atención a la tercera edad requerirán siempre más preocupación, pensadas desde la intersectorialidad, y la prevención, pues también antes de llegar a los 60, hay hábitos y costumbres tóxicas que podemos desechar, para gozar de una vejez sana y feliz.

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