CubasiLa Operación Peter Pan uno de los capítulos más tenebrosos de la política de Estados Unidos contra Cuba

En la guerra que a Cuba hace el imperialismo, la cuestión migratoria ha sido el arma más antigua. La emplea desde enero de 1959 cuando acogió con los brazos abiertos a los prófugos del batistato y no ha dejado de utilizarla un solo instante hasta el día de hoy.

Corría el año 1960, el naciente gobierno revolucionario radicalizaba medidas de beneficio popular que sin dudas afectaban los intereses yanquis en la isla y acentuaban el histórico enfrentamiento, entrando en una nueva etapa, lo que daba pie al surgimiento de rumores mal intencionados que aumentaron el pánico en Cuba y en el círculo del exilio de Miami.

El 28 de octubre de ese año, el diario Revolución, órgano del movimiento 26 de julio, publicaba en primera plana un artículo bajo el titulo, Patria, Potestad y enseñanza privada en el que se denunciaba que los enemigos de Cuba pagados por el imperialismo no vacilan en lanzar a la circulación burdas mentiras con tal de minar el ya ganado prestigio del gobierno revolucionario, apelan al recurso de las calumnias y a falsas consignas, como que, se le quitaría los hijos a sus padres, privándoles de la patria potestad. En otras palabras, buscaban barrer la autoridad de los padres sobre sus hijos para traspasarlos al Estado, a lo que denominaron Operación Peter Pan, falacia que encontró terreno fértil en mentes conformadas por un anticomunismo soberbio.

Se trata de uno de los más sórdidos y tristes capítulos en la historia de la inmigración cubana en Estados Unidos, donde 14 mil niños fueron separados de sus padres y seres queridos durante años y en algunos casos por toda la vida.

Decisivo resultó el apoyo recibido por importantes sectores de la Iglesia en Cuba, donde su jerarquía se alineó incondicionalmente con el gobierno de ese país, para incitar y propiciar la emigración. Hoy nuestra Iglesia Católica es cubana y patriótica.

Han trascurrido 62 años de aquellos tristes sucesos y como versión moderna de la Operación Peter Pan, circulan informaciones falsas muy reproducidas en redes sociales acerca de la salida de los niños y las niñas del país.

Para el derecho y la práctica judicial cubana prima como regla el interés superior del niño que es un principio del derecho de familia.

Conforme a la ley número 156 de 22 de julio de 2022, Código de las Familias, recientemente puesto en vigor, su artículo 142 trata sobre el consentimiento para actos derivados del ejercicio de la responsabilidad parental, que en su artículo 3 consigna. “Requieren del consentimiento expreso de quienes ejercen la responsabilidad parental aquellos actos que implican decisiones de trascendencia e importante repercusión potencial o real en la vida de los hijos y las hijas, tanto en el ámbito personal como en el patrimonial, excepto en los casos del inciso c del apartado 2 del artículo 139, para los que se requiere previa autorización judicial, con intervención de la fiscalía”.

Mamá y papá representan legalmente de conjunto a sus hijos menores de edad, de manera que su salida del territorio nacional pasa necesariamente por este requisito de ley que se concreta con la autorización ante notario, funcionario que expide la escritura pública correspondiente, la que se presenta ante la autoridad migratoria competente.

En Cuba se entiende al niño como sujeto de derecho, al que se le debe respetar su autonomía progresiva ya que el proceso de madurez no es lineal, a ser escuchada su opinión, a participar, siempre con un nivel valorativo.

De manera que la emigración de los menores de edad tiene un rigor, una observancia a cumplir a partir del preciado bien que se protege, la infancia.

De lo expresado hasta aquí, es visible el papel regulador y protector del Estado cubano hacia nuestros niños y niñas, como garantía a su bienestar, pero nunca impeditivo por las autoridades. La salida hacia cualquier destino sigue siendo una exclusiva decisión familiar y particularmente de los padres del menor.

Cualquier intento por negociar, traficar o prostituir a nuestros infantes encontrará la respuesta que la ley le tiene reservada a sus autores. La doble moral del imperio no tiene límites, carece de autoridad para señalar a Cuba, cuyo desempeño a favor del bienestar de su infancia es reconocida. Estados Unidos es el único país que no ha ratificado la Convención sobre los Derechos del Niño.

El compromiso del gobierno cubano es garantizar una migración ordenada y segura, sin embargo el impacto socio económico provocado por el reforzado bloqueo del gobierno estadounidense contra Cuba y el incumplimiento de los acuerdos migratorios por ese país se convierten en uno de los incentivos principales que generan el tráfico de personas incluido menores y la migración irregular, los más recientes y dolorosos hechos informados en nota de prensa del Ministerio del Interior así lo confirman: 5 nuevos niños uno de ellos fallecidos víctima de esta política que estimula las salidas ilegales al amparo de la ley de Ajuste Cubano.

Es duro, muy duro que dado el flujo migratorio ilegal que apaña y consiente el gobierno de Estados Unidos haya madres que lloren la pérdida de un hijo en el mar, y familias que sufran la falta de alguno de sus miembros porque salieron irresponsablemente tras el sueño americano.  

Los desgarradores sucesos de la operación Peter Pan son parte de una historia que no olvidaremos los cubanos por las profundas huellas de angustia y dolor que aún perduran en sus víctimas y familiares de ambos lado de las costas.

Escribir un comentario


Código de seguridad
Refescar

feed-image RSS