Hola, amigas y amigos de Contigo. Este fin de semana es el Día de las Madres, y la calle se llenará de amores, y en las casas se prenderá la lumbre amable para la cena familiar, o el olor de las rosas tempranas anunciará que ese día, alguien falta a la mesa.
Todo pasión, no importa que a veces sea llorada o suspirada, por las que están lejos y pueden volver y las otras que fecundan el suelo con sus cuerpos amables, tan parecidos a la tierra misma, dadoras de vida y abrigo las dos.
Zaida Limonta, una ama de casa del sur de la ciudad, me pide detalles de cómo surgió esta festividad en el mundo y por supuesto que la complacemos, a ella que también es madre. ¡Felicidades a todas!
Una historia del alma
Las primeras celebraciones del Día de la Madre se remontan a la antigua Grecia, donde se le rendían honores a Rea, la madre de los dioses Zeus, Poseidón y Hades.
Los romanos, cuando la adquirieron de los griegos, llamaron a esta celebración Hilaria. Se hacía el 15 de marzo en el templo de Cibeles y durante tres días se realizaban ofrendas.
Los católicos transformaron estas celebraciones para honrar a la Virgen María, la madre de Jesús. En el santoral católico el 8 de diciembre se celebra la fiesta de la Inmaculada Concepción, fecha que adoptaron para la celebración del Día de la Madre.
En Inglaterra hacia el siglo XVII, tenía lugar un acontecimiento similar, también relacionado con la Virgen, que se denominaba Domingo de las Madres. Los niños concurrían a misa y regresaban a sus hogares con regalos para sus progenitoras. Además, como muchas personas trabajaban para gente acaudalada y no tenían la oportunidad de estar en sus hogares, ese Domingo se le daba el día libre para visitar a sus familias.
En 1870 la poetisa y activista Julia Ward Howe escribió la Proclama del Día de la Madre, un apasionado llamado a la paz y al desarme. Durante un par de años, Ward Howe empeñó sus esfuerzos en llevar a cabo un congreso de esta naturaleza.
Por fin, en 1873, mujeres en 18 ciudades estadounidenses realizaron una reunión del Día de la Madre. Boston lo siguió celebrando durante al menos una década más. Al paso de los años, se fueron apagando más festejos. Howe continuó trabajando por otras vías por los derechos de las mujeres y por la paz.
Pero fue la iniciativa de Ana Jervis, la que prendió definitivamente como el Día de las Madres tal y como lo conocemos actualmente…
El 12 de mayo de 1907 dos años después de la muerte de su madre, esta mujer quiso conmemorar el fallecimiento de su progenitora y organizó un día para hacerlo. A partir de entonces encabezó una activa campaña que fue extendiéndose a todo el territorio de los Estados Unidos.
Finalmente, siete años después el presidente Woodrow Wilson declaró en el año 1914, el Día de la Madre como el segundo domingo de mayo en Estados Unidos. Así fue gestado el día internacional de la madre que después fue encontrando eco en otros países que lo adoptaron hasta tenerse la celebración conocida en la actualidad.