Se espera por el transporte que traerá la arcilla desde Santiago de Cuba para culminar con el mantenimiento del terreno.La concentración de las preselecciones provinciales de béisbol de todo el país, pactada para el mes de noviembre, supone realizar un grupo de acciones con el objetivo de garantizar las máximas condiciones para el entrenamiento de los atletas, con vistas al inicio de la 61 Serie Nacional de Béisbol en enero próximo.
En el estadio Nguyen Van Troi, de Guantánamo, los trabajadores han estado activos permanentemente, y al pasar por sus áreas se pueden apreciar los frutos de la labor realizada para ir acondicionando el llamado “Gigante de San Justo” para acoger a los Indios del Guaso y a la próxima campaña beisbolera.
En conversación con Jorge Fonseca Martínez, director de la instalación, y María Julia Martínez Pérez, administradora, conocimos que durante la pasada Serie 60, realizada en medio de una tensa situación higiénico-epidemiológica por la pandemia, el colectivo –integrado por nueve trabajadores- dio muestras de disciplina, responsabilidad y sentido de pertenencia para apoyar tanto al evento deportivo como a la preparación del equipo.
Fonseca detalló que luego de finalizada la Serie se continuaron las labores de mantenimiento del terreno con un horario reducido hasta las dos de la tarde, como parte de las medidas adoptadas para el enfrentamiento a la enfermedad, siempre con buenos resultados en su trabajo y ningún contagio.
Actualmente el contratiempo más significativo que enfrenta Van Troi es el traslado de la arcilla desde Santiago de Cuba, para culminar las 
Los club house de los equipos local y visitador mantienen la belleza de la remodelación realizada el año anterior.labores en el terreno, cuyo transporte aún se gestiona, aseguró Fonseca.
Otra de las tareas pendientes es la instalación de una jaula de bateo en el jardín derecho del campo que se traerá desde La Habana, específicamente, para el entrenamiento de los peloteros.
De lo que se ha hecho hasta ahora destaca la remodelación realizada el año pasado a los club house local y visitador, el cuarto de los árbitros y en la cabina de audio y transmisión. En todos se han realizado labores de pintura, y en el caso de los club house, enchapado de los baños e instalación de equipos de climatización, así como la renovación de los servicios de agua fría, las duchas, closets individuales para los atletas. Por otro lado la pizarra, los colchones y los equipos de audio se encuentran en buen estado para su uso.
Ahora si bien la cafetería no pertenece al sector del deporte, corresponde un acuerdo entre los directivos del mismo y de comercio para que ese espacio no desentone con el ambiente creado, y se sume a las tareas de reanimación del mostrador, pintura, sus equipos de refrigeración y las áreas de elaboración.
Sirva este relato como estímulo para todos los trabajadores del estadio Nguyen Van Troi –inaugurado el 28 de noviembre de 1965-, a quienes pocas veces se les menciona pero resulta justo y necesario reconocer su trabajo, a veces anónimo, pero imprescindible.
