La XXXVII edición del Festival Internacional Boleros de Oro se celebrará en La Habana del 2 al 5 de octubre de 2025, reafirmando su posición como uno de los eventos más importantes dedicados a la canción romántica en Cuba y el mundo. Organizado por la Asociación de Músicos de la UNEAC, con el respaldo de instituciones culturales del país, esta edición estará especialmente dedicada a la diva del bolero Omara Portuondo, en ocasión de su 95 cumpleaños, y al 75 aniversario de la Televisión Cubana, dos referentes esenciales de la cultura nacional.
El evento rendirá tributo a figuras fundamentales de la historia musical cubana cuyas obras marcaron profundamente al bolero. Se celebrarán importantes efemérides como los 145 años del natalicio de Manuel Corona, los 130 de Ernesto Lecuona, los 105 de Adolfo Guzmán y los 95 de Moraima Secada. Estos homenajes no solo recordarán sus contribuciones artísticas, sino que permitirán un acercamiento renovado a sus legados desde múltiples lenguajes creativos.
Una programación diversa y ambiciosa reunirá a intérpretes consagrados de Cuba y del extranjero, con estilos variados y procedentes de distintas generaciones, lo que confirma la vitalidad y alcance del bolero como género musical. Las galas principales se desarrollarán en la Sala Covarrubias del Teatro Nacional de Cuba y en el Teatro América, con actuaciones especiales de la Orquesta y el Coro de la Radio y la Televisión Cubana, así como de la orquesta Cuerdas Profundas. A su vez, espacios icónicos como El Hurón Azul, El Gato Tuerto y varios centros de Artex recibirán conciertos más íntimos y encuentros con el público.
Uno de los espacios más esperados será el Coloquio Internacional Boleros de Oro, que se celebrará los días 2 y 3 de octubre en la Sala Villena de la UNEAC. Este evento académico, coordinado por la Sección de Musicología de la UNEAC y apoyado por el CIDMUC, abordará el bolero desde una perspectiva multidisciplinaria. Participarán especialistas nacionales e internacionales que reflexionarán sobre el lugar del bolero en la historia, la educación, la industria musical, la poética del género y su presencia en América Latina y el Caribe.
El festival ratifica su carácter como una gran celebración del bolero, declarado Patrimonio Inmaterial de la Humanidad por la Unesco. Conciertos, homenajes, espacios de reflexión y participación ciudadana se conjugan para subrayar que el bolero no solo es una tradición viva, sino también una forma de expresión emocional que conecta con públicos de todas las edades, sin importar el paso del tiempo ni las modas musicales.
A pesar de los cambios generacionales y de la irrupción de nuevos géneros en la escena popular, el bolero nunca ha desaparecido del paisaje sonoro cubano. Incluso cuando fue visto por algunos jóvenes como una música del pasado, siempre contó con el respaldo de intérpretes y audiencias que mantuvieron su vigencia. Su permanencia no es resultado de la nostalgia, sino de la calidad de sus exponentes y de su capacidad para dialogar con otras corrientes musicales sin perder su esencia lírica.
El bolero ha sabido renovarse sin traicionar su identidad. Su riqueza melódica y rítmica le ha permitido influir en la música de concierto y adaptarse a sonoridades contemporáneas. Por eso, en tantas celebraciones en la isla, aun cuando predomina el reguetón u otros géneros urbanos, no es raro que los asistentes terminen entonando un bolero clásico. El Festival Boleros de Oro 2025 no solo celebra esta resistencia cultural, sino también el futuro de un género que sigue latiendo en el corazón de Cuba.
Tomado de Cubasi